1. 1
El
santuario,
un
lugar
de
encuentro
Pr. Yván Balabarca Cárdenas
¿Existe un santuario, un templo, hecho por mano divina y
no por mano humana? Hebreos 8:1-5
El apóstol Pablo nos deja ver que existe un tabernáculo en el cielo,
hecho no por hombre como el de la tierra, sino que fue como un modelo
de lo que se hizo en el pueblo de Israel (veamos Éxodo 25:40),
Esta idea se reafirma con el texto de Éxodo 15:17, en el canto de
alabanza de Moisés cuando vio las huestes egipcias destruidas en el mar
Rojo, allí menciona al santuario que las manos de Jehová afirmaron; y,
luego de mencionado el santuario por Moisés, en Éxodo 25:8, Dios
2. 2
menciona la orden de hacer un santuario en esta tierra donde Él pueda
habitar. Es decir, el santuario celestial ya existía en el cielo.
“Hombres escogidos fueron especialmente dotados por Dios con
habilidad y sabiduría para la construcción del edificio sagrado. Dios
mismo dio a Moisés el plano de esa estructura, con instrucciones
detalladas acerca de su tamaño y forma, los materiales que debían
emplearse y todos los objetos y muebles que debía contener. Los dos
lugares santos hechos a mano habían de ser “figura del verdadero”,
“figuras de las cosas celestiales” (Hebreos 9:24, 23); una representación
en miniatura del templo celestial donde Cristo, nuestro gran Sumo
Sacerdote, después de ofrecer su vida como sacrificio, habría de
ministrar en favor de los pecadores. Dios presentó ante Moisés en el
monte una visión del Santuario celestial, y le ordenó que hiciera todas las
cosas de acuerdo con el modelo que se le había mostrado. Todas estas
instrucciones fueron escritas cuidadosamente por Moisés, quien las
comunicó a los líderes del pueblo”. 1
Entonces primero fue el santuario del desierto, y luego fue el
santuario de Salomón: 1 Reyes 8:7, 27. ¿Dios desea vivir cerca de
sus hijos?
Ya revisada brevemente la presencia de un santuario, y
además de la presencia de Dios en él, ahora la pregunta es,
¿Cuál era la finalidad de los ritos del santuario? Romanos 6:23
La paga del pecado es la muerte, y Dios proveyó un sustituto, su
propio hijo (Juan 3:16), para que sufriera la muerte por el pecado (Juan
19:30); eso representaban los sacrificios, aun desde los tiempos de
Abraham (Génesis 22:8-18), representaban al maravilloso sustituto
voluntario (Juan 10:18). Con el santuario Dios mismo puso en orden
todos los sacrificios (Levítico 6:25).
El tabernáculo de Salomón llegó a su fin con la llegada de
Nabucodonosor, rey de Babilonia, el año 605 a.C. (2 Crónicas 36:16-21).
Luego fue reconstruido por Zorobabel, y más tarde por Herodes el
1
Elena
G.
De
White,
Cristo
en
su
santuario,
p.
26.
2
Elena
G.
De
White,
El
deseado
de
todas
las
gentes,
p.
21.
3. 3
Grande. Sin embargo esa casa quedó vacía cuando Cristo fue rechazado
(Mateo 23: 37, 38).
“Al apartarse de Dios, los judíos perdieron en gran medida la visión
de lo que enseñaba el servicio ritual. Ese ritual había sido instituido por
Cristo mismo. En todas sus partes era un símbolo de él; y había sido
llenado de vitalidad y belleza espiritual. Pero los judíos perdieron la vida
espiritual de sus ceremonias y se aferraron a las formas muertas.
Confiaban en los sacrificios y los ritos en sí mismos, en vez de confiar en
aquel a quien éstos señalaban. Con el fin de suplir lo que habían perdido,
los sacerdotes y rabinos multiplicaron los requerimientos de su
invención; y cuanto más rígidos se volvían, tanto menos del amor de
Dios se manifestaba”.2
Pero el Santuario Celestial siguió en actividad. “El ceremonial de los
sacrificios que había señalado a Cristo pasó; pero los ojos de los hombres
fueron dirigidos al verdadero sacrificio por los pecados del mundo. Cesó
el sacerdocio terrenal; pero miramos a Jesús, mediador del nuevo pacto,
y “a la sangre rociada que habla mejor que la de Abel”. “Aún no se había
manifestado el camino al Lugar Santísimo, entre tanto que la primera
parte del tabernáculo estuviese en pie... Pero estando ya presente
Cristo, sumo sacerdote de los bienes venideros, por el más amplio y más
perfecto”.3
¿Con quién continuó funcionando el Tabernáculo del
cielo? Hebreos 4:14-16; 5:5, 6, 10,11.
Cristo mismo preside en el Santuario Celestial, intercediendo ante
el Padre por sus hijos de esta tierra (1 Timoteo 2:15; Hebreos 6:19, 20).
¿Cristo es nuestro Sumo Sacerdote celestial? Hebreos
7:1-3, 14-17.
2
Elena
G.
De
White,
El
deseado
de
todas
las
gentes,
p.
