La oración de santa Luisa de Marillac por el P. Corpus Juan Delgado CM
CONECTATE 011: MILAGROS, FE, ORACION
1. onéctate
TAMBIÉN EL ALMA NECESITA ALIMENTO
EL MILAGRO
DE HIROSHIMA
Espeluznante relato de un
sobreviviente
TÚ PUEDES OBRAR
MILAGROS
Descubre cómo
¿CUÁNTO PESA
UNA ORACIÓN?
Una viuda pobre necesita sus-
tento para sus hijos
Su único recurso, una oración
3. perdidos, naufragábamos en el
AMAZONAS
De Marilia Guterres
E
STABA EMBARAZADA DE SIETE MESES. Era agua y aprovechó la coyuntura para
uno de esos días de calor insopor- orar con ellos y tratar de infundirles fe
table propios del verano del norte en Dios y en que Él era capaz de prote-
del Brasil, cerca de la línea del ecua- ger a quienes le imploraban auxilio.
dor. Miguel, un colega misionero de Yo aún no sabía lo que sucedía,
la Familia, y yo nos disponíamos a pero al ver que pasaba el tiempo y
hacer una travesía río arriba por el Miguel no regresaba, supuse que ocu-
Amazonas para llevar la Palabra de rría algo grave. No recuerdo haber cla-
Dios y manifestar Su amor a la gente mado jamás a Dios con tanto fervor
de otro poblado. El viaje se adivinaba como aquella vez. Allí estaba, embara-
peligroso, dado que las barcas eran zada y con uno de mis tres hijos en un
viejas y saltaba a la vista que no esta- barco que evidentemente estaba en
ban en buenas condiciones para nave- apuros —mis otros hijos reposaban a
gar. Además, el río está plagado de salvo en casa, gracias a Dios— y per-
pirañas, esos peces carnívoros de ape- dido en alguna parte del Amazonas
tito voraz y dientes afilados, que en infestado de pirañas. Para colmo, ¡yo
grandes cardúmenes suelen atacar a ni sabía nadar!
animales vivos mucho más grandes Momentos después de mi sentida
que ellos. oración apareció delante de nosotros
Como viajábamos de noche nos una nave enorme completamente ilu-
dieron a cada uno una hamaca para- minada. Un hombre subió a bordo de
guaya en que dormir. Acosté a mi hijo la barca en que nos encontrábamos y
de cuatro años, que viajaba con noso- calmadamente ayudó a la tripulación
tros, y me dispuse a dormir. Durante a reparar el casco. Luego les indicó en
varias horas todo parecía marchar nor- qué dirección hallarían un muelle.
malmente; pero de golpe, sin motivo De golpe, tan misteriosamente
alguno, el barco se detuvo. Transcu- como se había presentado, el hombre
rrido un tiempo, Miguel decidió ir a se desvaneció. La tripulación, los
averiguar qué pasaba. demás pasajeros y yo lo buscamos
Bajo la cubierta, encontró que la para agradecerle, pero tanto él como
tripulación procuraba frenéticamente su nave, desaparecieron. ¿Cómo era
sacar agua del casco. El barco había posible? No había forma en que un
golpeado contra algún objeto que barco de ese tamaño se perdiera
le abrió un boquete en el casco y de vista en apenas unos segundos.
se hundía. Para peor, las marineros ¿Podrían haber sido ángeles aquel
comentaron que estábamos perdidos hombre y sus demás acompañantes?
y no sabían en qué parte del río nos Sea cual fuere el medio del que se
hallábamos. Viendo que los tripulan- valió Dios, el hecho es que respondió
tes estaban asustados y desesperados, a nuestras oraciones y nos salvó la
Miguel se puso a ayudarles a sacar vida aquella noche.
conéctate N° 17 3
4. Tú puedes obrar milagros
De David Brandt Berg
J
ESÚS LEGÓ A SUS SEGUIDORES —Naturalmente, no se puede
UNA ASOMBROSA PROMESA de esperar que ocurra algo así hoy en
poder. Un poder sobrenatu- día.
ral, sobrehumano, milagroso. «El Pero eso no es lo que dice la
que en Mí cree, las obras que Yo Biblia. «Jesucristo es el mismo, ayer,
hago, él las hará también; y aún hoy y por los siglos» (Hebreos13:8).
mayores hará, porque Yo voy al Dios sigue siendo un Dios de mila-
Padre» (Juan 14:12). gros. Nada le impide volver a hacer
Esa promesa ha estado vigente lo que ha hecho antes. Ese prodi-
durante dos mil años y un gioso poder no sólo es válido para
sinnúmero de cristianos ha hecho el futuro, sino para hoy mismo,
efectivas esas obras mayores. Dios siempre que lo necesitemos y
invistió de poder a personas comu- tengamos fe para obtenerlo. Si
nes como tú y como yo para obrar todas aquellas personas insignifi-
Sus milagros. Ese mismo poder cantes obraron milagros por mon-
puede obrar milagros por medio de tones —tanto en el Antiguo y el
nosotros, con tal de que creamos en Nuevo Testamento como durante
la Palabra de Dios y actuemos en los últimos dos mil años—, los cris-
consecuencia. tianos de hoy en día están en igual
Lo que Dios ha
El problema es que la mayoría capacidad de obrarlos. No es pre-
hecho por
de las personas relegan las pro- ciso que esperen a que se produzca
otras perso-
mesas divinas al pasado, o sólo la Gran Tribulación o comience el
nas, puede
les conceden vigencia en un futuro Milenio o se regenere la Tierra.
