La libertad es indispensable para la creación ya que permite abrir la imaginación y dejar que sea el inconsciente el que tome el vuelo de las ideas. Las mejores ideas surgen donde hay libertad para innovar y conectar ideas preexistentes de manera nueva. Las nuevas ideas nacen de combinar restos de ideas antiguas de manera creativa y requieren de un entorno que permita formar conexiones sorprendentes entre las ideas.
1. La libertad,
fuente de creación
Entrevista a
Fernando Savater
Filocalia: Cartas a un
jóven poeta
> Sólo se que no se
septiembre/octubre 2013
número 6
ÁGAPE
La libertad a la hora de crear es indispensable para poder
abrir la imaginación de par en par y dejar que sea el
inconsciente quien tome el vuelo de las ideas.
Como siempre, comparimos textos que hacen al interés
y a la mayor sabiduría de cada uno.
Todavía quedan intelectuales dispuestos a
opinar sin descanso sobre temas que a todos
nos conciernen y preocupan.
2. 32
2013
EL KAIRÓS
intangible. Sin embargo, se sabe que ahí esta,
esperando el momento para volver a encontrar
como escabullirse en la realidad. Es la esfera del
diálogo más remota, más recóndita, pero más la
deseada. Hay que morir para encontrarla. Hay
que entregar un pedazo de vida, hacer un pacto, el
pacto más osado, atrevido, que conduce a la per-
dición del encontrar.
Vivimos en un mundo acelerado, donde el ritmo
vertiginoso nos lleva a perdernos los detalles que,
nosólodiferencianeldíaadía,sinoquelelosllenan
de sentido. Uno se encuentra en la misma encru-
cijada, entre lo que todavía no hizo y el tiempo
que resta. La respuesta suele ser: no tengo tiempo.
Yo te invito a decir: el tiempo no me tiene a mi... y
que te burles de su existencia. Que sepas que él no
marca más que pasos para no vivir en eternidad.
Él sólo escalona la vida, deteniendo cada vez más
lo que deseamos subir.
Por eso, alisemos los escalones de la temporalidad
y corramos por nuestra propia rampa. Que él no
sea más que tiempo, aquello que sabemos qué es
si no nos lo preguntan y que desconocemos qué
es cuando nos lo preguntan. Tengamos en cuenta
que él no puede poseer nada si no se lo entrega-
mos, no puede cambiar nada si no se lo permiti-
mos. Somos nosotros antes que el tiempo. Hom-
bre, luego tiempo.Viviendo la propia eternidad.
Contemplaba lo que la rodeaba sin comprender
nada. Todo pasaba tan rápido, que lo único que
podía ver era la estela que dejaban las cosas a su
paso. No podía abarcar absolutamente nada, pues
se encontraba dividida por sus emociones. Todo
la colmaba, era como una fuente de agua, que re-
balsaba permanentemente.
Alguien se había olvidado de cerrar la canilla y no
dejaba de derramar agua por doquier. Mientras
más agua se derramaba, más fuerte era la fuerza
con la que salía del grifo. ¡Que alguien cierre la ca-
nilla por favor!¡Se está inundando todo!
Lo más extraño de todo era que la densidad del
aguanoeranormal,eradistinta.Parecíamuyespe-
sa, pesada. Se derramaba abundantemente pero in-
tensamente. Ese lapso indeterminado de tiempo,
en el que esto se sucedía, no se podía medir cuan-
titativamente. Cualitativamente, esto era lo más
oportuno, lo mejor que podía pasar en aquél mo-
mento. Era la condición más necesaria: el kairós.
Finalmente encontré que no encontré nada. No
había nada y esa nada lo era todo en ese momento.
Se sucedía en un determinado tiempo, que no se
Cuando se pierde la noción, ya no se puede medir.
Simplemente, se pierde la noción. No es olvidar,
porque justamente no se puede parar de vivir.
El tiempo cronológico condiciona, limita, nos coloca detrás de los sucesos.
De hecho, es una concepción del hombre, así que deberíamos de usarla a
nuestro favor y no perjudicarnos con su existencia. Deberíamos de vivir
en la eternidad, en vez de la temporalidad.
por: belén furtado
por: alberto montt
Nota editorial
3. 5
2013
4
Sumario
El Órden
En ésta nueva edición de Ágape, nos proponemos
manera distinta. Queremos que te animes a aden-
trarte en las notas de ésta edición, no como al-
guienajenoalarevista,sinocomounlectorquese
vuelve partícipe activo de las notas publicadas a
que planteamos en ésta edición, como lo hacemos
en todas las demás publicaciones bimestrales.
