1. RESEÑA HISTÓRICA Con la licitación de Enero de 1.792 aprobada por el virrey Pedro Mendinueta, se inicia la construcción del edificio colonial de la factoría para la renta de tabaco, localizada en Llanogrande (hoy Palmira). En 1.810 la factoría se convierte en cuartel general de las tropas realistas para la defensa de los intereses de la monarquía española y poco después, es ocupada por las tropas patriotas para organizar la campaña libertadora del Cauca. En 1.821 el gobierno republicano instituido restablece la renta de tabaco y en 1.849 el general José Hilario López determina abolir su monopolio, quedando vacías las factorías existentes en el país por varios años se somete a subasta la de Palmira, no resultando postor alguno. En 1.860 el Congreso de la República, mediante ley cede este inmueble al municipio de Palmira con la condición de utilizarlo como establecimiento de instrucción pública. Escritura numero seiscientos setenta y siete 677. – En Palmira Departamento del Valle, República de Colombia, a veintinueve (29) de septiembre de mil novecientos veintiocho (1928) ante mí Rafael Prado Notario segundo principal del comisario y los testigos instrumentales señores Teodoro y Luis Navia quienes reunieron los requisitos legales, compareció el señor Rafael Gonzales alcalde Municipal de este distrito, a quienes conozco de cuya investigadora oficial doy fe y expuso; que en su carácter ya dicho y en desempeño de comisión especifica que le ha sido dada por el señor secretario de hacienda del compartimiento, a quien consistía en el oficio No. 1851 de 24 del presente mes, comunicación que se agrega original al presente instrumento, hace las vigentes declaraciones: que el Gobierno del Departamento del Valle del Cauca ha construido en esta ciudad, mi cumplimiento de lo dispuesto en la ordenanza 14 de 1917 un edificio de dos pisos, sito en la Carrera 6ta de esta ciudad, linderos y especificaciones que especiales que son los siguientes: el edificio está construido de ladrillo, cal y cemento, las paredes y el techo cubiertos de telar de barro, de químicas piezas en las plantas bajas, y de ocho piezas en totales en la planta alta, con sus correspondientes puertas y cerraduras, tiene otro oficio ……largo, de oriento a accidentes y once metros cincuenta centímetros de anchura, de sur al norte, construido todo de ladrillo, cal y cemento envuelto de tejas de barro. Este edificio anexo contiene catorce excusados y dos baños, provistos de agua de agibles, con bomba movida a mano, con su correspondiente tanque o deposito para el agua.Esta provisto todo el edificio de sesenta focos de luz eléctrica con sus correspondientes instalaciones, y esta ubicado en una área de terreno de propiedad del municipio de Palmira, el cual tiene las siguientes dimensiones: veintisiete metros cuarenta centímetros de este a oeste, y cuarenta metros cuarenta centímetros de norte a sur, con once metros de altura, fuera del edificio anexo donde están los excusados y los baños. El terreno en el que esta edificado el edificio consta de una fanegada, la cual tiene los siguientes linderos especiales: por el oriente, la carrera 6ta, por el occidente, la carrera 5ta, por el norte, con calles nuevas abiertas, con terreno del municipio, y por el sur con la calle 18. La fanegada de terreno en donde esta edificado el edificio, esta cercada con rejas de hierro. Aseguradas sobre murallas de ladrillo y pilastrones de ladrillo, forrado todo en cemento, que el expresado edificio ha sido construido por el departamento con sus propios recursos, sobre terreno suministrado para el efecto por el Municipio de Palmira, y que de acuerdo con lo dispuesto en el articulo 12 de la ordenanza 14 de 1917, el Gobierno del Departamento cede y traspasa hoy al municipio de Palmira, de manera definitiva y a perpetuidad, la propiedad y dominio del mencionado edificio ya descrito anteriormente. Conforme a lo establecido en la parte final del articulo 12 de la ordenanza que acaba de citarse, y que a la letra dice: “…………………… y dichos locales, una vez terminados, quedaron de propiedad de los Municipios, si bien como no podrán estos en ningún caso, destinarlos a un uso distinto del servicio de las escuelas……………”, y en el articulo 10 de la ordenanza 11 del presente año que dice: “ los municipios deben destinar los edificios modelos a la instrucción primaria o secundaria, de acuerdo con la gobernación”, es condición de la presente cesión y traspaso, la de que el municipio de Palmira destina ese edificio en todo tiempo y de acuerdo con la gobernación del departamento al servicio de la instrucción publica primaria o secundaria. La falta de cumplimiento por parte del municipio de Palmira a la presente condición expresa, anula la cesión y traspaso que el departamento le hace por medio de esta escritura. Presente en el acto el señor Juan Nieto personero municipal de este distrito, a quien ya el notario conozco, y de cuyo carácter oficial también doy los manifiesto que donando en este acto en representación del municipio de Palmira y debidamente autoridad para ello por el consejo municipal del mismo distrito. Acepta la cesión y traspaso a que la presente escritura se refiere y en las condiciones estipuladas, por haberse en un todo ajustada esta operación a las disposiciones legales que lo han originado. De acuerdo con lo dispuesto en el articulo 14 de la ley 56 de 1904, los departamentos y municipios no están sujetos al pago de los derechos