hacerlo tam-
lejano. Para ellas, el pasado fue Pueden hacerlo ahora mismo.
bién por ti
prodigioso, sobrenatural y lleno de Son demasiados los cristianos
gloria, con todos aquellos héroes que intentan justificar su carencia
de la fe que obraban milagros; y de fe o procuran eludir la tarea
ángeles que intervenían en favor que el Señor les ha encomendado
del pueblo de Dios. Paralelamente, alegando que no se nos aplica a
consideran que el futuro en el Cielo nosotros, que no es para ellos, que
va a ser estupendo y milagroso. aquellas manifestaciones estaban
Pero no creen que ninguna de esas destinadas exclusivamente para los
cosas pueda suceder en la actuali- días milagrosos de antaño. Afirman
dad. Dicen: que Él no espera eso de ellos. No
4 conéctate N° 17
5. ahora. Tratan de sacarle el cuerpo a la podrían sobrellevarlo. Por ejemplo,
responsabilidad que les cabe de cum- durante años quise tener el don de
plir los preceptos divinos, entre ellos, lenguas [la capacidad de hablar en
dar testimonio de su fe y obrar mila- una lengua celestial, que muchas
gros para ayudar a la gente. veces constituye una manifestación
Ese era el único motivo por el que del Espíritu Santo] (1 Corintios
Jesús obraba milagros. No lo hacía 12:7–11; Hechos 1:1–11). Pero el
para jactarse de Su poder o alardear Señor no me lo concedía, porque yo
de que era un gran milagrero. Ni lo quería para poder demostrar —por
siquiera para demostrar que era el medio del don sobrenatural y mila-
Hijo de Dios; los hacía porque tenía groso de hablar en lenguas— que
compasión de las multitudes (Mateo tenía el Espíritu Santo. No me lo dio
14:14). entonces, pues lo quería por motivos
Obraba aquellos portentos por el indebidos, por orgullo. Sin embargo,
bien de ellos, porque los amaba cuando me enmendé de corazón y
y le dolía verlos sufrir. Esa era Su llegó el momento propicio, recibí el
motivación, y también debiera ser la don de lenguas.
nuestra. No para jactarnos y poder El orgullo no es el único motivo
decir: por el que no se producen milagros
—Miren lo estupendo que soy. cuando alguien ora a Dios que los
Miren los poderes que poseo. Miren realice. A veces sencillamente no es
las grandes señales y prodigios que conforme a la voluntad de Dios o no
soy capaz de efectuar. ¡Crean en mí! es el momento más indicado, cuando
Debemos llevar a cabo la obra Él sabe que cumplirá Su designio en
de Dios con serenidad, con ternura la vida de los afectados. No te desani-
y humildad, con mucho amor y mes, pues, si no obtienes ese poder
compasión. Nuestro deber es simple- sobrenatural de inmediato en cada
mente tratar de ayudar a la gente situación.
como lo hacía Jesús. Entonces Él Lo importante es recordar que Él
obrará los milagros por medio de te ha prometido ese poder a ti. Dios
nosotros cuando a Su juicio sean sigue vivo, goza de buena salud y
necesarios, cuando sea el momento no ha perdido Su capacidad de obrar
oportuno para que se cumpla Su portentos entre aquellos que confían
propósito, y cuando sepa que el en Él. De modo que cuando tú o
poder y la atención no se nos van a alguien que conozcas necesiten un
subir a la cabeza. milagro, deja que Dios se valga de ti y
A veces el Señor no concede ese de tus oraciones para que ese milagro
poder a la gente porque sabe que se concrete. Lo hará siempre que sea
se enorgullecería excesivamente y no conforme a Su voluntad y lo invoques
en el nombre de Jesús.
conéctate N° 17 5
6. Salvación en el mar
ORACIÓN PARA HOY
U
N JOVEN QUE NO SABÍA NADA DE
DIOS ni de la oración —ni le Jesús:
importaba— viajaba a bordo Te agradezco que
de un barco que a la postre resultó seas tan comprensivo y
torpedeado durante la II Guerra Mun- consolador. Me trans-
dial. Todos los tripulantes se vieron mites seguridad y me
obligados a saltar al agua para salvar reafirmas que todo va a
la vida. Doce de los muchachos esta- salir bien porque todo
ban juntos. De pronto vieron horror- está en Tus manos y
izados que una enorme mancha de bajo Tu control. Todo lo
combustible en llamas se acercaba que te encomiendo, Tú
a ellos. Era imposible escapar. ¿Que te encargas de ello, de
podían hacer? modo que ayúdame a
En ese momento el único de ellos encomendártelo todo.