Lo único que debes tener en cuenta, es que esto
es un viaje de ida... nosotros ya hemos perdido la
cabezahacetiempo,yanoshemosadentradoenel
ojo de la tormenta, donde no hay vuelta atrás. No
-
nos elporqué delascosas.
> La libertad, fuente de creación
Sabiduría ilustrada
La hora de leer
El conocimiento de la verdad en una
comiquísima ilustración.
Ágape te ofrece una reseña de un
libro para que te animes a expandir
tus lecturas a otros horzontes.
por: eduardo salles
por: maría gálvez
La libertad a la hora de crear es indispensable para
poder abrir la imaginación de par en par y dejar que
sea el inconsciente quien tome el vuelo de las ideas.
En esta nota te contamos como hacer.
por: federico ayerza
>Starets
En esta entrega bimestral, te
traemos los mejores programas
para hacer en esta primavera
que recién comienza.
por: santiago pinasco
Programas filosóficos Pienso luego existo
Una vez más, en esta columna
de opinión, Dario nos ofrece
por: dario stajnszrajber
por: ignacio díaz
4 14
22
9
STAFF
Diseño editorial
Belén Furtado
Secretaría de redacción
Tipografía Cosgaya II
Pablo Cosgaya
Diseño y arte
2013
Colaboradores
Ary Silberstein
Diego Orellano
Marian Sabattini
Prohibida la reproducción total o
parcial de los artículos si autorización
de la dirección editorial.
info@agape.com.ar
www.revistaagape.com.ar
52
Cinismo ilustrado
Nota editorial
La mejor tira de humor cínica que
Ágape puede presentar, de la mano
de un gran ilustrador.
mano de la editora de la revista.
por: alberto montt
por: belén furtado
7
12
7. 1312
2013
“¿Y qué se aprende escribiendo? , pregun-
tarán ustedes. Primero y principal, uno re-
cuerda que está vivo y que eso es un privi-
legio, no un derecho. Una vez que nos han
dadolavida,tenemosqueganárnosla.Lavida
nos favorece animándonos y pide recom-
pensas. Así que si el arte no nos salva, como
desearíamos,delasguerras,lasprivaciones,
la envidia, la codicia, la vejez ni la muerte
puede encambio revitalizarnos en medio de
todo. Segundo, escribir es una forma de su-
pervivencia. Cualquier arte, cualquier trabajo
bien hecho lo es, por supuesto. No escribir,
para muchos de nosotros, es morir. Debe-
mos alzar las armas de cada día, sin excep-
ción, sabiendo quizás que la batalla no se
puede ganar del todo, y que debemos librar
una especie de victoria. Acuérdense del pia-
nista que dijo que si no practicaba un día, lo
advertiría él, si no practicaba durante dos,
lo advertirían los críticos, y que al cabo de
tres días se percataría la audiencia. Hay de
esto una variante válida para los escritores.
Noesqueenestospocosdíassevayaafundir
elestilo,sealoque fuere.
Peroelmundoledaríaalcanceauno,einten-
taría asquearlo. Si uno no escribiera todos
losdíasunoacumularíavenenoyempezaría
a morir, o a desquiciarse, o las dos cosas.
Uno tiene que mantenerse borracho de es-
critura para que la realidad no lo destruya.
Porque escribir facilita las recetas adecua-
das de verdad, vida y realidad, que permiten
comer, beber y digerir sin hiperventilarse y
caer en la cama como un pez muerto. En mis
viajesheaprendidoquesidejodeescribirun
solo día me pongo inquieto. Dos días y empi-
ezo a temblar. Tres y hay sospechas de locu-
ra. Cuatro y bien podría ser un cerdo en un
lodazal.Unahoradeescritura es untónico.
Palabras a
un principiante
“Zen en el arte de escribir”
de Ray Bradbury
mente completo e igualmente lisiado en la prác-
tica. En bien de la claridad, es más fácil exponer
la idea diciendo que un hombre puede creer que
siempre vive en un sueño. Pero evidentemente
no se le puede ofrecer.
