Sesión: ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor!
Leccion joven: El Santuario celestial
1. El Santuario celestialLección 1
Para el 5 de octubre de 2013
PARA ESTA SEMANA: Jeremías 23:23, 24; Salmo 89:14: Apocalipsis 4:5; Salmo 11:4-7;
Deuteronomio 25:1; Hebreos 8:1, 2.
TEXTO CLAVE: “Oye tú su oración y su súplica desde el cielo, donde habitas, y defiende su
causa” (1 Reyes 8:49)
PREVIEW SÁBADO
28Septiembre
01
HE INTENTADO LEER LA BIBLIA VARIAS VECES, pero siempre me
atasco en Levítico. "Moisés, construye un templo para mí con esta
cantidad de postes, esta cantidad de oro y estas dimensiones". Re-
petición, exactitud, reglas, orden. Sin embargo, ese tabernáculo, ex-
cesivamente geométrico, es lo que marca la diferencia. La precisión,
el respeto, la disciplina y la reverencia que Dios demanda en el Anti-
guo Testamento es la base del orden. Así como sucede con la música
o los deportes, solo después de que hayan tocado miles de escalas
o corrido miles de vueltas es que podemos realmente comenzar a
apreciar los logros de los profesionales. De la misma manera, Dios
quiere que memoricemos versículos bíblicos, aprendamos disciplina
y seamos devotos, porque entonces podremos comprender mejor
todo lo que su Hijo hizo y sigue haciendo.
Cristo dejó el universo de luz, color y gozo a fin de vivir en un
mundo herido. Aquí cumplió todas las reglas divinas. Construyó dia-
riamente una base firme de disciplina, servicio, obediencia y humil-
dad. Necesitaba cada pedacito de esa base para subir el Gólgota. Y,
cuando no pudo subir más, lo levantaron en una cruz. Era solo un
poco más alto, pero era lo que necesitaba para romper la barrera
entre el Cielo y la Tierra. Allí, donde se unían los dos maderos; donde
colgaba la cabeza ensangrentada; donde esos pulmones desfallecien-
tes respiraban por última vez: allí es donde todo converge. Precisión
matemática, creatividad espontánea, carpas polvorientas, mares de
vidrio, pecadores quebrantados y un Dios de sanidad: un universo
de incongruencias imposibles queda unido en la cúspide, en el ciento
por ciento humano y ciento por ciento divino Jesucristo, crucificado
en el medio del universo.
Lección para jóvenes | 5
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2. 01
ENTENDIENDO EL
MINISTERIO DE CRISTO
Volviendo a las bases (Hebreos 7:25, 26)
El Santuario y el ministerio sacerdotal de Cristo llegaron a formar
parte de la fe de los adventistas del séptimo día, como clave para un
sistema completo de verdades. La doctrina del Santuario revela que
nuestro Salvador está actualmente en la fase de trabajo intercesor, a
favor de todas las personas que lo aceptan como su Salvador (He-
breos 7:25, 26).
Muchas personas limitan, de manera equivocada, el acto de salva-
ción a la muerte de Cristo en la cruz, negando así cualquier relación
entre los santuarios terrenal y celestial. Es especialmente interesante
la limpieza del Santuario en el Día de Expiación. En este día, se sim-
boliza la expulsión del pecado a través de la exclusión del macho ca-
brío expiatorio al desierto.
Amor, sacrificio y redención (Lev. 16; Dan. 8:14; 9:24-27; Heb. 7, 8)
Lo que los santuarios terrenal y celestial nos enseñan sobre el gran
conflicto entre Cristo y Satanás, y el plan de salvación, incluye amor,
sacrificio y redención. El ministerio sacerdotal en el Santuario terrenal
constaba de dos fases: (1) un servicio diario de intercesión en el Lugar
Santo, y (2) un servicio anual de purificación en el Lugar Santísimo,
el Día de Expiación (Lev. 16). Estas dos fases en el Santuario terrenal
se corresponden con el ministerio de Jesús en el Santuario celestial.
La primera fase del ministerio intercesor de Cristo comenzó en el
momento de su ascensión al cielo (Hebreos 8:1, 2). La segunda y úl-
tima fase de su ministerio celestial en el Lugar Santísimo resulta, así
como sucedía en el Día de Expiación terrenal (Números 29:11), en la
purificación del Santuario celestial, con la eliminación de los pecados
del pueblo de Dios.
Según Hebreos 7 y 8, y Daniel 8:14 y 9:24 al 27, Jesús ministró en
el Lugar Santo del Santuario celestial desde su ascenso hasta 1844.
Durante este tiempo, los pecados perdonados de los cristianos fueron
transferidos al Santuario celestial. En 1844 entró en el Lugar Santí-
simo, para limpiar el Santuario celestial de su contaminación.
