1. «ME GUSTA ESA CHICA, ME GUSTA ESE CHICO»«ME GUSTA ESA CHICA, ME GUSTA ESE CHICO»
lego a otro de esos momentos, en los que las relaciones con los otros empiezan a adquirir un
nuevo matiz.LPrecisamente, me doy cuenta de esto, al notar que se está dando en mí, algo que de pequeño no se
manifestaba de una manera tan fuerte. Descubro, pues, la atracción por el sexo opuesto.
Es algo que viene con la edad. Es claro, ya no soy un niño, una niña y, aunque conserve aún cosas de
la niñez, la vida se me está abriendo paso y va corriendo delante de mí, indicándome que esos que
estoy empezando a experimentar, me conducen también a una nueva reacción.
Empiezo pues a sentir ese nuevo interés, esa emoción, ese dinamismo que me arrastra a
relacionarme con alguien del otro sexo.
Todo comienza por el gusto, esa atracción primera: el fijarme en los atributos físicos que captan toda
mi atención.
Luego, quizá, vendrá un primer enamoramiento.
Lo que importa, por ahora, es que me siento impulsado a salir a buscarla. Es como una pequeña
obsesión que se me ha metido en el corazón y en la cabeza. Ella esta ahí, en algún lugar. Yo,
simplemente, estoy esperando a verla. Sé que apenas la vea, mi corazón empezará a latir y me
hablará en tono fuerte, de que esa es La persona para mí; sí, esa es. Entonces, comenzará el camino
de la conquista.
1. EL COMIENZO: LOS PRIMEROS MOMENTOS:
Llega pues, el momento esperado. Un buen día la vi pasar. Supe inmediatamente que esa persona
era para mí. Es como lo que se despierta ahí dentro; algo que no puedo contener, pues no puedo
ponerle freno al corazón y a mis sentidos.
Y viene el primer intento, el acercamiento. Un amigo o una amiga que la conocen me la presentan.
Desbordo pues de alegría, pues sé que hay oportunidades claras de que algo pase, de que en verdad
ella también pose sus ojos en mí y, quizá, uno nunca sabe, también se interese del mismo modo que
lo estoy yo.
Pasan los días y empieza a construirse una bonita amistad. Una amistad especial, con nuevos
elementos, una amistad que nunca había experimentado con esa fuerza extraña que me mueve el
corazón y que me hace temblar de alegría interior.
Cuando estoy con ella todo cambia. El mundo parece haberse quedado callado para dejarnos hablar
de «lo nuestro».
Es bonito y hasta sublime. La mirada no permanece fija, hay nervios, nos sudan las manos, el corazón
parece querer salirse de su sitio y cada palabra que se dice se piensa bien, pues hay que crearle al
otro la expectativa de que somos geniales. Sí, esos son los primeros momentos.
Pero después de un tiempo de amistad y de atracción, siento la necesidad de comunicarle de mis
sentimientos. Creo que me estoy empezando a enamorar, a sentir, al menos, un primer calorcito allá
en mi corazón que e impulsa a vivir esta nueva experiencia y a descubrir qué me puede traer esta

2. relación. Hay que tomar el riesgo. ¿Será queme dice que sí? ¿Será que ella siente lo mismo por mí?
¿Cómo averiguarlo? Pues arriesgándome y creando un espacio de diálogo.
2. ¿QUE PASA CON EL OTRO?
El otro bien puede estar sintiendo lo mismo que yo, si es que estamos destinados a hacer pareja. Eso
sería genial, obviamente, pues coincidiría con lo que siento y eso me provocaría una inmensa alegría.
Pero puede suceder también, que yo solamente le interese a ella como amigo, como un gran amigo y
nada más.
Debo respetar esto. No insistir en que me quieran como yo quiero. Si se da, muy bueno. Si no es así,
he de ir asumiendo esto en mi vida. Es el mundo real, no el mundo de mi fantasía, de mis
sentimientos de enamoramiento.
3. LA RELACION VARÓN-MUJER SUPONE CONOCERNOS Y RESPETARNOS:
La relación varón-mujer supone muchas cosas.
No es simplemente dejarse llevar por esa primera atracción, por el gusto físico y nada más.
Claro, ése es el primer momento de la relación: la atracción física. Pero no puedo vivir única y
exclusivamente desde ahí.
Si una relación quiere madurar y ser auténtica, hay que abrirle las puertas al amor verdadero, al
amor sin trabas y sin condicionamientos; al amor desde la profundidad. ¿Cuáles son los siguientes
pasos?
