1. AYÚDANOS, SEÑOR, A SUPERAR TENTACIONES.
Queridos amigos: Las lecturas bíblicas nos presentan:
Dios toma partido a favor de la vida y de la energía vivificante: aire limpio,
tierra fecunda y cielo pacífico (Gen.9, 8 -15).
Las sendas del Señor son de misericordia y lealtad. (Sal.24, 4- 5)
Lo que brilla en el cielo y en la tierra, es “la resurrección de Cristo Jesús”.
(Iª. P. 3, 18 – 22).
En nuestro caminar por la vida, todos nos encontramos con experiencias de
desierto, de tentación, de prueba, de lucha y de superación.
Ante cualquier tipo de prueba, hemos de optar por la vida o por la muerte; por lo
positivo o lo negativo; por lo que da vida, energía y vitalidad o por la
destrucción y la contaminación.
Pidamos la ayuda del Espíritu del Señor para superar la tentación.
 Danos, Señor, la fuerza de tu Espíritu, para que podamos vencer las tentaciones
de indiferencia, de soledad, de crisis o desierto.
 Ayúdanos, Señor, a caminar por las sendas de la misericordia y de la lealtad, del
servicio y de la fraternidad.
 Señor: danos la fuerza de tu Espíritu, para saber orar, evangelizar y obrar el bien.
 Que tu Espíritu, Señor, nos ayude a superar soledades, silencios, incomodidades
y desiertos.
 Que la luz de tu Espíritu, Señor, nos ayude a descubrir lo positivo de las
tentaciones, la necesidad del pacto, ejercitar el respeto y el amor.
 Danos, Señor, la fuerza de tu Espíritu para poder luchar juntos y sin violencia
por una tierra más limpia, más segura y más fecunda. Por una tierra en la que
podamos habitar, vivir y gozar de sus posibilidades.
 Ayúdanos, Señor, a superar las tentaciones.
Así podremos robustecer nuestros corazones. (St. 5, 8).
Gabriel.
1º. Domingo de Cuaresma. Ciclo. B. Madrid. 22 de Febrero de 2015.