2. QUE ES SAN FRANCISCO?
El conjunto de la Iglesia y
Convento de San Francisco
es un edificio católico que se
yergue en medio del centro
histórico de la ciudad de Quito,
frente a la plaza del mismo
nombre. La imponente
estructura ostenta el privilegio
de ser el conjunto arquitectónico
de mayor dimensión dentro de
los centros históricos de toda
América, y por ello es conocido
como "el Escorial del Nuevo
Mundo". San Francisco es,
además, una joya de la
arquitectura continental por su
amalgama de diferentes estilos
armoniosamente combinados a
lo largo de sus más de 150
años de construcción.
3. HISTORIA DE SAN FRANCISCO
La construcción de la iglesia y convento
de San Francisco inició alrededor del
año 1537, apenas tres años después de
la fundación española de la ciudad, con
la terminación de un templo provisional
que se mantuvo hasta 1550, cuando se
inició la construcción del edificio actual y
que fue culminado hacia 1680. Aunque
el edificio fue oficialmente inaugurado
en el año 1705. «Con todo lo que he
invertido en su iglesia, y en las torres
que sobresalen en la ciudad, debería
verlas desde aquí» fue la primera
expresión de Carlos V, Rey de España,
para hablar del conjunto monacal y
clerical de San Francisco que estaba
financiando en la novel villa de Quito, en
tierras del Nuevo Mundo.
Inmediatamente después, en tono muy
orgulloso, declaró aquella célebre frase
de que en sus imperios jamás se ponía
el sol.
4. PIEZAS DE ARTE Y ESCULTURA
Siendo la cuna misma de la
afamada Escuela Quiteña de arte, a
la que vio nacer y desarrollarse
entre sus paredes, el conjunto de
San Francisco es, sin duda alguna,
la mayor galería de este
movimiento artístico. Cuenta con
más de 3.500 objetos que abarcan
un período entre los siglos XVI al
XVIII. En el altar mayor de San
Francisco, dominado por un gran
retablo barroco y cubierto de pan
de oro, destacan las esculturas de
la "Virgen de Quito" de Legarda y
del "Jesús del Gran Poder" del
Padre Carlos; ambos destacados
miembros de la escuela quiteña de
arte. Como: El Bautismo del Señor,
Traición de Judas, El Calvario, San
Pedro de Alcántara, Tránsito de la
Virgen, Virgen del Carmen, San
José.
5. LEYENDA DE SAN FRANCISCO
El indígena Cantuña corría el riesgo de ir a la
cárcel porque aún no había terminado la obra
que le había sido asignada y por la cual le
habían pagado por adelantado: el imponente
atrio de la iglesia de San Francisco; y pronto
expiraría el plazo en el que debía entregarla.
Una noche, se le apareció el diablo y le
ofreció terminarla en una sola jornada a
cambio de su alma. El apremiado Cantuña
aceptó la propuesta y a la noche siguiente,
miles de afanosos diablillos trabajaron
intensamente y al alba la tenían lista. Pero
antes de recibirla, el astuto indígena retiró una
piedra y la obra, en la práctica, quedó
inconclusa. Este detalle le salvó de los
horrores eternos del infierno. Aquella leyenda,
contada una y mil veces a lo largo del tiempo
y en todos los estratos sociales del país,
demuestra en plenitud el valor arquitectónico,
artístico y religioso que tiene el templo de San
Francisco, arraigado desde hace centurias en
la cultura popular.
6. CAPILLA DE CANTUÑA
Originalmente llamada Capilla de la
Cofradía de la Veracruz de Naturales, se
trata de una de las capillas laterales del
convento, ubicada al extremo sur del atrio,
y que está dedicada a la veneración de la
Virgen de los Dolores y de San Lucas, el
evangelista.
Fue entregada por los franciscanos a la
Cofradía de la Veracruz de Naturales,
formada por los más hábiles escultores y
pintores indígenas de la ciudad de Quito,
quienes inmediatamente iniciaron su
construcción en 1581. A finales del siglo
XVII fue entregada a la Tercera Orden
Franciscana y a la Cofradía de la Virgen
de los Dolores. Los cofrades de la
Veracruz se encapricharon por convertir la
capilla en un auténtico relicario de joyas
únicas, por lo que la colección de arte que
albergó desde su inicio, entre óleos,
frescos y esculturas, le han dado fama
como una de las más exquisitas del
continente y el apelativo de la Capilla
Sixtina de América.