Los primeros españoles llegaron a Colombia a finales del siglo XV y principios del XVI, explorando las costas y descubriendo las bocas de los ríos Magdalena y Atrato. En las décadas siguientes, exploradores como Gonzalo Jiménez de Quesada remontaron los ríos y atravesaron las montañas, encontrando los territorios de los muiscas y otros pueblos indígenas. Quesada fundó Santa Fe de Bogotá en 1538 después de someter a los zipas y zaques que gobernaban esos territorios
Conquista y colonización de Colombia: exploradores y conquistadores
1. Conquista y colonización de Colombia:Los primeros españoles que vieron las costas de Colombia fueron Alonso de Ojeda (1499-1500), que acompañó a Colón, yuan y Américo Vespucio, que recorrieron el norte de Venezuela y llegaron hasta la península de la Guajira, primera parte del país en ser descubierta. En 1501 Rodrigo de Bastidas descubrió las bocas del río Magdalena y la bahía de Cartagena, acompañado del propio Juan de la Cosa. La primera carta del litoral fue levantada por Juan de la Cosa entre 1492 y 1510. En 1511 Vasco Núñez de Balboa descubrió el río Atrato y contempló las aguas del Pacífico desde la sierra panameña de Darién. En 1522 Pascual de Nagoya, descubridor del Perú, llegó por el Pacífico hasta las bocas del río San Juan. Los españoles invirtieron unos veinte años en explorar las costas colombianas, fundaron varias ciudades y factorías y después avanzaron hacia el interior del país, que, por la fama de las fabulosas riquezas que contenía, recibió el nombre de El Dorado. Este nombre tenía una cierta base en la ceremonia efectuada por los caciques indígenas, que, al ser elegidos, se bañaban en la laguna de Guata vita después de espolvorearse con oro molido.<br />right0Muchos fueron los exploradores del interior de Colombia: de 1529 a 1531 el alemán Ambrosio Alfanje bordeó el lago de Maracaibo y exploró los ríos Magdalena y Lebrija. En 1533 Pedro de Heredia exploró la llanura del Sinú y llegó hasta Antioquia. El alemán Jorge de Spira (Spier), entre 1533 y 1539 penetró en los llanos de San Martin, en lo que le imitó su paisano Nicolás Federmann, quien, recibiendo noticias del reino de los muiscas de la meseta, escaló la cordillera y penetró en la sabana de Bogotá donde se encontró con Gonzalo Jiménez de Quesada, que ya la había ocupado. Quesada compró la neutralidad del explorador alemán dándole dinero e incorporando a sus hombres. Los alemanes hacían la competencia a los españoles en estas exploraciones desde que Carlos I, para pagar deudas a sus banqueros, los Fugger, les hubiera cedido derechos a explorar en las Indias. También Sebastián de Bel alcázar tropezó en Bogotá con Quesada y quedó decepcionado, aunque logró avenirse con él.<br />right0Gonzalo Jiménez de Quesada (1536-40):Es el verdadero conquistador de Colombia, enviado por el gobernador de Santa Marta, Lugo. El conquistador remontó el río Magdalena (orilla derecha) y realizó una difícil travesía, con sólo 200 hombres y 60 caballos. Al llegar a Chipará, después de cruzar las serranías del Atún, habían muerto ya muchos; emprendieron luego los exploradores su itinerario por Chunila, Chimiquica, Clureguana y Tamal meque, y cruzaron los ríos César, Lebrija y Sogamoso. Llevaban bergantines para aprovechar la parte navegable de los ríos y no ahorraron trabajos y esfuerzos en aquella tierra desconocida. Al llegar a la hoya de Saravita torció Quesada su rumbo hacia al sur, bordeó el lago de Fúgueme, pasó por Gachetá y Lenguaza que y, después de explorar otros muchos puntos, llegó a Bocatá (nombre del que se derivó Bogotá), capital del antiguo estado indígena donde residía el gran cacique. Los españoles quedaron asombrados ante el aspecto de las casas de la capital, cuyas puertas estaban guarnecidas de oro. La llanura de Bocatá se llamó entonces «valle de los Alcázares», Abundaban también las piedras preciosas. El territorio fue designado con el nombre de Nuevo Reino de Granada, patria del conquistador. A la capital se le dio el nombre de Santa Fe, granadino también, que lo tomaba del campamento mandado construir por Isabel la Católica en la Reconquista. Los indígenas ofrecieron escasa resistencia, pues estaban espantados del aspecto desconocido de los recién llegados, de sus caballos, sus barbas y las detonaciones de sus armas de fuego, tres cosas que no habían visto jamás. Al aproximarse los españoles, el zipa (soberano) envió 600 hombres para cortarles el paso, pero los españoles los derrotaron y persiguieron hasta Cajicá, donde estaba el zipa, y prosiguieron después hasta Chía, donde se hallaba el príncipe heredero, que huyó. Los españoles pasaron allí la Semana Santa de 1537. Había en Colombia un estado indígena rival del de Bocatá, el de Tunja, gobernado por un soberano llamado zaque en la lengua del país. Ocupaba el trono a la sazón el zaque Quimuinchateca, hombre de carácter tiránico, que poseía sentido político, pero había matado al padre de uno de sus gobernadores. Este indicó a los españoles el modo de llegar a la corte del zaque, para vengarse de él, cuando estaban explorando la región de Baganique. Quesada emprendió la marcha con poco más de 50 hombres, mitad jinetes y mitad infantes. El zaque envió una embajada suplicándoles que se detuvieran, pues quería ocultar sus tesoros. Pero los españoles, que sabían que el zipa había escondido sus riquezas, no quisieron que el zaque hiciese lo mismo y continuaron el avance. En el río Chicamocha recibieron una segunda embajada que les ofreció mantas de rica tela y objetos de oro y pedrería. La capital del zaque (región de los muiscas) era la más rica del país y se llamaba Huna (moderna Tunja). En ella había varios caciques, como el de Maqueta, Túndame y el famoso de Guata vita o el Dorado, que se bañaba en la laguna espolvoreado con oro. El zaque escondió su tesoro en una gruta, pero los españoles lo hicieron prisionero y no tardaron en descubrirla. Aunque Quesada puso en libertad al cacique, tratándolo con más generosidad que Pizarro al inca, el soberano, desposeído de su reino, murió de tristeza. Luego volvió el conquistador a la sabana para fundar Santa Fe de Bogotá (1538).<br />