1. EL SEÑOR NOS HA UNGIDO.
Queridos amigos. Como el profeta Isaías: 61, 1- 2, también nosotros “hemos
sido ungidos por el Señor”.
Fuimos ungidos en el sacramento del bautismo y en el de la confirmación.
¿Para qué somos ungidos con el crisma?
 “Para dar la Buena Noticia” a los que sufren, consolando, acompañando y
aliviando.
 “Para vendar corazones desgarrados”por falta de amor, de comprensión, de
perdón o de compasión.
 “Para proclamar la amnistía y la libertad a los oprimidos” por la soledad, la
opresión, la iniquidad o la exclusión.
 “Para proclamar el año de gracia del Señor”, que consiste en sembrar
esperanza, en acoger con caricia, en ofrecer confianza y en ayudar sin medida.
 Somos ungidos “para estar alegres (Tes. 5, 16 – 24), y ofrecer alegría con
gestos, palabras y acciones.
 Para ser constantes en orar, en compartir, en ayudar y en asistir.
 Para que el Espíritu del Señor nos ayude a respetar a todos y no despreciar a
nadie.
 Para que nos guarde de toda maldad y nos ayude a ser fieles cumplidores de su
promesa.
 Somos ungidos por el Señor para ser testigos de la Luz; para ser portadores de
esperanza.(Jn. 1, 6 -8. 19 – 28)
- Aprendiendo a ser sinceros.
- Defendiendo los derechos de las personas y de los pueblos.
- Proponiendo tiempo para el encuentro, para el diálogo, para la búsqueda
y para el consenso.
- Aprendiendo a asumir errores, fracasos, equivocaciones, éxitos y
limitaciones.
-
Somos ungidos por el Señor, para poder dar una respuesta
a quien nos ha enviado: JESUCRISTO.
Gabriel.
3º. Domingo de Adviento. Ciclo. B. Madrid. 14 de Diciembre de 2014.