7. La difusión del invento
El hombre que no puede creer a sus sentidos y el
hombre que no puede creer en nada, son igual-
mente insanos, pero no es posible probar el dese-
quilibrio por un error de sus argumentos sino por
Ambos se han encerrado en sendas cajas pintadas
interiormente con el sol y las estrellas; los dos
son incapaces de salir, uno a la salud y la dicha
del cielo, otro a la salud y la dicha de la tierra. Su
posición es muy razonable; y aún más, en cierto
una humillada y esclavizada eternidad. Es en-
tretenido advertir que muchos místicos o escép-
ticos modernos, han tomado como insignia un
símbolo oriental, que es muy el símbolo de esta
nulidad extrema. Representan la eternidad por
una serpiente con la cola en la boca. Hay un ad-
mirable sarcasmo en esta imagen de una comida
poco satisfactoria. La eternidad del materialismo
fatalista, la eternidad de los teósofos arrogantes y
representada por laserpiente que se come la cola;
un animal degradado que destruye.
al principal signo y elemento actual de la insania,
que es, en resumen, la razón usada sin base; la
razón en el vacío. El hombre que comienza a pen-
sar sin la base de un primer principio adecuado,
enloquece; es el hombre que empieza por el mal
lado. Y en las páginas que siguen tenemos que
tratar de descubrir cuál es el buen extremo. Pero
podemos preguntar, a guisa de conclusión, si esto
es lo que vuelve loro al hombre ¿qué es lo que lo
conserva cuerdo?
Existe una extraña mistifi-
cación que presenta al fatal-
ismo materialista en cierta
manera favorable al perdón
Debo admitir que la sensualidad de Girondo me
intimidaba. Arrojaba su masculinidad con tanta
seguridad y su mirada penetrante obligaba a ced-
desprolijo para la época; pero, prolijo para la mía.
Tenía un peinado de costado y barba de poeta, así,
recién crecida, de dos o tres días. Esto demostra-
ba que se había pasado escribiendo hasta último
momento. Sus manos llenas de tinta negra, ter-
habían sido de inspiración. Quise imaginarlo sen-
tado en su escritorio,
El poeta me invitó a pasar con un gesto cordial.
Muy educadamente me dejó pasar primera por el
zaguán. No sé hasta qué punto no me estaba me-
tiendo en la boca del lobo… Girondo tiene fama de
-
mor cuando pude sentir cómo me medía con sus
ojos al pasar antes que él por el estrecho pasillo.
Algunos habitantes del pueblo se pusieron de ac-
uerdo para empezar una campaña de “anti-corte
de alas a las ideas”. Armaron cacerolazos en la
Plaza Mayor, hicieron paro en sus trabajos, col-
garon carteles por las calles. “Alguien tiene que
hacer algo. Están matando nuestras ideas. En re-
alidad es peor: le están cortando las alas y las de-
jan morir. ¿Quién podría ser tan desalmado para
dejar a alguien morir así?”.
Parece que las alas de las ideas son muy valiosas.
Tienen ese no-se-qué que deja que la realidad sea
tener que cumplir el rol de transportar las ideas,
se tuvieron que hacer muy dóciles y poderosas
para poder llevar su vuelo.
Alguien las estaba robando para sí mismo. Se ve
que a ese alguien le faltaban las ideas... Porque
para robar las ajenas hay que estar perdido. Ya
casi no quedaban. Por ende, quien las hubiera
robado las tendría todas.
Con esa pista, se pusieron en busca de culpable.
Hacían todo tipo de ejercicios a los habitantes de
la región: preguntas capciosas, recursos artísti-
cos, lecturas de textos oníricos, entre otras co-
sas, para lograr despertar la creatividad a ver si
a alguien se le caía alguna idea. Pero a nadie se le
ocurría nada. Y así fue: encontraron las lágrimas.
Las derramaron, mientras todos lloraban. Llorar-
on mucho, largo y tendido. Había que derramar
bastante. Lo más sorprendente es que las lágri-
mas no eran forzadas, eran puras. Realmente
lloraban a lágrima viva sus ideas, como quien de-
sea puramente volver a recuperarlas.
He aquí que nadie conoce cual es el vuelo de nues-
tras ideas más que nosotros mismos. No permita-
mos que les corten las alas. Cuidémoslas porque
son todo lo que tenemos junto al frasquito de es-
peranza que llevamos en nuestro bolsillo.