que tenía costumbre de orar empezó Te ruego que me
a hacerlo en voz alta. Era la voz ayudes a no enfras-
carme en los afanes de
esta vida o distraerme
tanto con ellos que me
olvide de Ti. Así como
Tú siempre me man-
ifiestas amor y tienes
tiempo para mí,
ayúdame a tomar
tiempo para amarte
cualesquiera que sean
las circunstancias o la
situación.
de un hombre que clamaba
implorando la misericordia de
su Dios:
—¡Sálvanos, Dios mío! ¡Sál-
vanos, Dios mío! Al instante el combustible Actualmente, el muchacho
Al oírlo los otros once, que en llamas se partió en dos que luego relató lo sucedido
no sabían nada de Dios y poco dejando un claro para ellos. Lo afirma:
habían pensado en Él, se ple- increíble del caso es que en —¡Nadie podrá convencer-
garon a aquella súplica: ese preciso lugar Dios había nos jamás de que Dios no escu-
—¡Sálvanos, Dios mío, te lo colocado nada menos que una cha las oraciones!
suplicamos! ¡Por favor, sálva- balsa.
nos!
6 conéctate N° 17
7. es así P O R Q U E D I O S LO D I J O
Adaptación de un artículo de Virginia Brandt Berg
L
A PALABRA DE DIOS dice que Él «es pode-
roso para hacer todas las cosas mucho
más abundantemente de lo que pedi-
mos o entendemos» (Efesios 3:20). Como bien
sabemos, el hombre no siempre es capaz de
cumplir sus promesas, pero Dios sí. Él las avala,
de modo que si se las invocas en tu hora de
necesidad, no te defraudará.
¿Alguna vez has tenido un amigo con quien Como quiera que sea, esos razo-
podías contar en cualquier circunstancia, que namientos tienen sin cuidado al
te era totalmente leal aunque todo te fuera abejorro. Hace caso omiso de ello
mal? Los amigos de esa talla son escasos. Por y vuela de todos modos.
eso los apreciamos tanto. Alguien dijo una Similarmente, pese a todos
vez: «Se produce un vínculo singular entre un los incrédulos y sus discurri-
hombre y aquello en que confía y de lo cual mientos filosóficos, hay quienes,
depende. Un lazo nos ata a aquel con cuya leal- valiéndose de una fe y confianza
tad podemos contar, aun en tiempos tempes- infantiles, a diario acometen
tuosos». De igual modo, cualquiera que haya cosas que en opinión de los inte-
puesto a prueba y depositado su confianza en lectuales escépticos no pueden
las promesas de la Biblia cuando no hallaba hacerse. Quienes tienen fe se atre-
auxilio o esperanza alguna, cuando ya no tenía ven a tomar las promesas de Dios
otra cosa en que apoyarse, ha descubierto que tal como están, a reclamarlas y a
puede confiar en ellas plenamente. actuar en consecuencia. Así obtie-
Sabemos por experiencia que podemos fiar- nen estupendas respuestas a la
nos ilimitadamente de cada Palabra y apoyar oración, soluciones a sus proble-
todo nuestro peso en ellas. mas y provisión para sus necesi-
Lo único que Dios nos pide es que mani- dades.
festemos una fe sencilla, que le tomemos la Dejemos, pues, que los
palabra y aceptemos Sus promesas al pie de la filósofos se enmarañen en sus
letra. Hoy en día muchas personas analíticas laberintos de dificultades, dudas
piensan que es una ridiculez tomarse las pro- y racionalizaciones con el objeto
mesas de Dios seriamente o de forma textual de ilegitimar nuestro derecho a
y entregarlas en el Banco del Cielo a cambio acogernos a estas grandes y pre-
de lo que pedimos. Pero eso es precisamente lo ciosas promesas. De una u otra
que Dios espera que hagamos. manera, entraremos y nos hare-
Tal vez hayas oído hablar de la polémica mos poseedores del cúmulo de
que existe en torno a la capacidad de volar del riquezas que encierran. Están allí
abejorro, dado que, según los principios de la para ti. Dios te las extendió a
ciencia aerodinámica, el tamaño y la forma de título personal, y no dejará de
su cuerpo en relación a la envergadura de sus cumplir Su Palabra. Es así porque
alas lo imposibilitarían de practicar el vuelo. Dios lo dijo, y Él lo cumplirá.
conéctate N° 17 7
8. EL MILAGRO DE HIROSHIMA
6 de agosto de 1945. La ciudad calma un tanto extraña y ominosa
japonesa de Hiroshima fue la primera pendía sobre la ciudad. Llegué al
urbe del mundo destruida por una colegio minutos antes de las 8:00,
bomba atómica. Quedó arrasada en me puse en fila con los otros doscien-
casi toda su extensión y el número tos cincuenta alumnos para hacer
de muertos se calcula entre sesenta y los ejercicios acostumbrados de la
setenta mil. En unos tres kilómetros mañana. Estando todavía en el patio,
en torno al epicentro de la infernal súbitamente nos sorprendió un res-
explosión sobrevivieron apenas doce plandor, un estallido segador increí-
personas. En un radio de un kilómetro blemente brillante.
solo sobrevivieron dos. Una de ellas fue Fue lo último que recuerdo. No
el Sr. Yoji Saito, que en aquel entonces sé muy bien qué sucedió después ni
apenas contaba con 13 años de edad. cuánto tiempo estuve inconsciente.