21.
3
Elena
G.
De
White,
Cristo
en
su
Santuario,
p.
45.
4. 4
Cristo, el único Dios-Hombre, que es nuestro Sumo Sacerdote. Sin
inicio ni fin, enteramente divino y enteramente humano.
“Porque no entró Cristo en el Santuario hecho de mano, figura del
verdadero, sino en el cielo mismo para presentarse ahora por nosotros
ante Dios; y no para ofrecerse muchas veces, como entra el sumo
sacerdote en el Lugar Santísimo cada año con sangre ajena. De otra
manera le hubiera sido necesario padecer muchas veces desde el
principio del mundo; pero ahora, en la consumación de los siglos, se
presentó una vez para siempre por el sacrificio de sí mismo para quitar
de en medio el pecado”. Hebreos 9:24-26. “Pero Cristo, habiendo
ofrecido una vez para siempre un solo sacrificio por los pecados, se ha
sentado a la diestra de Dios” (10:12). Cristo entró una sola vez en el
Lugar Santo para obtener por nosotros eterna redención. “Por lo cual
puede también salvar perpetuamente a los que por él se acercan a Dios,
viviendo siempre para interceder por ellos” (7:25). Se calificó a sí mismo
para ser no solamente Representante del hombre, sino también su
Abogado, de modo que toda alma, si así lo desea, pueda decir: “Tengo
un Amigo en la Corte, un Sumo Sacerdote que se compadece de mis
flaquezas”.4
¿Existen registros de la obra hecha en el Santuario
Celestial? (Malaquías 3:16, Lucas 10:20, Mateo 12:36,37,
Apocalipsis 3:5, 20:12)
Las obras humanas quedan registradas en diversos libros
celestiales. Así, Hebreos 9:1-15 nos hace recordar que en el Santuario
Celestial ministra el mismo Señor Jesucristo, nuestro único intercesor.
Daniel 8:13 nos genera alarma, porque dice que el
Santuario fue pisoteado, y esto duraría hasta su purificación,
según Daniel 8:14, ¿Qué significa esto?
En el capítulo 7 y 8 de Daniel encontramos el siguiente esquema:
4
The
Review
and
Herald,
12
de
junio
de
1900.
5. 5
Daniel 7 Daniel 8 Interpretaci
ón
León Babilonia
(605 – 538)
Daniel 7:23
Oso Carnero Medo Persia
(538 – 331)
Leopardo Macho
cabrío de cuatro
cuernos
Grecia (331
– 168)
Bestia
espantosa
Cuerno
grande
Roma (168
– 476)
Diez
cuernos
Naciones
Liberadas (476 –
538)
Cuerno
Pequeño
Cuerno
grande que ataca
a los santos
Roma Papal
(538-1798)
El santuario
celestial
pisoteado.
Purificación
del Santuario
1844 en
adelante
El santuario
comienza a ser
purificado
Entonces encontramos que el santuario sería pisoteado por el
cuerno pequeño, que también es llamado el inicuo (2 Tesalonicenses
2:7.10; Apocalipsis 13:2), entonces, esto encaja con que la Roma
Imperial dominaría sobre Israel, interviniendo en la muerte de Cristo (el
Santo de los santos) y en la destrucción del templo judío (echó por tierra
el tabernáculo), y luego la Roma religiosa, haciendo una mixtura de
prácticas cristianas y paganas, entorpeciendo la simple acción del
santuario celestial de intercesión de Cristo por su pueblo, dirigiendo los
ojos del mundo hacia sus ritos de salvación por obras (los sacramentos)
Es decir, el cuerno pequeño habló palabras contra el Altísimo e
hizo más: Daniel 7:25 “Y hablará palabras contra el Altísimo, y a los
santos del Altísimo quebrantará, y pensará en cambiar los tiempos y la
ley; y serán entregados en su mano hasta tiempo, y tiempos, y medio
tiempo”
6. 6
Es decir, persiguió a los santos que se atrevían a ir directamente a
la Biblia y creer en la salvación por la fe, persiguiéndolos y matándolos;
cambiando también el día de reposo del sábado bíblico al domingo
pagano, logrando hacer que el mundo no se encuentre con Dios a través
del Santuario Celestial, y del monumento de la creación (el sábado), sino
que se encuentre con el mismo cuerno pequeño a través de ritos y
ceremonias llenas de pompa pero vacías de salvación.
¿Cual es entonces la dirección que debo tomar con
respecto al tema del Santuario? Hebreos 4:16
Siéntete libre de ir directamente al trono de la gracia (Hebreos
4:16), confiado (a) en que Cristo intercede por ti. “Pero Cristo aún
intercede por el hombre, y se otorgará luz a los que la busquen. Aunque
esto no lo entendieron al principio los adventistas, les resultó claro
después, a medida que los pasajes bíblicos que definen la verdadera
posición de ellos empezaron a hacerse inteligibles”.5
¿Quieres ir a Dios por la fe, y creen en su perdón?
Dirección:
Acepto _______________________
Firma
5
Elena
G.
De
White,
Cristo
en
su
Santuario,
p.
107.