Misticismo: Doc-
trinareligiosa
enseñalacomu-
nicacióndirecta
entre el hombre
y ladivinidad
atravésde la
intuicióno el
éxtasis.
8. 14 15
2013
por: ignacio díaz
No hay casi prácticamente ninguna cuestión
pública importante sobre la que Fernando
Savater no haya intervenido durante estos últi-
mos 30 años (desde los nacionalismos periféri-
cos hasta la defensa del castellano, pasando por
el terrorismo de ETA o las corridas de toros) ni
ningún género que no haya practicado (el ensayo,
el artículo periodístico, la novela, el cuento…).
-
merosos premios por su obra ensayística (entre
el Planeta), y también por su defensa de los dere-
chos humanos, como el Premio Sajarov, por su
vinculación con el movimiento cívico ¡Basta ya!
recordemos que ha tenido que salir de casa acom-
pañado por dos escoltas durante casi 15 años por
su frontal rechazo de la violencia terrorista–.
Ha luchado siempre contra todo tipo de sec-
tarismo, por eso sus posiciones han sido muchas
veces mal recibidas por tirios y troyanos, lo que
le han granjeado enemistades en ambos bandos,
pero justo por eso desde hace tiempo hizo suyo
el lema de Bernanos: “Nunca nos cansaremos de
escandalizar a los imbéciles”. Y es que, como él
muy bien dice, “despertar cierta animadversión
de cierta gente es obtener el único galardón sin-
Staretz
Los jóvenes
son el futuro.
Es nuestro deber
instruirlos para
descansar en ellos
en el futuro.
-
esta públicamente en determinadas ocasiones”.
Desde posiciones cercanas al anarquismo (en sus
evolucionando –algunos pensarán que más bien
ha degenerado– hacia posturas cada vez más so-
cialdemócratas, hasta el punto de que ha llegado
a escribir que ha sido “un izquierdista sin cruel-
dad que aspira ahora a convertirse en un conser-
vador sin vileza”.
tor,
ensayista, … ¿Cuál de estas categorías crees
No renuncio a ninguna, pero si tengo que jer-
arquizarlas diría que, ante todo, soy lector. La
lectura ha sido el placer y la pasión de mi vida, y a
partir de ahí todo lo que he hecho ha sido un poco
la lectura. Cuando yo fui a launiversidadme hubi-
era gustado cursar la carrera de literatura, para la
que me sentía más preparado (aún hoy leo mucha
-
mento no existían carreras como literatura com-
en aspectos gramaticales y cosas por el estilo, que
a mí no me atraían demasiado, y entonces elegí
-
ento en absoluto!
Hablando de caballos, en tu última novela uno
para mí las únicas experiencias felices en mi
vida”. ¿A ti te sucede lo mismo?
Si tengo que elegir un lugar donde he sido más
feliz son los hipódromos. El hipódromo es, en el
imaginario de mi juventud y de mi infancia (y, por
supuesto, también de la madurez), el paraíso y el
lugar de la amistad. El paraíso tiene para mí for-
ma de hipódromo, supongo que para otros tendrá
otra forma diferente. No es ni mucho menos un
trabajo ni una ocupación teórica, sino una pasión
casi física. Y luego está la narración: me ha gusta-
do mucho leer narraciones y me hubiera gustado
acertar a contarlas bien (creo que lo he consegui-
do en alguna). Me gustan las narraciones que les
gustan a los jóvenes o, por lo menos, las que les
gustaban a los jóvenes cuando yo lo era y eso es lo
que he procurado escribir.
-
No sé si hay un paradigma obligatorio del profe-
leen trabajos académicos de sus colegas en revis-
tas especializadas, normalmente para criticarlos.
Yo no he sido así, nunca he tenido una vida aca-
démica en ese sentido; me parece una aberración.
Y, sin embargo, creo que no he sido un mal profe-
sor. No he renunciado a ninguno de mis placeres,
he trabajado para vivir como a mí me gustaba.
Antes de hacer la entrevista me decías que
que preferías considerarte un profesor de
persona que tiene la capacidad de crear concep-
tos y una visión totalmente personal y distinta
del mundo, de la vida y de nuestra relación con
él. Ya sabemos quiénes son los grandes: Kant, Spi-
noza. Yo soy profesor, nada más. Un profesor de
aprender de ellos y también de dar una modu-
lación personal a esa enseñanza.
