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Johnny Matheny es de Port Richey, en la soleada Florida. Y tiene un solo brazo
desde 2005, cuando un cáncer se lo arrebató. También tiene la suerte de ser la
primera persona que vivirá con un brazo artificial controlado por la mente.
A Matheny le colocaron la prótesis el pasado mes de diciembre y pasará un año
con ella. Se trata de un dispositivo de tecnología punta, capaz de obedecer a la
actividad neuronal del cerebro del usuario. El sistema ha sido diseñado por
el prestigioso Johns Hopkins Applied Physics Lab, bajo el programa
Revolutionizing Prosthetics, financiado por DARPA.
Aunque el brazo artificial también tiene sus limitaciones. Durante este año, Matheny no
lo podrá mojar y no puede llevarlo mientras conduce. Son las reglas impuestas por los
investigadores. Por lo demás, el usuario puede hacer lo que le venga en gana. Y se trata
de eso, de ver cómo se utiliza en el mundo real un dispositivo de esa clase.
La investigación lleva alrededor de una década para crear prótesis robóticas que
mejoren la tecnología actual. La idea es que uno de estos brazos controlados por la
mente sea más intuitivo de usar que otros que sigan otro sistema para recibir órdenes.
Este tipo de brazos artificiales representan un avance para las personas que necesitan
prótesis. Pero aúnquedamucho porinvestigar y probar.Enel caso deMatheny, durante
todo este año los creadores del brazo estudiarán dos aspectos. Por una parte, les
interesa saber cómo reacciona técnicamente el dispositivo para, en el futuro,
realizar los ajustes pertinentes. Mientras que otro factor a observar es con qué pericia
controla Matheny su prótesis.
En definitiva, la idea es comprobar de qué manera esta tecnología facilita la vida de las
personas a las que está dirigida. A partir de ahí quedan otros pasos para que estas
prótesis sean una opción. La segunda fase es su abaratamiento, y probablemente
esto tardará tiempo en ocurrir.
Se llama Luke y está diseñada por la Universidad de Utah. Esta prótesis puede
llegar a recuperar aproximadamente 100 sensaciones de tacto.
La línea entre la tecnología y la especie humana es cada vez más delgada. Ejemplo de
ello son los llamados Cyborgs, que nacieron a finales del siglo pasado para mejorar las
aptitudes de los humanos. Su precursor, Kevin Warwick, se implantó en 1998 un
chip con el que podía controlar luces u ordenadores, entre otras muchas cosas. De
hecho, los responsables de este proyecto prevén que los implantes puedan llegar a ser
el sexto sentido.
2. Además de ampliar nuestras capacidades, la tecnología también puede ayudarnos a
mejorar las ya existentes. Es en este campo donde la robótica está ampliando sus
horizontes.
Ahora se diseñan robots para asistir a niños con necesidades especiales, como Leka,
o exoesqueletos que ayudan a prevenir caídas. Además, se crean prótesis robóticas de
bajo coste con impresoras 3D. En definitiva, un mundo virtual que está emergiendo y
que ofrece posibilidades infinitas para mejorar nuestra calidad de vida.
Este es el caso de Luke, sí, como el famoso protagonista de Star Wars, Luke Skywalker,
y llamado así en honor de su brazo protésico. Luke es una mano robótica, desarrollada
por investigadores de la Universidad de Utah, que es capaz de sentir.
Luke puede simular 100 sensaciones táctiles
El proyecto está financiado por la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzados de
Defensa (DARPA, por sus siglas en inglés). La idea es implantar un dispositivo en los
nervios residuales y electrodos en la prótesis para que se produzca un intercambio de
información. Este proceso representa una ardua tarea para los investigadores, pues
tienen que conectar de manera precisa los electrodos con el sistema nervioso para que
las sensacionessecorrespondanconunestímulo real. Esta técnica podríasignificar que
el usuario pueda sentir y controlar la mano como si fuera propia.
Con esta alta resolución, la mano puede simular aproximadamente 100 sensaciones
táctiles en el cerebro del individuo. Entre las sensaciones que se recuperarían se
encuentran la temperatura, la presión, la vibración o el dolor, pero se darían de
forma aislada en una parte de la mano.
La mano robótica ha sido probada con gran éxito
Por el momento, la prótesis se ha probado en siete participantes con un gran éxito. De
hecho, responsables de la investigación comentaban, según declaraciones citadas
en Futurism, que uno de los pacientes dijo que “no es que sintiera sensación en la mano
que le faltaba, es que sintió la puerta y, de repente, podía interectuar con el entorno que
le rodeaba por primera vez en 24 años”. Una mano robótica que representa un gran
hito en la tecnología. Solo es un prototipo, pero en un futuro podría ayudar a mejorar
la calidad de vida de personas con miembros amputados. ¿Habrá llegado ya
definitivamente la era de los Cyborg?