1. PERCEPCIÓN MUSICAL Y FUNCIONES COGNITIVAS ¿EXISTE EL
EFECTO MOZART?
C. TALERO-GUTIERREZ, J.C ZARRUK-SERRANO, A. ESPNOSA-
BODE
PRESENTACIÓN DEL ARTÍCULO
El artículo “Percepción musical y funciones cognitivas ¿existe el efecto Mozart?, trata
inicialmente de los principios de la música con la voz del hombre y los primeros
instrumentos encontrados de la cultura egipcia, y la importancia de la música en las
diferentes etapas y culturas de la historia hasta llegar al punto de madurez del siglo XVI
y posteriormente el enfoque terapéutico del siglo XX que se asocia a la música.
Hace una relación y comparación sobre la música y el lenguaje ante los métodos de
aprendizaje y la capacidad de expresión. Seguidamente hace referencia a los procesos
por los que se somete el sonido y posteriormente en el cerebro y los estudios que a lo
largo se han ido desarrollando ante la localización de los elementos musicales en los
dos hemisferios del cerebro y la cooperación existente entre ambos.
Por último se explican los diferentes experimentos tanto en personas como en
animales, que se han realizado para demostrar o desmentir el “efecto Mozart” que
comienza por el “Efecto Tomatis” en el que los resultados son anecdóticos, seguido de
Rauscher en el que utilizando la música de Mozart encuentra mejores resultados en
aquellos grupos donde se ha utilizado y las réplicas y estudios que han apoyado estos
resultados.
ANÁLISIS DEL CONTENIDO
Iniciado el tema en el artículo de la música como método terapéutico defiende que
tanto en la música como en el lenguaje “…existe una predisposición genética que
permite a los sujetos adquirir el lenguaje y reconocer variaciones musicales desde
edades muy tempranas”(p. 1168) esto se finaliza con “los resultados de los estudios
experimentales relacionados con el procesamiento musical están afectados por la
experiencia musical de los sujetos y a la forma de presentación de los elementos que
constituyen el estimulo musical” (p.1168)
Por lo que podemos decir al respecto que para un completo procesamiento musical es
necesario tres aspectos, la predisposición genética, la experiencia y el estimulo
recibido por la música y los aspectos musicales, o la cooperación y complementación

2. entre los tres. Pueden darse casos que por predisposición genética adquieran
experiencia en poco tiempo llamándolos “niños prodigio” pero de esto los casos son
escasos.
Sobre los estudios en los que se localizan las funciones de la música respeto a los
hemisferios, hay una evolución en cuanto a lo que se pensaba al comienzo de las
investigaciones en los que “sugerían que el hemisferio izquierdo se especializaba en el
procesamiento del lenguaje y el hemisferio derecho de la música” (p.1169) y en los
últimos estudios realizados en los que reconocen “el hemisferio derecho se relaciona
con el análisis del tono y del timbre y el izquierdo con el ritmo y el reconocimiento de
melodías” (p.1171). Se llega a esta conclusión después de numerosos estudios a
enfermos con daños cerebrales y no enfermos contrastando dichas informaciones.
Con toda esta información se realizan diversas investigaciones para demostrar los
beneficios de la música de Mozart, que pasan desde experimentos con “personas con
dificultades auditivas o de lenguaje” (pag.1170) realizado por Tomatis, hasta el que
denomigo el “efecto Mozart” con estudiantes de una universidad, y otros muchos que
posteriormente han querido reafirmar este efecto o negar las mejoras de las
habilidades.
VALORACION Y JUICIO CRÍTICO
Partiendo de la base en la que concluye el articulo “la mejoría específica en el
desempeño de habilidades visuoespaciales que ocurre después de escuchar música de
Mozart y que tiene reconocida corta duración (10-15 minutos) es el efecto
denominado “efecto Mozart” (pag.1171). En un estudio realizado en otra universidad
sobre prácticas anatómicas en cadáveres señalan que “la estimulación auditiva tiene
resultados a largo plazo ya que mejora la capacidad de retención de los contenidos lo
que favorecería su evocación al momento de la evaluación práctica.
Estoy de acuerdo con esta aclaración ya que aunque el efecto se dé durante 10 o 15
minutos, si la estimulación se ha realizado a la hora de aprender ciertos contenidos,
esto permanecerá en el aprendizaje y esos contenidos serán aprendidos para llevar a
la práctica en otro momento ya que se han adquirido con una estimulación que en este
caso sería con la música de Mozart, por lo que el aprendizaje permanecerá a largo
plazo, y a la hora de volver a aplicar a la práctica en otro momento ya estarán
adquiridos.
Por otro lado según hace referencia este artículo no están totalmente demostrado
todos los experimentos científicamente ya que existen bastantes estudios que lo
apoyan y otros en los que no se encuentran cambios significativos pero lo que sí es
cierto es la existencia de numerosos estudios que apoyan que la música es una fuente

3. de aprendizaje para adquirir diversas competencias desde edades tempranas. Según
Gadner en su libro en el que trata sobre las inteligencias múltiples “la música
estructura la forma de pensar y trabajar, ayudando a la persona en el aprendizaje de
matemáticas, lenguaje y habilidades espaciales” es cierto que no nombra la música de
Mozart pero sí los beneficios que aporta la música en el aprendizaje.
Por lo que concluyo este artículo diciendo que no se si realmente existe el efecto
Mozart ya que no existen estudios empíricos y rigurosos que realmente demuestren
los hechos, y puede tratarse de una estrategia comercial para escuchar dicha música, y
dado el desacuerdo ante los diferentes estudios aquí mostrados no dejan claro este
efecto dando posibilidad a otros factores como puede ser el estado de ánimo de los
sujetos, el tipo de música, etc. Pero lo que sí que creo y ante la búsqueda de artículos
relacionados con los beneficios de esto, es que la música es muy importante en el
aprendizaje del niño, ya que aporta numerosos beneficios y están relacionados
directamente con el desarrollo intelectual incentivando capacidades de atención,
escucha, y concentración entre otras.
BIBLIOGRAFÍA
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musical y funciones cognitivas ¿Existe el efecto Mozart?. Revista de Neurología, pag.
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