“El educador tiene que ir a contracorriente y
ser antipático porque su trabajo consiste en
frustrar”. ¿Qué quieres decir?
El educador no es un animador cultural, no es
una especie de presentador de televisión que ten-
ga que sonreír permanentemente. El educador
tiene que ofrecer una resistencia al educando,
pues todos crecemos apoyándonos en lo que nos
ofrece resistencia, como la hiedra. Hace falta algo
que ofrezca resistencia para que uno crezca hacia
arriba y no se desperdigue hacia abajo o hacia los
lados, y los educadores somos quienes ofrecemos
resistencia.
De Ética de urgencia lo que me parece más vali-
oso es mostrar lo que yo he entendido como la
tarea del educador.
Muchas gracias Fernando.
15
2013
14
Entrevista a Fernando Savateral
“A mí lo de filósofo me parece
estupendo, pero yo no me con-
sidero un filósofo. Ya sabemos
quiénes son los grandes: Kant,
Spinoza. Yo soy profesor y
amante de caballos, nada más”
9. 1716
2013
>Cine>Charlas
Hacer programas
13/9
2/10
5/10
Hannah Arendt es el retrato de un genio que
conmovió al mundo con su descubrimiento de la
“banalidad del mal”. Tras asistir al juicio Nazi de
Adolf Eichmann en Jerusalén, Arendt se atrevió a
escribirsobreelHolocaustoenunostérminosque
nadie había visto antes. Inmediatamente, su obra
a pesar de que tanto sus amigos como sus enemi-
gos la critican. Sin embargo, mientras la alemana
judíaemigradaluchaparareprimircualquieraso-
ciación con su doloroso pasado, el largometraje
pone en evidencia su seductora mezcla de arro-
arruinadapor elexilio.EnlaFacultaddeFarmaciayBioquímicadelaUBA
Gianni Vattimo. La clase Inaugural contará con la
participación especial de Darío Sztajnszrajber.
Ambosdialogaránsobre“CienciayTécnica,entre
lalibertady eldominio”.
La película está ambientada en los años 50 y cuen-
ta la historia de una familia estadounidense, cen-
trándose en la evolución de su hijo mayor, Jack
(HunterMcCracken).
22/09
Curso de Platón:
CC Borges, 10:30hs. (3 encuentros)
El Centro Cultural Borges ofrece a todos
platónica que consiste en tres encuentros
con lecturayanálisisdetextos.
Hannah Arendt
Gianni Vattimo
El árbol de la vida
Cinemark de Palermo, 20:00 hs
Facultad de Medicina 17:30 hs
Cinemark de Palermo, 20:45 hs
>Programas para pensar
>Shows >Televisión
12/10 12/10
Crónicas marcianas
de Ray Bradbury:
CC Recoleta, 18:30hs.
Una representación que cor-
responde a la obra del escri-
tor RayBradbury.Unaexpe-
riencia sin igual con grandes
actores, que nos proponen
una experiencia distinta en
elpuestaenescena.
“Filosofarte”
Dirigido por Juan Sasturain
Elartedeamarlasabiduríaseen-
cuentra en el conocimiento de la
ignorancia, como verdad real in-
evitableenlavidadetodos.
17/9
“Confucio”secentraenlosúltimosañosdelavida
desde su toma de cargo político a los 51, hasta su
muerte a la edad de 73 años, época en la que tiene
lugar la apoteósica historia de enfrentamientos
entre los estados Chinos.
Microcine: Confucio
Teatro San Martín 20:30 hs
17/09
Pizarnik y Ocampo:
Teatro San Martín, Sábados 20:00hs
Las actrices Marta Bianchi y Noemí Fren-
kelinterpretanaSilvinaOcampoyAlejan-
dra Pizarnik en la obra Mujeres terribles,
escrita por Marisé Monteiro y Virginia
Uriarte y dirigida por Lía Jelín. Una obra
18/9
Un programa hecho para jóvenes, pero para con-
-
ionar sobre lo que respalda nuestros juicios de
valor, pero también para pensar las razones que,
a lo largo de los años, han hecho visibles algunos
hechos sobre otros y han sustentado las historias
que nos cuentansobre unpaís,unaregión.
Mentira la verdad
Canal Encuentro 23:00hs
23/10
“Mirar más allá”:
Canal 7, Sábados 24:00hs.