Biblia en mano
Lee 1 Reyes 8:49 y Salmo 102:19. ¿Qué nos enseñan acerca del lugar donde Dios
mora? ¿Cómo hemos de entender lo que esto significa? ¿Podemos entenderlo?
Hay muchas cosas que son difíciles de comprender para nosotros, tales como la mo-
rada de Dios, aunque la Biblia dice que esa morada es real. ¿Cómo podemos aprender
a confiar en todo lo que la Biblia nos enseña, no importa cuán difícil sea de compren-
der, a veces? ¿Por qué es importante para nosotros aprender a confiar aun cuando
no entendamos todo?
DOMINGO
29
6 | Lección para jóvenes
Septiembre
3. 01
DIOS CON NOSOTROS LUNES
30"El Santuario celestial, en el cual Jesús ministra, es el gran modelo, del
cual el Santuario edificado por Moisés no era más que un trasunto. Dios
puso su Espíritu sobre los que construyeron el Santuario terrenal. La pericia
artística desplegada en su construcción fue una manifestación de la sabi-
duría divina. Las paredes tenían aspecto de oro macizo, y reflejaban en
todas direcciones la luz de las siete lámparas del candelera de oro. La mesa
de los panes de la proposición y el altar del incienso relucían como oro bru-
ñido. La magnífica cubierta que formaba el techo, recamada con figuras de
ángeles, en azul, púrpura y escarlata, realzaba la belleza de la escena. Y,
más allá del segundo velo, estaba la santa Shekina, la manifestación visible
de la gloria de Dios, ante la cual solo el sumo sacerdote podía entrar y so-
brevivir" (El conflicto de los siglos, p. 409).
El Santuario expresaba a Dios tratando de alcanzar una mayor relación
con su pueblo. "Después me harán un santuario, para que yo habite entre
ustedes. El santuario y todo su mobiliario deberán ser una réplica exacta
del modelo que yo te mostraré" (Éxodo 25:8, 9). El lugar en el que Dios re-
almente quiere habitar es en los corazones de sus creyentes. "¿Acaso no
saben que su cuerpo es templo del Espíritu Santo, quien está en ustedes
y al que han recibido de parte de Dios? Ustedes no son sus propios dueños;
fueron comprados por un precio. Por tanto, honren con su cuerpo a Dios"
(1 Corintios 6:19, 20).
"Al expirar Jesús en el Calvario, exclamó: 'Consumado es', y el velo del
Templo se rasgó de arriba abajo en dos 'mitades, para demostrar que los
servicios del Santuario terrenal habían acabado para siempre, y que Dios
ya no vendría al encuentro de los sacerdotes de ese Templo terrestre, para
aceptar sus sacrificios. La sangre de Cristo fue derramada entonces, e iba
a ser ofrecida por él mismo en el Santuario celestial. Así como el sacerdote
entraba una vez al año en el Lugar Santísimo para purificar el Santuario
terrenal, también Jesús entró en el Lugar Santísimo del celestial al fin de
los 2.300 días de Daniel 8, en 1844, para hacer la expiación final por todos
los que pudiesen recibir el beneficio de su mediación, y purificar de este
modo el Santuario" (Primeros escritos, p. 252).
Biblia en mano
Lee Salmo 47:6 al 9; 93:1 y 2; y 103:19. ¿Qué nos enseñan estos textos acerca de
Dios y su Trono?
Lee Salmo 89:14 y 97:2. ¿Qué nos enseñan estos textos acerca del carácter de Dios
y de cómo gobierna?.
¿Cómo podemos manifestar mejor la bondad, la justicia y la rectitud, en un mundo
lleno de maldad, injusticia y perversidad? ¿Por qué debemos tener esas virtudes?
Lección para jóvenes | 7
Septiembre
4. 01
EL SANTUARIO A TRAVÉS
DEL TIEMPO
En Génesis 4 vemos el desarrollo del plan de salvación en Abel, al
traer a Dios el primogénito de su rebaño (versículo 4). También
vemos la desobediencia de Caín, puesto que trajo "una ofrenda del
fruto de la tierra" (Génesis 4:3). Caín y Abel representan dos grupos
de cristianos que han existido y continuarán existiendo hasta el final
de la historia de la Tierra. Un grupo tendrá apariencia de piedad (2
Timoteo 3:5), mientras que el otro grupo cree verdaderamente que
Cristo, crucificado y resucitado, tiene poder para librarlos del pecado
(1 Corintios 1:18).
