3. “El principal problema de La Guajira es la desmedida explotación
de recursos naturales”
Sin lugar a duda el principal problema que aqueja al departamento de La Guajira
es la desmedida y perjudicial explotación de recursos naturales como el carbón,
gas natural, petróleo, sal y otros yacimientos minerales, de donde se obtienen
inmensas ganancias económicas que deberían estar llegando a las comunidades
en agua, luz, vivienda, salud, educación, tierra, salario, carreteras, bienestar social
y no traducidas en desnutrición y muerte de 123.200 niños según cifras del DANE
hasta el 2013, en carencia de agua potable en las comunidades indígenas rurales,
pobreza del 60% y extrema del 38%, baja cobertura en acueducto del 51,64%, de
alcantarillado del 38,96%, en un índice de necesidades básicas insatisfechas del
65,23%, en desplazamiento de las comunidades y actividad agrícola por causa de
la minería, desnutrición crónica del 27%, ubicándose como una de las más altas
del país, en des-financiación y precarias condiciones en la educación, la tasa de
mortalidad infantil por encima del 20% y el inequitativo y desmedido uso de los
recursos hídricos.
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5. ¿Los recursos de regalías que se producen por explotación minera cuántos son y
cómo son invertidos?
En el departamento de La Guajira, hasta el año del 2009, se había recibido cerca
de 1.939.185 millones de pesos por concepto de explotación de carbón, gas y sal.
Algunos expertos plantean que estos recursos han sido insuficientes para superar
el estado de desarrollo del departamento, mientras otros argumentan que estas
regalías no se ejecutan bajo prioridades, desconociendo principios de planeación.
Lo cierto es que el departamento cuenta con altísimos índices de necesidades
básicas insatisfechas, pobreza, pobreza extrema, analfabetismo, mortalidad
infantil, desnutrición, desplazamiento minero, falta de vivienda, baja cobertura de
servicios públicos y una cadena de mandatarios en prisión por mala administración
de recursos.
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7. ¿Las comunidades son tenidas en cuenta para la toma de decisiones frente a la
intervención en el territorio?
El problema no es que no lo hagan, sino la forma de cómo se hacen. Esto con
relación a las consultas previas que se hacen a las comunidades indígenas,
donde existen varias denuncias con relación a que gobierno y las
multinacionales están haciendo uso de medios persuasivos, sobornando y
engañado para poder lograr su cometido. Ese fue el caso de las consultas
hechas para la desviación del río Ranchería, donde las mismas comunidades
indígenas denuncian a sus autoridades las cuales han sido compradas con
lentes oscuros, una camioneta burbuja y una mujer bonita.
Ahora, el tema de que si las comunidades son tenidas en cuenta para las
decisiones que se toman frente a la intervención en el territorio, es fácil decirlo
cuando las cosas se hacen a las espaldas, donde la población no ven
saciadas sus necesidades a pesar de contar con recursos propios, no se les
consulta en el momento de planear, organizar, ni mucho menos ejecutar. El
departamento pasa por una alta crisis institucional.
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9. ¿Cuáles son las principales exigencias del pueblo guajiro en donde hay campesinos,
indígenas, estudiantes y otra serie de sectores marginados?
Las principales exigencias se delinearon de una forma general que
promueven la unidad en un proceso de manifestación, a razón del
descontento social generalizado, como por ejemplo, tenemos peticiones
relacionadas con el tema de la salud, educación, vivienda, servicios
públicos, problemas étnicos, en total fueron trece líneas gruesas, que
recogen aproximadamente 80 propuestas de posibles soluciones a los
problemas que aquejan al pueblo Guajiro.
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11. El eterno problema de este departamento es el agua. Pese a estar bañado por río y mar,
su situación es crítica de cara al intenso verano que sacude a la Región.
En La Guajira la sed es un conocido de hace mucho tiempo. El recio verano que
tiene en alerta roja a este departamento llevó a que Colombia volcara su mirada
sobre las historias de quienes caminan varias horas para buscar agua con una
‘pimpina’ en la mano, mientras pasan junto a chivos y vacas flacas que parecen a
punto de desfallecer por el hambre y la deshidratación.
Una realidad que ahora salta a la vista del país, pero que sus habitantes llevan
toda una vida soportando, como si se tratase de una condena inevitable,
perpetuada por las malas administraciones.
12. “Nada de esto es nuevo para el pueblo indígena wayuu, tan cierto como que por muchos años
aprendimos a adaptar nuestras costumbres y aprovechar la poca lluvia así se demorara en
llegar”, son las palabras de Miguel Ramírez Boscán, miembro de la organización indígena
Fuerza Mujeres Wayuu.
En este departamento la falta de lluvias, de agua potable y la pobreza han golpeado tanto a la
población como la corrupción. En 22 años del ejercicio democrático de elección popular de
gobernadores, dos mandatarios han resultado en la cárcel.
El primer caso corresponde al del exgobernador José Luis Gonzáles quien fue condenado a
diez años de prisión por celebrar contratos sin cumplir con los requisitos legales y por peculado
por apropiación. Precisamente, esos contratos, tenían que ver con la adecuación del servicio de
acueducto y alcantarillado para once municipios de La Guajira.
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14. Condiciones climáticas secas y pocas lluvias al año
De los 20.848 kilómetros cuadrados que tiene en extensión el departamento de La
Guajira, un 41% de este es clasificado como matorral desértico subtropical, cuya zona
está ubicada en el municipio de Uribia. En cambio, solo un 1% del departamento es
bosque húmedo tropical.
Quienes viven en las zonas conocidas como media y alta Guajira no solo enfrentan a
diario las condiciones áridas del terreno, sino también la ausencia de precipitaciones,
cuyos valores no suelen sobrepasar los 500 milímetros de agua al año. Además, la
zona alta no es atravesada por ningún río, siendo que la parte media solo cuenta con el
paso del Ranchería y la baja, con el de Caños, Jerez y Palomino.
Estas características climáticas hacen que La Guajira registre un clima cálido y seco
en el que la lluvia es habitualmente escasa. “En la alta Guajira poco llueve, pero cada
año, entre septiembre y noviembre, siempre hay lluvias que llenan los jagüeyes, por
eso esta sequía nos está matando porque ya no cae nada”, dice Tayayuna Epinayú.
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16. Poblamiento disperso por parte de las comunidades
De acuerdo con el censo realizado por el Dane en el 2005, para ese año, La
Guajira tenía 619.135 habitantes. De estos, un 44,9% eran indígenas,
constituyendo así el 20% del total de los aborígenes en Colombia.
Estas comunidades wayuu suelen agruparse en rancherías, las cuales están
predominantemente distribuidas en zonas rurales donde un 36.1% de las
viviendas, según cifras de Cepal, no cuentan con servicio de agua potable, ni
alcantarillado.
Algunos de estos grupos humanos, que están distribuidos incluso en zonas
desérticas de la alta Guajira, presentan problemas de acceso para la entrega de
ayudas y el suministro del líquido vital mediante carrotanques.
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18. Las afectaciones sobre estos asentamientos son mayores debido a las
características del terreno en el que habitan, por lo que las condiciones
para acceder al agua son mayores por la ausencia de las lluvias y la
sequía de los jagüeyes.
Además, gran parte de los animales han fallecido por las altas
temperaturas y la deshidratación, lo que suma un problema de
alimentación a los indígenas que están dispersos en el departamento.