José Pablo Feinmann despliega las propuestas de
los grandes pensadores de todos los tiempos y pre-
senta sus escritos esenciales para pensar la histo-
ria del mundo y de la actualidad desde un marco
-
22/09
Ciudadela de Antoine
de Saint-Exupéry:
Colegio de agogados, 19:00hs.
Mario Sinter ofrece un cic-
lo acerca de la novela más
póstuma de Exupéry y sus
pensamientos.
10. 1918
2013
Papel y lápiz en mano. Una ventana semi abier-
ta que ventila el olor de un Domingo a la tarde.
La taza de te que tomé hace dos horas y la aure-
ola que dejó la taza en la mesa. Intento concen-
trarme, pero las palabras todavía no vinieron a
mi. Me asomo por la ventana, me fumo un cigar-
rillo y veo a lo lejos algo que me sorprende, algo
que hace volar mi imaginación, algo que me lleva
a encontrarte... Te acercas. Te miro y vos me mi-
ras a mi. Me das ese beso en la frente que estaba
esperando, me abrazas tan fuerte que se me va el
aire de los pulmones. Cierro los ojos, intentado
llenar mis pulmones devuelta, y cuando los vuel-
vo a abrir vos desapareciste... Sí, desapareciste.
Aprendía algo nuevo, pues el mundo se había
transformado para él y el encanto transportaba
su corazón. Vio cómo el sol se levantaba sobre
las montañas boscosas y tocaba el poniente más
allá de las lejanas palmeras de la ribera; admiró
durante la noche el hermoso orden de las estrel-
las en el cielo y la media luna semejante a un
arroyos y ríos; contempló el centelleo del rocío
entre los matorrales, altas montañas de un pá-
lido azul en la lejanía del horizonte, pájaros can-
tores, abejas, arrozales plateados que ondulaban
al soplo del viento. Todas estas cosas y mil otras,
de los colores más diversos, siempre habían ex-
istido. Siempre brillaron el sol y la luna, siempre
murmuró el río y zumbaron las abejas. Mas todo
esto Siddharta lo había visto a través de un velo
su razón debía apartar y destruir.
Ahora sus ojos desengañados se detenían más acá
de estas cosas, las veían tales como son, se famil-
iarizaban con ellas sin preocuparse por su esen-
cia y por todo lo que ocultaban. ¡Qué bello era el
mundo para quien lo contemplaba así, ingenua y
simplemente!
“¡Cuidado!” -se escuchó desde la otra es-
quina. El hombre mayor se dio vuelta, con la
velocidad que le permitía la edad. En eso, un
joven se avecinó a salvarlo. “Ese fue el em-
pujón más fuerte que me dieron en la vida.
Noentiendocomonosedescolocómiprótesis
de cadera” esbozó el Señor, “sin embargo,
¿cómo agradecerle, joven, su gesto de va-
lentía?” -dijo agradecido el anciano y prosi-
guió-.“Nolopuedocreer,otravez.Pero¿qué
esta pasando en este mundo?. Esto en mi
época no sucedía... Otra vez andan matando
las ideas. Me pregunto quién les habrá en-
señado a aquellos malvados a cortarles las
alas...”.
Parece que en aquél pueblo, se había vuelto
una costumbre que alguien anduviera por la
vida cortándole las alas a las ideas de otros.
Ya habían muerto como veintiún ideas en
menosde unasemana.
“Si, yo lo vi. -dijo Samuel, el carnicero- Es
más,unacayóenlapuertademilocal.Esuna
locura lo que esta pasando.Yo no se cómo va
aterminaresto. Temomi local...”.
Algunos habitantes del pueblo se pusieron
de acuerdo para empezar una campaña de
“anti-corte de alas a las ideas”. Armaron
cacerolazosenlaPlazaMayor,hicieronparo
en sus trabajos, colgaron carteles por las
calles. “Alguien tiene que hacer algo. Están
matandonuestrasideas.Enrealidadespeor:
le están cortando las alas y las dejan morir.
¿Quién podría ser tan desalmado para dejar
a alguien morir así?”.
Parece que las alas de las ideas son muy vali-
osas. Tienen ese no-se-qué que deja que la
realidadsea traspasada,sea teñida por lare-
transportar las ideas, se tuvieron que hacer
muy dóciles y poderosas para poder llevar
su vuelo. Alguien las estaba robando para
sí mismo. Se ve que a ese alguien le faltaban
las ideas... Porque para robar las ajenas hay
que estar perdido. Ya casi no quedaban. Por
ende,quienlashubierarobadolastendría.