El pueblo escogido por Dios fue llevado a la cautividad por los
egipcios (Génesis 15:13). Olvidaron la verdad y el verdadero signifi-
cado de la vida. Dios dio a los hijos de Israel el Santuario, para que
nuevamente pudieran habitar en su presencia (Éxodo 25:8), y ser li-
berados del pecado (Éxodo 29:36). El Santuario contaba con tres par-
tes: el atrio, el Lugar Santo y el Lugar Santísimo. Solo se entraba en
el Lugar Santísimo una vez al año, en el Día de Expiación. En ese día,
se purificaba el Santuario de toda la sangre de los sacrificios ofreci-
dos durante el año. Los sacrificios representaban el sacrificio de
Cristo en la cruz, y la sangre representaba la sangre que él derrama-
ría por nuestros pecados (Juan 1:29). Jesús, como nuestro Sumo Sa-
cerdote en el Santuario celestial, se presenta ahora ante Dios en favor
de nosotros (Hebreos 9:24). Él "se ha presentado una sola vez y para
siempre, a fin de acabar con el pecado mediante el sacrificio de sí
mismo" (Hebreos 9:26).
Sí, los santuarios terrenal y celestial señalan a Jesús, el autor y
consumador de nuestra fe (Hebreos 12:1), aquel que nos da la habi-
lidad de vivir nuevamente ante la presencia de Dios, al eliminar el pe-
cado de nuestra vida. "Porque con un solo sacrificio ha hecho
perfectos para siempre a los que está santificando" (Hebreos 10:14).
"Cuando el pecador acepta por fe los beneficios de ese único sacrifi-
cio, es acepto en el Amado; es considerado como perfecto porque
Cristo, su Sustituto, ocupa su lugar" (Comentario bíblico adventista,
tomo 7, p.476).
Biblia en mano
Lee Apocalipsis 4 y 5. ¿Qué nos enseñan estos dos capítulos acerca de la morada ce-
lestial de Dios? ¿De qué manera se revela, también, el plan de salvación en estos tex-
tos?
Piensa acerca de lo que significa que Cristo, como Dios mismo, haya tomado nuestra
humanidad y haya muerto como nuestro Sustituto; es decir, que sobre él hayan reca-
ído todos los males que hemos hecho y por los cuales debíamos ser castigados. ¿Por
qué esta verdad debería motivar todo lo que hacemos?
MARTES
01Octubre
8 | Lección para jóvenes
5. 01
EL SACRIFICIO DIARIO ´MIÉRCOLES
02Octubre
En los tiempos bíblicos, uno de los rituales regulares del Santuario
que tenía un gran significado para el pueblo de Dios era el sacrificio
diario. Hoy sucede lo mismo, ya que Dios desea que "muramos dia-
riamente" (1 Corintios 15:31). A continuación, presentamos dos ma-
neras prácticas por las que podemos continuar los sacrificios diarios
en nuestra vida:
Orar. David se dio cuenta de la importancia de orar a Dios en su
Santuario, y lo hacía constantemente (Salmo 102:19). Oremos a me-
nudo de manera extensa. La vida está llena de actividades; pero, hay
maneras en que podemos dar un lugar más prioritario a la oración.
Por ejemplo, cuando recibas un elogio, dedica tiempo a agradecer a
Dios por crearte.
Otra manera de dedicar más tiempo a la oración es poniendo tu
reloj despertador debajo de la cama. Cuando suene, tendrás que salir
de la cama y arrodillarte para apagarlo; esto te pone en la posición
perfecta para hablar con Dios y escuchar lo que él te quiere decir.
Entregarte. Renunciar a algo que realmente queremos no es siem-
pre divertido, pero tiene sus beneficios. Dios conoce los deseos de
nuestro corazón y quiere que tengamos lo mejor. Una manera mara-
villosa de practicar activamente el sacrificio diario es haciendo un es-
fuerzo consciente para abandonar lo que sabemos que es malo, a
cambio de lo que el Padre sabe que es mejor para nosotros.
Aunque el Santuario terrenal ya no existe, el Santuario celestial s(
existe, y Dios todavía desea tener una relación con sus hijos cada
día. En el Santuario celestial, se oyen las oraciones de* los santos y
se aprecia la entrega de su pueblo.
Biblia en mano
Lee Salmo 11:4 al 7 y Habacuc 2:20. ¿Qué otra cosa hace Dios en su Templo celestial,
y por qué es importante que sepamos esto?
Por mucho que clamemos por justicia, a menudo no vemos justicia en la actualidad.
¿Por qué, entonces, tenemos que confiar en la justicia de Dios? Sin aquella promesa,
¿qué esperanza tenemos?
Lección para jóvenes | 9
6. 01
SE NECESITA UN MÉDICO
Para entender el plan de salvación, debemos entender tanto el San-
tuario terrenal como su relación con el Santuario celestial. El Santua-
rio terrenal es un modelo de lo que sucede en el Santuario celestial.
Jesús no necesitaba vivir la vida que vivió aquí, en la Tierra. Podría
haber dicho a Dios que quería volver al cielo en cualquier momento;
pero, no lo hizo. Incluso justo antes de su crucifixión, cuando estaba
débil y asustado, oró para que el plan de salvación prevaleciera.
