1. ¿Cómo afecta la música nuestr as emociones?
Son las siete de la mañana. Tu radio empieza a sonar y escuchas los
primeros acordes de esa canción que tanto te gusta. Es inevitable.
Comenzar así un lunes mejora las cosas. La música afecta nuestras
emociones, la forma en la que encaramos los días e incluso nuestro
estado de ánimo. ¿Qué hace de ella una herramienta tan poderosa, que
condiciona cómo nos encontramos de una manera tan brutal?
Hace un par de meses os contábamos cómo unos investigadores de
California publicaban en la revista Science sus hallazgos sobre la
importancia y la relación entre el núcleo accumbens y el córtex auditivo
cuando escuchamos una canción. Gracias a la técnica conocida como
resonancia magnética, los científicos buscaban entender qué ocurría en
nuestro cerebro cuando oíamos música.
Nuestro estado emocional puede
alterarse con música
Ahora investigadores de la Universidad de
Pennsylvania, en Estados Unidos, han ido un poco más allá. A través de
su trabajo publicado en la revista Nature Neuroscience, han tratado de
averiguar cómo la música afecta nuestras emociones. Una experiencia
que vivimos a diario pero de la que los científicos apenas tienen pistas.
El equipo liderado por Maria Neimark Geffen se propuso entender el
mecanismo por el cual algunos sonidos o canciones podían alterar
nuestro estado emocional . Este hecho no es irrelevante, ya que
existen casos realmente traumáticos, en los que convendría saber más
acerca de los procesos neurológicos que tienen lugar.
Por ejemplo, muchos veteranos de guerra que sufren estrés posttraumático, tiempo después de regresar de la zona de conflicto, siguen
2. asociando ruidos o sonidos como los de los truenos, con emociones y
sensaciones muy desagradables, propias del campo de batalla. Adivinar
cómo activar o desactivar esta asociación mental podría ser una buena
herramienta terapéutica para las personas afectadas.
Para realizar su investigación, los científicos llevaron a cabo una serie de
experimentos en ratones, para comprobar cómo laagudeza acústica de
estos animales podía cambiar en el caso de que sufrieran un episodio
traumático. Este hecho se conoce en neurociencia como aprendizaje
emocional, y su estudio puede ayudar a entender por qué la música
afecta nuestras emociones.
Las pistas estudiadas con un viejo
experimento de Pavlov
Con este objetivo, los investigadores norteamericanos sometieron a los
ratones a lo que se conoce como condicionamiento clásico
o condicionamiento pavloviano . Esta experiencia de aprendizaje
asociativo se basa en una vieja idea de Aristóteles, quien decía
que cuando dos cosas suelen ocurrir juntas, la aparición de una traerá la
otra a la mente.
Si tras superar un episodio traumático, los animales variaban su agudeza
acústica, de manera que pudieran diferenciar entre
sonidos potencialmente peligrosos y sonidos relajantes, esto podía dar
buenas pistas sobre cómo funcionaba el aprendizaje emocional.
Repitiendo experimentos de aprendizaje muy específico a través de los
sonidos, los científicos observaron cómo las respuestas emocionales y
de desarrollo de la agudeza eran más específicas también,
especialmente en el caso de que las frecuencias de los dos sonidos
analizadas fueran parecidas.
Por último, los investigadores fueron capaces no solo de analizar cómo la
música afecta nuestras emociones, sino tambiénqué regiones del
cerebro se activan durante este aprendizaje emocional . Y aunque
los efectos de este proceso sobre la percepción y agudeza acústica son
específicos del córtex auditivo, lo cierto es que no es la zona cerebral
directamente implicada en el aprendizaje emocional.
En este importante proceso biológico, que media en parte cómo la
música afecta nuestras emociones, participan dos regiones: la amígdala
y las áreas auditivas subcorticales. Para conocer la relación entre la
corteza auditiva y la amígdala aún se necesitan muchos más estudios,
3. pero lo cierto es que los sonidos juegan un importante papel en nuestro
estado de ánimo y las reacciones emocionales que llevamos a cabo.
Son preguntas que, aunque la ciencia tarde en responderlas, son
verdaderamente intrigantes en nuestra vida diaria. ¿Y a ti, cómo te
afecta la música que escuchas?