Con esa pista, se pusieron en busca de culpa-
ble. Hacían todo tipo de ejercicios a los hab-
itantes de la región: preguntas capciosas,
recursos artísticos, lecturas de textos oníri-
cos, entre otras cosas, para lograr despertar
la creatividad a ver si a alguien se le caía al-
gunaidea.Pero a nadiese leocurríanada.
Pasó una semana y nada. Si bien la esperan-
za es lo último que se pierde, unos puebleri-
nos encontraron algunos frasquitos de es-
peranza tirados por la calle. Se ve que esos
lo habían perdido todo... Es que sin ideas, no
haymundo,nohayintercambio,nohaycon-
clusiones, ¡no hay pensamiento! ¡Por Dios!
¡Que espanto!. “¡Se acabó! Yo no viví tantos
años de mi vida, dando todo por este pueblo,
para verlo morir así y morir así en él” dijo el
anciano que casihabíasidoatropellado.
Se ve que una idea todavía quedaba viva y
adidnocse,adavreserabatsE.satleuvodnad
para que nadie la viera y sólo pudiera acudir
a aquella mente que estuviera de vigilia, es-
perando su llegada. He aquí que el abuelo
“¡Ya se!” -dijo gritando y sonriendo- “sí-
ganme”.LlegaronalabasedelCerroCalahu-
irunpe y comenzaron a escalar. “Allá arriba
hayreservas” dijoconexaltación.
“¿Reservas de qué?” contestaron todos.
“¿Cómodequé?Delágrimas.Vamosanecesi-
tarmuchas” replicó.
Parecequelasalasdelasideascrecenporque
uno las llora. Las queremos tanto, las desea-
mos tan puramente que sólo las lágrimas
traducenaquél deseo.
Todas las lágrimas de la historia de aquél
pueblo se encontraban en la cueva del Valle
Lacrimarum. Todas ellas alcanzarían para
compensar las alas perdidas, las alas roba-
das. Así el culpable, no tendría idea alguna
de lo que estaría pasando, entonces saldría
aexaminarlosucedido,enelmediodesuin-
certidumbre.
Las alas
de las ideas
Cuento de Belén Furtado
Hoy me olvidé el frasquito de esperanza en casa. Fui a la
parada de colectivo y no esperé que venga. Llegué a la clase
y no esperé que empiece. Hice todo lo que tenía que hacer
en el día sin esperar nada.
El hombre y el mal
Por Sofía Rivas
No se lo que le atraía de estar ahí. No era nada, y a la vez lo
era todo. No veía la hora de estar ahí, disfrutando del aro-
ma de estar como en su casa. Las comodidades no eran las
mejores, pero esa podría ser su vida perfectamente y jamás
se quejaría de ello.
Platón y Sócrates
Por Ramón Picalugga
A esas almas les digo, dejen de tramar cosas. Sí, dejen de
hacer tramas. Se que se juntan por la noche, en alguna es-
quina recóndita de Buenos Aires a pensar. Se que murmu-
ran en secreto por Por eso, en lo oculto de la noche, esas
almas, sus almas traman cosas... Es más, no piensen. Sue-
ñen, imaginen, ideen una realidad hipotética, ideal, que
no existe. Creenla, creanla y será de ustedes. Insisto, a esas
almas les digo, a tu alma le digo.
La memoria y sus caras
Por Jorge Sosurri
Quiero llenarme los bolsillos de existencia y respirar las
pequeñas moléculas de la verdad. Quiero caminar sobre
tierra mojada, en patas, y que pequeñas plumas de ideas
caigan lentamente y… ¡tic! acaricien mi cabeza. Quiero esto
primavera de vos.
Cronos
Por Ramiro Pino
>Pequeños pensadores
Cartas de escritores
Sabes que tenes que volver, pero no sabes a dónde. Y sabes
que alguien está esperando, pero no sabes dónde está. Y
sabes que ya va a pasar, pero no sabes cuando. ¡Que locura!
¡Que alguien cierre la canilla!
Ser el ser
Por Carlos Spitalec
11. tipografía II
cátedra cosgaya
Trabajo nº 7
Revista
Alumna
Belén Furtado
Docentes
Ary, Diego y Marian
Programas usados
Photoshop, Illustrator e InDesign