Quiero conocer el plan que le costó su vida y me salvó de perderme
para siempre. Los santuarios terrenal y celestial me ayudan a enten-
der ese plan.
Desde mi juventud, escuché que Alguien llamado Jesús murió vo-
luntariamente por mis pecados, con la intención de que yo pudiera
ser salvo. Como creí en esto, decidí ser bautizado. Dios es eterno
(Salmo 93:2). No necesita preparar un lugar para él o los ángeles; él
ya tiene un lugar. Pero, dijo que va a preparar un lugar para nosotros.
Es un lugar en que podremos estar con él por la eternidad. Dios tam-
bién es amor (1 Juan 4:8). Él amó tanto al mundo que envió a su Hijo
unigénito, para que podamos ser salvos (Juan 3:16). Dios también es
orden. Creó nuestra Tierra en seis días, y él séptimo día descansó. El
plan de salvación también es ordenado, así como lo demuestran los
santuarios terrenal y celestial. El Santuario terrenal utilizaba los sa-
crificios de animales como un símbolo de la muerte de Cristo por
nosotros. La sangre derramada de esos animales inocentes represen-
taba la sangre que Jesús derramó por nosotros. Ahora, Cristo está
intercediendo por nosotros en el cielo. Su intercesión "provee ánimo
para su pueblo [...] (Hebreos 7:25). Por cuanto Cristo ejerce media-
ción por su pueblo, todas las acusaciones de Satanás han perdido su
base legal (1 Juan 2:1) [...]. Pablo hace la siguiente pregunta retórica:
'¿Quién es el que condenará?' Luego, ofrece la seguridad de que
Cristo mismo se halla a la mano derecha de Dios, intercediendo por
nosotros (Romanos 8:34)". 1
Biblia en mano
Lee Hebreos 8:1 y 2. ¿Qué hace Cristo en el Trono de Dios?
Lee Apocalipsis 1:12 al 20; 8:2 al 6; 11:19; y 15:5 al 8. ¿Qué imágenes del Santuario
aparecen en estos pasajes?
_________________________
1
Creencias de los adventistas del séptimo día, pp. 61, 62.
JUEVES
03Octubre
10 | Lección para jóvenes
7. 01
RECUERDA VIERNES
04Octubre
El amor de Dios por nosotros no tiene límites. Cuando nos con-
vertimos en esclavos del pecado, él siguió un plan para rescatarnos.
Este plan se entiende mejor en la representación visual del Santuario
terrenal, el cual fue copia del Santuario celestial. El sacerdote, los sa-
crificios diarios, el Día de la Expiación anual: todo apuntaba al derra-
mamiento de sangre de Jesús y a su intercesión, por nosotros, en el
cielo. Al entender el simbolismo presentado en el Santuario, enten-
demos un poquito mejor quién es Dios y la profundidad de su amor
por nosotros.
Lección para jóvenes | 11
CONSIDERA
» Lee Éxodo 25 al 27 y elige una pieza del mobiliario del San-
tuario de lo descrito en esos capítulos. Investiga cuál es su signifi-
cado. ¿Cómo te ayuda esto a entender la salvación en Cristo?
» Haz una lista de razones por las cuales necesitas un Sumo Sa-
cerdote que interceda por ti. Dedica algún tiempo a agradecer a Jesús
por lo que está haciendo por ti.
» Diseña una réplica del Santuario hebreo con arcilla.
» Canta el himno "En el monte Calvario" (himno Nº 97, en el
nuevo Himnario adventista). Medita en las palabras y piensa en lo
que tienes que sacrificar, para responder por amor al sacrificio de
Cristo.
» Crea una corta obra de teatro que muestre la obra de Jesús en
el Santuario celestial.
» Piensa en qué características de Dios están expresadas en el
Santuario terrenal, sus muebles, y los ritos que se practicaban allí.
¿Cómo puedes compartir tus descubrimientos?
» Medita en qué cosas puedes hacer para ser un santuario en el
que Dios pueda habitar.
AMPLÍA
Éxodo 25-28; Hebreos 4:14-16; 8:1-5; 9; 10:19-22; El conflicto de los
siglos, cap. 23: "Profecías cumplidas"; Creencias de los adventistas
del séptimo día, cap. 24.
Colaboraron esta semana: Melissa Breetzke, Burtonsville, Maryland, EE.UU.; Karen Wade, South Bend, Indiana,
EE.UU.; Bryan Saint-Louis, Long Island, Nueva York, EE.UU.; Rayshaun Williams, Astabula, Ohio, EE.UU.;
Kezía Wade, South Bend, Indiana, EE.UU.; Etlis M. Vasquez, Collonges, Francia; Sandra Araújo-Delgado, Api-
son, Tennessee, EE.UU.
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