1. EL HOMBRE LOCO
Había una vez un hombre que media dos metros y era muy
delgado. Vivía solo en una chabola pero siempre iba bien vestido
y tenia mucho dinero, a todas las personas del pueblo les daba
pena y por eso intentaban invitarlo a sus casas a comer o a cenar,
al cine o a las fiestas de Navidad.
Un día al pobre hombre se le fue la cabeza porque la gente no
paraba de comentar que estaba retrasado, el se cabreó mucho y
empezó a beber alcohol y cogió el coche con tan mala de fortuna
de atropellar a un grupo de individuos que pasaban por la calle, le
cogió la policía y lo metieron en la cárcel. Allí se volvió loco y
empezó a pegarse cabezazos contra la pared. Los carceleros le
tuvieron que tranquilizar varias veces pero un día cuando entraron
dos guardas a decirle que tenia visita, el les dejó sin respiración y
logro escaparse. Después de huir de la cárcel, se puso muy
contento y se dió un festín con prostitutas, alcohol, drogas…
Cuando volvía a su casa en coche, se imaginaba cosas e iba
gritando por en medio de la carretera, llevaba una pierna en el
acelerador y la otra la llevaba por fuera del coche, en una curva
no pudo controlar el coche y se cayó por un precipicio.
Nunca se volvió a saber más de aquel pobre hombre loco, lo único
que se supo es que aquella noche se gastó más de cien mil euros
en alcohol, drogas y prostitutas.