Por primera vez relata esta increíble Solo sé que desperté en medio de
historia: una escena de horror y muerte. En
mi confusión y aturdimiento, me di
M
I FAMILIA ERA MUY CONOCIDA EN cuenta de que me hallaba a 200
HIROSHIMA. Durante diecisiete metros del lugar donde había estado
generaciones consecutivas mis en el momento de la explosión. Los
antepasados habían sido samuráis de cuerpos de mis compañeros estaban
dicha cuidad. Los samuráis son la esparcidos a mí alrededor. Aunque no
clase culta del Japón. Mi abuelo era estaban todos muertos, me era impo-
un prestigioso médico dueño de un sible reconocer a los que aún vivían,
hospital en el que también ejercía mi pues tenían el rostro desfigurado y
padre. Vivíamos en una casa grande parecían todos iguales. Algunos no
situada en los terrenos del hospital. tenían ojos, les faltaban miembros y
Recuerdo que aquel trágico 6 de la piel se les había achicharrado y
agosto de 1945 me despertaron muy desprendido del cuerpo.
temprano las sirenas de alarma de Uno de los niños lloraba incon-
ataque aéreo. Daba la impresión de teniblemente. Como no lo reconocí,
que se esperaba una incursión ene- le pregunté su nombre. Era Suari, mi
miga, pero a las 7:30 reinaba un silen- mejor amigo. Quería agua y había
cio total. Mientras caminaba hacia perdido la vista, así que con muchas
el colegio no pude ignorar que una dificultades lo conduje hasta un río
8 conéctate N° 17
9. muy ancho que pasaba a unos milagrosamente mi madre todavía
centenares de metros de allí. Pero estaba con vida. Verme vivo la
no pude encontrar la superficie del embargó a ella también de alegría.
agua porque estaba completamente Nos abrazamos llorando.
cubierta de personas y animales -¡Pero, Yoji! -exclamó-. ¡Estás des-
muertos, de trozos de madera y de nudo! ¿Qué fue de tu ropa?
escombros que la tremenda onda Entonces me di cuenta del mila-
expansiva había depositado en ella. gro tan extraordinario que había
Suari falleció allí junto al río. sucedido: La explosión me había
Me puse a buscar mi casa. Solo arrancado hasta la última hebra de
dos palabras podrían describir con lo que tenía puesto, y también cada
exactitud el tétrico cuadro que me cabello de mi cabeza. No obstante,
rodeaba: ¡un infierno! ¡Era verdade- por increíble que parezca, mi cuerpo
ramente un infierno! Se desataron no tenía una sola quemadura. Sin
numerosos incendios por todos duda fue algo prodigioso, ya que des-
lados, y a pesar de ser de día, el cielo pués supe que el patio del colegio
estaba oscuro. Todo se veía chamus- donde yo había estado se encontraba
cado, ennegrecido, derretido. De los apenas a 700 metros (menos de un
escasos edificios que todavía se sos- kilómetro) del lugar donde la bomba
tenían en pie, solo quedaban las pare- hizo impacto.
des y eran casi irreconocibles. Por Poco después, unos soldados nos
todas partes se oían los espantosos condujeron a mi madre y a mí a un
gritos de dolor, los llantos y gemidos refugio antiaéreo en el cual pasamos
de las víctimas. Normalmente tardaba la noche. A la mañana siguiente se
20 minutos en caminar desde el cole- habían apagado casi todos los incen-
gio hasta mi casa. Aquel día me llevó dios. Pasé los días siguientes bus-
12 horas. De vez en cuando, bajo cando en vano a mi padre entre
mis pies surgían manos de entre los las ruinas calcinadas de Hiroshima.
escombros que me asían de los tobi- Supongo que quedó sepultado bajo
llos. Me detuve y traté de rescatar los escombros del hospital, pues no
a cuantos pude. No murieron todos volvimos a saber de él.
en el momento del impacto; algunos En aquellos tiempos no se sabía
duraron dos o tres días, Deambu- nada de la lluvia radioactiva ni de
laban por las calles apenas reco- las enfermedades que ésta produce.
nocibles como seres humanos. Eran De ahí que -si bien Dios por medios
cadáveres vivientes. milagrosos me había protegido de la
Por fin, a las 8:00 de la noche explosión- no tardé en enfermar gra-
encontré la pila de escombros que vemente a causa de la contaminación
había sido una vez mi casa. Me del agua y los alimentos. Me dio una
invadió la alegría al descubrir que fiebre muy alta y no podía comer.