• El conocimiento mutuo:
Si nos engañamos, si no compartimos lo que somos, en profundidad, si no nos comunicamos
mutuamente nuestros sentimientos, es imposible que algo crezca, que germine esa plantica
sembrada en el corazón de cada cual.
Es darme cuenta de los inmensos valores del otro para empezar la relación desde ahí e irla
alimentando con el paso del tiempo.
Conocerse implica pues, aceptarse con lo que se es, implica compartir muchos momentos,
experiencias cotidianas, gustos, sueños, ambiciones, dificultades y alegrías. Implica transparencia y
sencillez, apertura y confianza.
• El respeto al otro:
Respeto. Primero, físico. El cuerpo es el lugar desde el cual manifestamos nuestros sentimientos.
Nuestro cuerpo habla y comunica lo que el corazón dice al interior. Como decía San Pablo:«El cuerpo
es el lugar donde habita Dios». Por eso, el respeto al cuerpo. No desear el cuerpo del otro, significa
que lo estoy amando en integridad y que me interesa para algo más que experimentar algo físico
(besos, caricias, tomadas de mano...). Significa que el otro me interesa para construir un camino de
vida auténtica.
Segundo, de lo que el otro piensa, siente y vive. No puedo forzarla a que crea en las mismas
convicciones que yo tengo, no puedo pretender que sienta lo mismo que yo, que tenga mis mismos
gustos y aficiones, que se interese por lo que yo me intereso. No. Una relación verdadera, así sea
apenas la primera de mi vida, me supone acoger lo que el otro es.

3. Puedo pues, enamorarme a primera vista, tener una relación que no dure mucho tiempo, puedo
también equivocarme. Pero al menos, ya hay una conciencia en mí que me dice, en «cuestiones de
amores», cómo empezar a caminar.
4. JESUS, CON SU VIDA, ME ENSEÑA COMO EMPEZAR A AMAR:
El amor de Jesús es un amor incondicional, fundado en el conocimiento y respeto del otro, un amor
que se entrega gratuitamente sin esperar nada a cambio. Es el amor que se da porque sí, porque se
escapa del corazón en cada movimiento, en cada acción.
Jesús, obviamente, no vivió una relación de pareja, pues su opción es la del AMOR UNIVERSAL; es
decir, amarnos a todos los hombres y mujeres del mundo, dando su vida por nosotros e inspirando
en nuestros corazones, el amor que Dios Padre nos tiene.
Eso se llama CELIBATO: amor gratuito a los otros. No es un amor de exclusividad como el que se debe
dar en una pareja que se ama auténticamente. Pero es un amor que me enseña a vivir una
afectividad ordenada, clara y dispuesta.
Esto puedo notarlo desde el amor de Jesús por los más pobres y pequeños: las viudas, los enfermos,
los leprosos, las mujeres de vida pública, como María Magdalena a quien aceptó, perdonó y amó con
toda su alma. El amor a los niños, a los pobres de su pueblo. El amor a sus discípulos.
Es un amor que se entrega, que se da así, espontáneamente. Es un amor limpio, claro, lleno de
bondad, de respeto, de confianza.
Es un amor que no supone recibir nada a cambio. Sólo DARSE.
Es un amor constituido desde el deseo de hacer feliz al otro y no de que me hagan feliz. Pues la
auténtica felicidad está en ver feliz al otro.
Es un amor comprometido, no de momento, no por pasar el rato, no por lucirse con la amiguita de
turno.
Es un amor que busca que el otro viva y viva en armonía consigo mismo y con los demás.
Ése es el amor de Jesús. Así, Él quiere enseñarme a amar, a empezar mi historia de afectividad con
una persona de mi edad que quizá está también viviendo esta experiencia.
FICHA DE TRABAJO
1. ¿Qué fue lo que más te llamó la atención del documento y/o la charla y por qué? Escribe todo
lo que hayas experimentado en la lectura.
2. ¿Sientes que se está dando en ti este proceso?, ¿cómo?
3. ¿Cómo piensas tú una relación de noviazgo? Describe.
4. ¿Cómo ves tú que el mundo propone las relaciones hoy en día? ¿Estás de acuerdo? ¿Por qué?
Si no, ¿qué propondrías?
5. Lee cuidadosamente el numeral 4 del documento. ¿Qué te sugiere en concreto para tu vida?
¿Cómo ves a Jesús? ¿Qué le pedirías a Jesús que te enseñara con más énfasis?
6. Anota otras reacciones o sugerencias, que creas convenientes, para compartir en el colegio .