15. Mediodía estancado entre relentes.
Bomba aburrida del cuartel achica
tiempo tiempo tiempo tiempo.
Era Era.
Gallos cancionan escarbando en
vano.
Boca del claro día que conjuga
era era era era.
Mañana Mañana.
César Vallejo
16.
17. En "La oficina simplista" (9), se afirma:
¡El ave no tiene alma de cautivo!
Si la redecilla no les rodeara las alas,
se volarían los ventiladores.
El péndulo tiene una enamorada
a quien pasea la calle interminablemente.
La "Underwood“ trastabillea
al escribir estas palabras: ¡te amo!
El amor no es tan mecánico
que se pueda expresar con una máquina.
Para cortar los papeles de los libros
está el cortapapel de mi invención.
¡Por la ventana filtra un rayo de sol!
¿Biblioteca?
Unos libros, están en el cerebro,
otros se alojan en el corazón.
Sobre todas las cosas hay miradas dormidas.
Aunque moleste el polvo,
no hay que pasar plumero para que no se vuelen.
18. REPRESENTANTES
LOS HERALDOS NEGROS
HAY GOLPES EN la vida, tan fuertes... Yo no sé.
Golpes como del odio de Dios; como si ante ellos,
la resaca de todo lo sufrido
se empozara en el alma... Yo no sé.
Son pocos; pero son... Abren zanjas oscuras
en el rostro más fiero y en el lomo más fuerte.
Serán tal vez los potros de bárbaros atilas;
o los heraldos negros que nos manda la Muerte.
Son las caídas hondas de los Cristos del alma,
de alguna fe adorable que el Destino blasfema.
Esos golpes sangrientos son las crepitaciones
de algún pan que en la puerta del horno se nos quema.
Y el hombre... Pobre... pobre! Vuelve los ojos, como
cuando por sobre el hombro nos llama una palmada;
vuelve los ojos locos, y todo lo vivido
se empoza, como un charco de culpa, en la mirada.
Hay golpes en la vida, tan fuertes ... Yo no sé!
19. MARTÍN ADÁN
Quieres tú saber de mi vida?
Yo sólo sé de mi paso,
De mi peso,
De mi tristeza y de mi zapato.
¿Por qué preguntas quién soy,
Adónde voy?… Porque sabes harto
Lo del Poeta, el duro
Y sensible volumen de ser mi humano,
Que es un cuerpo y vocación,
Sin embargo.
Si nací, lo recuerda el Año
Aquel de quien no me acuerdo,
Porque vivo, porque me mato.
20. LA CASA DE CARTÓN
Mi quinto amor fue una muchacha sucia con
quien pequé casi en la noche, casi en el mar. El
recuerdo de ella huele como ella olía, a sombra
de cinema, a perro mojado, a ropa interior, a
repostería, a pan caliente, olores superpuestos y,
en sí mismos, individualmente, casi
desagradables, como las capas de las tortas,
jenjibre, merengue, etcétera. La suma de olores
hacía de ella una verdadera tentación de
seminarista. Sucia, sucia, sucia... Mi primer
pecado mortal “
22. PABLO NERUDA
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Escribir, por ejemplo: "La noche esta estrellada,
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos".
El viento de la noche gira en el cielo y canta.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Yo la quise, y a veces ella también me quiso.
En las noches como ésta la tuve entre mis brazos.
La besé tantas veces bajo el cielo infinito.
Ella me quiso, a veces yo también la quería.
Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.
Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella.
23. VICENTE HUIDOBRO
Que el verso sea como una llave
Que abra mil puertas.
Una hoja cae; algo pasa volando;
Cuanto miren los ojos creado sea,
Y el alma del oyente que temblando.
Inventa mundos nuevos y cuida tu palabra;
El adjetivo, cuando no da vida, mata.
Estamos en el ciclo de los nervios,
el músculo cuelga,
Como recuerdo, en los museos;
Mas no por eso tenemos menos fuerza:
El vigor verdadero
Reside en la cabeza.
Por qué cantáis a la rosa, ¡oh Poetas!
Hacedla florecer en el poema:
Sólo para nosotros
Viven todas las cosas bajo el Sol.
El poeta es un pequeño Dios.
(Espejo del Agua, 1916).