conéctate N° 17 9
10. La alta temperatura me hacía delirar en el deber de hacer saber a quien
y tenía unas pesadillas y alucinacio- fuera mi futura esposa la experiencia
nes aterradoras en las que revivía que había vivido. Varias chicas se
los horrores que había presenciado. negaron a casarse conmigo por ese
Esperaba la muerte en cualquier motivo. Al final hubo una muchacha
momento. Fue entonces cuando que consintió en ser mi esposa, y
comencé a rezar a Dios. Le dije que gracias a Dios, hemos tenido tres
si realmente existía, que me librara hijos hermosos, normales y saluda-
de aquellos sueños e imágenes espan- bles. ¡Otro milagro!
tosos y me salvara la vida. Las pesa- Continué mi carrera en la armada
dillas desaparecieron y por alguna y fui ascendiendo hasta llegar al grado
razón misteriosa empecé a sangrar de almirante, posición de la que me
periódicamente por las yemas de los retiré hace poco. Acababa de ocupar
dedos y la nuca. Ahora tengo la mi nuevo puesto de gerente de un
certeza de que de forma milagrosa gran hotel de Macao cuando conocí
y en respuesta a mi oración, Dios a una chica que me habló de Jesús y
estaba expulsando de mi organismo de Su camino a la Salvación. Oré con
la sangre contaminada. ella para aceptar al Señor. Hasta aquel
Los cinco años siguientes estuve momento no entendía por qué Dios
muy débil y enfermo por efecto de la me había salvado la vida de forma
radiación. En aquel periodo no crecí tan milagrosa entre tanta gente que
ni un centímetro, no me cambió la sucumbió en aquella catástrofe. Pero
voz ni me desarrollé como los demás ahora no me cabe ninguna duda de
muchachos. Mi madre estaba pre- que el Señor quiere que relate mi caso
ocupada. Temía que terminara como para advertir al mundo la pesadilla
enano de algún circo. Pero yo seguía que significaría una conflagración
rezando todos los días para que Dios nuclear, una guerra demencial y sui-
me devolviera totalmente la salud. cida carente de todo honor, capaz de
Efectivamente, a los 19 años, por aniquilar en un abrasador estallido
milagro, crecí 15 centímetros en un repentino a millones de civiles ino-
solo año y mi cuerpo alcanzó su pleno centes. Una guerra que desataría en
desarrollo. Aquel mismo año decidí el mundo los horrores del mismísimo
enrolarme en la armada. infierno. Horrores que conocí de pri-
Durante muchos años no le conté mera mano y espero que no se repitan
a nadie mi experiencia, porque a jamás.
todos los que habían sufrido los efec- De igual manera quisiera que este
tos de la radiación los miraban como testimonio sirviera para que tú, y
a seres extraños, los consideraban quienquiera que lo lea, tengan la
muertos vivientes, seres a los que absoluta certeza de que Dios es capaz
aguardaba la tumba de un momento de obrar portentos para protegerte,
a otro. También se creía que la gente y que si Él desea que sigas con
expuesta a radiaciones tendría hijos vida, nada podrá acabar contigo, ni
anormales y deformes. Yo me sentía siquiera una explosión atómica.
10 conéctate N° 17
11. ¿CUÁNTO PESA UNA ORACIÓN?
C
¿ uánto pesa una oración? El único todo lo que tenía a la mano, puesto que
Author unknown
hombre que yo sepa que haya los demás clientes lo observaban.
intentado pesar una, no Trataba de mostrarse brusco, pero no
consiguió averiguarlo. era muy convincente; se ruborizó y su
En una oportunidad pensó que sí. nerviosismo lo hizo airarse aún más. Por
Fue en la época en que era dueño de fin dijo:
una tiendecita de comestibles. Justo una —Bueno, ya no cabe nada más en
semana antes de la Navidad de 1918. la balanza. Tome esta bolsa. Tendrá que
Una mujer de aspecto fatigado entró en guardarlo usted misma, porque estoy
la tienda a pedirle los víveres necesarios muy ocupado.
para preparar una cena navideña a sus Ahogando un sollozo, la mujer tomó
hijos. Él le preguntó de cuánto dinero la bolsa y comenzó a guardar las provi-
disponía. siones, mientras se secaba las lágrimas
—Mi marido murió en la guerra con la manga de su vestido cada vez que
—respondió la mujer—. Con lo único tenía un brazo libre. Él trataba de no
que puedo pagarle es con una pequeña mirar, pero no pudo evitar ver que le
oración. había dado una bolsa bastante grande y
Este hombre confiesa que en aquella que no estaba del todo llena. De modo
época él no se conmovía con mucha que tomó un queso y lo deslizó por
facilidad. No se podía administrar una el mostrador, sin decir palabra. Tam-
tienda de comestibles de la misma poco advirtió la ligera expresión de
manera que una institución de caridad. comprensión y gratitud que brillaba en
Así que le dijo: los ojos húmedos de la señora ante
—Escriba una lista de lo que nece- aquel gesto que revelaba que la dureza
sita—, y continuó con su trabajo. del tendero era sólo aparente.
Con asombro para él, la mujer sacó Cuando la mujer se fue, el tendero
de su escote un papelito, se lo entregó se dirigió a la balanza, rascándose la
por encima del mostrador y dijo: cabeza y moviéndola con expresión de
—La escribí anoche, mientras cui- desconcierto. Entonces halló la solución.
daba de mi bebé, que está enfermo. La balanza estaba descompuesta.
Sin reponerse de su estupor, el ten- El tendero es ahora un anciano.
dero tomó el papel, aunque luego se Pero aún se rasca la cabeza y mueve
arrepintió de haberlo hecho. ¿Qué podía la balanza con la misma expresión de
hacer con él? ¿Qué podía decirle? asombro. Nunca más volvió a ver a la
De pronto se le ocurrió una idea. señora. En realidad, nunca la había visto
Sin leer siquiera la oración, colocó el antes. Sin embargo, toda la vida recorda-
papel en la bandeja de su vieja balanza, ría a aquella mujer más que a ninguna
diciendo: otra en el mundo. Con frecuencia lo visi-
—Veamos a cuánta comida equivale. taba en su pensamiento.
Nuevamente se sintió desconcer- Sabía que no había sido su
tado: la balanza ni se movió al poner imaginación, pues aún conservaba la
sobre la otra bandeja una barra de hojita de papel en que estaba escrita la
pan. Confundido, descubrió que la oración de aquella pobre señora: «Por
balanza seguía inmóvil aunque seguía favor, Señor, el pan de cada día dánoslo
añadiendo mercadería. Empezó a poner hoy».
conéctate N° 17 11
12. Lo he vivido yo
La montaña rusa Author unknown, adapted by Keith Phillips
C
REO QUE TENÍA UNOS 14 cima y me detenía allí por un presuntos progresos y reve-
AÑOS cuando subí por momento antes de caer en laciones espirituales,
primera vez a una picado y sumergirme en un invariablemente el verdadero
montaña rusa. Recuerdo que mar de dudas y abatimiento. yo asomaba cabeza y hacía
mientras mi carrito trepaba Todavía no había aprendido patente todas sus imperfec-
hasta la cima y emprendía el que «caminar por fe y no por ciones. Horrorizado, caía en
primer descenso en picada, vista» (2 Corintios 5:7) signi- cuenta de que en realidad
se me congeló la sangre. En fica acoplar nuestro carrito no había llegado a ninguna
ese momento pensé: ¡¿Para a las inalterables promesas parte. Solamente había alcan-
qué diablos estoy haciendo divinas en vez de atornillarlo zado una cumbre momentá-
esto?! Luego comenzó la a nuestros efímeros senti- nea. Apenas una de una larga
sucesión de subidas y baja- mientos. serie en el prolongado cir-
das violentas y el pulso Los días que estaba feliz cuito de la montaña rusa, con
se me aceleró a tal punto y en la cúspide, se debían a todas sus curvas, contracur-
que creí que el corazón me que había hecho algo bien: vas y bajadas repentinas. Así
iba a estallar. Y no había así interpretaba yo las cosas. era mi vida espiritual basada
respiro ni salida. Mi única Quizás había sido excepcio- en mis sentimientos,
alternativa era aferrarme y nalmente humilde o estaba Finalmente, cuando ter-
aguantar hasta terminar el más en sintonía con el Señor minaba el recorrido y me
circuito. y Su Espíritu Santo. Fuera detenía, mareado y aturdido,
Los primeros meses des- lo que fuese, algo me había descubría con sorpresa que
pués que reconocí a Jesús impulsado a cruzar una fron- el Señor todavía me amaba.
como Salvador se parecieron tera invisible y me hallaba Era como un papá, que me
mucho a aquella vuelta en camino de un plano espiri- estrechaba en Sus brazos y
la montaña rusa. Había veces tual más elevado en el que me aseguraba que todo iba a
en que estaba en la euforia quedaban atrás los demás salir bien. Me llevaba alzado
y otras inmerso en el mayor mortales. Me sentía en el hasta que se me pasaba aque-
derrotismo. A veces, mientras pináculo de la gloria y me lla sensación de náuseas que
mi carrito subía, pensaba: enorgullecía de ello. Había me producía mi aparente fra-
Esto es fantástico, cada vez va escalado mi Everest. caso.
mejor. Tengo la felicidad ase- Pero justo cuando más Me llevó varias vueltas
gurada. Entonces llegaba a la orgulloso me sentía de mis de esas darme cuenta con
12 conéctate N° 17
13. ¡Cómo engañan los sentimientos! La Palabra de Dios
¡Qué inseguros y volubles son! es el cimiento de
Sólo es digna de crédito la fe. Conforme
la firme Palabra de Dios. lees y estudias
fielmente la Pal-
Aunque mi vida ande desgraciada abra de Dios, y
por falta de una tierna señal, meditas en ella y
hay Alguien mayor que mi alma, la memorizas,
cada frase de la
que a Su Palabra no ha de faltar.
misma te inspi-
rará, te fortalecerá
Confiaré en Su inmutable Palabra
y aumentará tu fe
hasta que cuerpo y alma se separen; (Romanos 10:17).
pues ésta no muere ni acaba David Brandt Berg
aunque todas las cosas pasaren.
Martín Lutero.
diáfana claridad cuán incon- Finalmente me di cuenta uno cuenta de que si la amo-
dicional es el amor de Dios. de que mis inútiles esfuerzos rosa mano de Dios no obra
Por muy bajo que hubiera por arribar a algún estado de en su vida, jamás logrará
caído o por muy alto que me espiritualidad forjada por mí nada. Y que la verdadera
pareciera haber escalado, Su mismo no hacían otra cosa religión consiste en brindar el
amor era constante. Cuando que impedir que Dios diri- amor de Jesús al prójimo.
daba contra el fondo y cla- giera mi vida. Una vez que Ahora, cada vez que veo
maba a Él en oración, me tomé conciencia de ello, dejé una montaña rusa, me
invadía un sentimiento de de poner tanto empeño en detengo y hago una oración
paz, de seguridad y de que convertirme en lo que debía para agradecer al Señor Su
Él todavía me aceptaba. Era ser y empecé a confiar en que, amor y Su paciencia, y que
como si me levantara, me efectivamente, Él era dueño Su Palabra me haya librado
sacudiera el polvo, me diera de la situación y me ayudaría de aquel circuito de altibajos
un beso y una palmada en a ser lo que Él quería que construido sobre mis sen-
la espalda, me pusiera de pie fuera. timientos y mi propia
sobre la base firme de Su Me tomó varios años com- concepción de la espiritua-
Palabra y me señalara qué prender en qué consiste la lidad, para ponerme en el
dirección tomar. Todo ello verdadera espiritualidad y circuito debido: el camino
con una sonrisa radiante de darme cuenta de que el derecho y angosto que con-
amor y alguna palabra de objetivo no es llegar y per- duce a una vida celestial
aliento. El versículo «Dios es manecer en la cima, sino junto a Él, ahora y para siem-
amor» (1 Juan 4:8) cobró toda más bien manifestar amor y pre.
una nueva dimensión para compasión. Que la auténtica
mí. humildad consiste en darse
conéctate N° 17 13
14. Tus preguntas respondidas
CÓMO COMBATIR EL DESALIENTO
Pregunta: Hace poco cometí algunos errores que me costaron caro
y me sumí en un pozo de abatimiento del que no logro salir. Me
siento un fracasado. Tengo ganas de darme por vencido. ¿Qué
puedo hacer para superar este estado depresivo?
A
UNQUE NO ENTENDAMOS como león rugiente, anda cuando los discípulos de
POR QUÉ A VECES EL SEÑOR alrededor buscando a quien Jesús cruzaban un lago en
PERMITE QUE TROPECEMOS devorar» (1 Pedro 5:8). una barca, éste se acercó
Y CAIGAMOS, no debemos olvi- Una de las tácticas más a ellos caminando sobre el
dar que Él nos ama, cuales- empleadas por el Diablo para agua. Al verlo, se asustaron
quiera que hayan sido los atacar a los cristianos es el tanto que exclamaron: ¡un fan-
errores que cometimos. Siem- desaliento. Si no logra evitar tasma! Jesús enseguida los
pre está a nuestro lado. Si que aceptes a Jesús en tu tranquilizó asegurándoles
acudimos a Él en oración corazón y en tu vida, hace que era Él y que no tenían
o procuramos que nos con- todo lo que puede por disua- nada que temer. Pedro
suele a través de la Palabra dirte de servir al Señor y respondió:
o del cariño de nuestros hablar de Él a los demás. Para —Señor, si eres Tú, manda
seres queridos, Él hará que se ello sabe que no hay manio- que yo vaya a Ti sobre las
disipe el sentimiento de des- bra más eficaz que conseguir aguas.
esperanza. El Espíritu Santo que fijes la mirada en tus Entonces Jesús lo llamó.
«nos consuela en todas nues- errores, pecados, debilidades Pedro saltó de la barca y se
tras tribulaciones» y es «nues- y fracasos. Se empeña en que dirigió hacia Él caminando
tra ayuda en momentos de pongas los ojos en ti mismo. sobre el lago. Pero al ver
angustia» (2 Corintios 1:4; En cambio, la Biblia no que arreciaban las olas, se
Salmo 46:1, versión Dios dice que debemos mirarnos atemorizó y empezó a hun-
habla hoy). a nosotros mismos, sino a dirse.
A diferencia del Señor, Jesús, «el autor y consumador —¡Señor, sálvame! —clamó
que siempre viene a nuestro de la fe» (Hebreos 12:2). El Pedro.
rescate y nos auxilia tranquili- Señor no nos recomienda Enseguida Jesús lo tomó
zándonos con palabras espe- que nos concentremos en de la mano y juntos retorna-
ranzadoras, el Diablo nos todos nuestros problemas, ron a la nave (Mateo 14:25-31).
bombardea con pensamien- tribulaciones y males; de En el momento en que
tos negativos y acusaciones. hacerlo, sin duda que nos Pedro dejó de poner los ojos
Con ello pretende condenar- hundiremos en ellos, tal en Jesús y comenzó a fijarse
nos y desmoralizarnos. La como le pasó a Pedro cuando en las olas, se inquietó y
Biblia nos insta a no ser igno- intentó caminar sobre el empezó a hundirse. Es proba-
rantes de las maquinaciones agua. ble que de no haber vuelto a
del Diablo (2 Corintios 2:11), El relato de Mateo, testigo mirar al Señor y pedirle ayuda,
sino a cuidarnos de nuestro presencial de aquel episodio, se hubiera ahogado.
«adversario el Diablo, [que] nos dice que en plena noche, Análogamente, cuando
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15. Lecturas suculentas
Los milagros de Dios
Expectativa A lo largo de la Biblia, el Señor
concedió poder y protegió a
Al disparar una flecha, esperamos hasta ver dónde cae; Sus hijos, quienes, al igual que
al despedir un barco que se hace a la mar, esperamos nosotros, eran frágiles seres
pacientes su regreso; al sembrar semilla, esperamos humanos. Los mismos milagros
cosechar; al depositar nuestras oraciones en el regazo de de poder, protección y justicia
Dios, ¿no debiéramos entonces esperar una respuesta? divinos que se produjeron en
tiempos bíblicos pueden hacerse
realidad hoy en día. Los siguien-
nos estamos hundiendo en el podamos, a sabiendas de que tes pasajes son recuentos de
mar del abatimiento, lo que Él es el único capaz de ayu- algunos de los milagros registra-
tenemos que hacer es clamar darnos a obrar bien. Pídele dos en la Biblia. Estas narraciones
a Jesús, poner nuestra mano que te ayude a olvidarte de tienen por objeto infundirnos fe:
en la Suya y dejar que Él ti mismo y a pensar en los
nos alce y nos lleve a terreno demás y sus necesidades. Ya Se abre el Mar Rojo
firme. verás que al poner tu empeño Éxodo 14:21–31
De modo que cuando en ayudar a los demás y
nos sintamos abrumados por hacerlos felices, la felicidad Agua mana de una roca
nuestras faltas, errores y encontrará a ti. «Dad, y se os Números 20:7–11
falencias, y nos parezca que dará» (Lucas 6:38). El sol y la luna se detienen
Satanás se nos ríe en la Cuando seas proclive a
Josué 10:12–14
cara, más nos valdría ser fran- descorazonarte, perder el
cos con él y admitirle que ánimo y sumirte en el aba- Se obtiene alimento en plena
es verdad que somos una timiento, ¡mira hacia arriba! hambruna
calamidad, que sabemos que Alaba al Señor y agradécele 1 Reyes 17:1–16
cometemos muchos errores y todo lo que ha hecho por
A salvo en el horno de fuego
que de no mediar el Señor, ti. Haz un recuento de todas
Daniel 3:19–27
seríamos aún peores. Que las bendiciones que has reci-
la única esperanza que tene- bido del Señor y ocupa tu Protección en la fosa de los
mos es Cristo en nosotros, mente, tu corazón y aun tu leones
esperanza de gloria (Colosen- voz con pensamientos posi- Daniel 6:16–23
ses 1:27). tivos y palabras de oración
Todos somos un lío, y si y alabanza. Recita las Escri- Curación de un cojo de
no mantenemos la vista fija turas y canta al Señor, y el nacimiento
en Jesús y no meditamos de Diablo y sus sombras huirán. Hechos 3:1–10
continuo en Su Palabra, esta- Deja entrar la luz —la luz de Señales y prodigios, acosa-
mos condenados a la derrota, la Palabra de Dios, la oración, miento y liberación
la incredulidad, la desilusión la alabanza y el servicio a Hechos 5:12–23
y en última instancia, al fra- los demás— y verás que las
caso. Nos conviene dejar de tinieblas se desvanecen por sí Resucita Dorcas
esforzarnos por ser perfectos, solas. Hechos 9:36–42
pues nunca lo seremos. No Picadura de serpiente
nos queda más remedio que
Hechos 28:1–5
seguir al Señor y hacer lo que
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16. Siempre y eternamente…
El torrente de Mi amor jamás se seca. El flujo de Mi amor en tu vida es siempre
libre y abundante, pero la medida en que tú lo percibas o lo notes depende de tu fe,
de cuánto quieras verlo manifestado, de la voluntad que tengas para creerlo, para verlo
y para reconocer las innumerables maneras en que lo expreso cada día. Puede que lo
vislumbres, lo sientas y lo reconozcas, y puede que no; sin embargo, eso no altera el
hecho de que sea constante, copioso e incondicional.
No puedes hacerte acreedor a él ni obtenerlo gracias a tus obras, ni ser digno de él
por tus propios méritos, pues te brindo Mi amor a modo de obsequio. Te quiero porque
te quiero. Es así de sencillo. Te amo y jamás dejaré de hacerlo. Nunca te amaré menos.
Siempre te amaré con amor perfecto, interminable, abundante.
Anhelo que tengas parte en este amor Mío, en toda su abundancia, su belleza, su
poder y su gloria. Mi amor por ti es eterno.
DE JESÚS CON CARIÑO