de registro, y por consiguiente, no se ha exigido el comprobando del pago de esos derechos. Leída que les fue a los contratantes y advertidos de la formalidad del registro de la copia, la Leída que les fue a los contratantes y advertidos de la formalidad del registro probaron y la firma con los testigos nombrados ante mi de quien doy fe. PALMIRA NOTA HISTORIAL Quien quiera que desee escribir algo sobre la fundación o la vida de Palmira, ha de parar mientes en los antiguos fundes o haciendas, que a través de la época colonial fueron emergiendo al recio golpe del trabajo fecundo y regenerador. Aquel principio, tenía naturalmente qué influir en la formación del nuevo núcleo social y debía imprimir un sallo inconfundible a este conglomerado de abejas humanas dedicadas al enjambre, a la labor diaria. Si como ha anotado un célebre escritor, todas las ciudades tienen su alma de perfiles precisos, debemos convenir en que el alma de esta ciudad ha de ser—se nos ocurre—el alma adusta y grave pero sin complicaciones, del hombre que, empujado por el mandato Divino, «defiende a palmos su puesto al sol.» Y no puede ser de otra manera: la antigua feligresía de Llano-grande, que se extendía desde el río Zabaletas, hasta el río Bolo, abarcaba una rica extensión de terrenos fértiles, quizás los mejores del Valle del Cauca, para la agricultura de nuestra zona tórrida, los que naturalmente absorbieron y trajeron hacia sí, a las inmigraciones de hombres fuertes, que más buscaban la lucha frente al sol canicular, que la faena diaria entre los límites de la parte urbana De aquí que no debamos encontrar entre los moradores de la actual ciudad, el refinamiento y la cultura propias de capitales que desde la conquista habían recibido de los Carlos, Felipes o Fernandos, no sabemos que tantos títulos y prebendas. En una palabra, nuestro carácter, por nuestro continuo contacto con la madre tierra, ha de ser siempre el del hombre entregado a las labores del campo: también el Desierto imprime a través de las edades y de los tiempos, un sello inconfundible a las tribus nómadas y la pampa ilímite, influye en el nativo «gaucho» para la formación de su carácter agresivo, impetuoso, libre y soñador! El ilustrado historiador doctor Tulio Enrique Tascón en su importante documentada obra «La Conquista de Buga», trae interesantes datos acerca de la fundación de Palmira. Dice el doctor Tascón: «Cuando fue fundada Palmira? Quién la fundó? Por que se le dió el nombre de Palmira? Cuando se la erigió en Villa? He aquí otras tantas cuestiones dignas de la investigación de muchos historiadores. «Palmira, continúa el doctor Tascón, fue fundada desde la décima séptima centuria: esta es la verdad. Por escritura pública que ante el escribano de Buga otorgaron el 6 de Marzo de 1.705 don Nicolás Lasso de los Arcos y su mujer Faustina Solarte Benavides, le vendieron al Maestro Francisco Cubo, Cura beneficiado del pueblo de San Jerónimo, «las haciendas y los trapiches que los dichos otorgantes tienen y poseen por suyas EN EL SITIO DE LLANO-GRANDE de esta jurisdicción que se contienen en la manera siguiente: Primeramente la parte de tierras que el dicho don Nicolás Lasso heredó de sus padres en el dicho sitio de Llano-grande, según consta de los títulos con que las poseyeron , los cuajes ha de entregar al dicho comprador según y cómo le tocaron por dicha herencia, cuyos linderos se conocerán por los dichos títulos, CON MAS LAS CASAS Y RANCHOS QUE TIENEN POBLADAS EN DICHO SITIO CON LA CAPILLA QUE ESTÁ FUNDADA y la casa del trapiche». Por su parte, don Jorge Ulloa, interesado en los estudios históricos, escribió acerca de su ciudad natal: «El erudito e inteligente investigador doctor Tulio Enrique Tascón, sostiene con bastante fundamento, que no es posible en el estado actual de la investigación histórica en conglomerados' sociales que no tuvieron el cuidado de crear desee lo antiguo sus archivos oficiales, decir con precisión, cuándo fué fundada Palmira. Cita el doctor Tascón algunos documentos bastante claros por los cuales puede verse que Palmira fue fundada desde el siglo XVII. A los datos en que apoya su afirmación el distinguido ni toriógrafo, nosotros podemos también agregar datos tomados en los archivos de esta capital (Popayán); verbi-gracia: hemos tenido a la vista la Escritura que otorgaron el Maestre de Campo don Marcos Rengifo del Ara y don Jerónimo Rengifo Baca, vecino de Cali, en que consta el cambio hecho por don Marcos Rengifo de las tierras del Cerrito con don Jerónimo Rengifo en Llano-grande. Esta Escritura está firmada el 14 de Abril de 1.689 y de ella tomamos el siguiente dato: que el dicho don Jerónimo le da al Alférez Real don Marcos Rengifo del Ara todas las tierras que tiene y ha heredado de sus padres que caen en el sitio de Llarro-grande de esta jurisdicción entre el zanjón de Romero y el río de Agua Clara por otras tantas tierras que el dicho Alférez Real don Marcos Rengifo del Ara, le da al dicho don Jerónimo Rengifo Baca y Calatrava en el llano del Obo arrimadas al Real del Trejo y zanjón de el … porque las otras tierras han de correr por el zanjón del Real del Trejo arriba hasta a justar otras tantas tierras con las que el dicho don Jerónimo le da al dicho Alférez Real en el Llano-grande en donde está una iglesia que fue del Capitán Francisco Rengifo Salazar, la cual dicha iglesia la vende el dicho don Jerónimo Rengifo al dicho Alférez Real, de Marcos Rengifo, toda la parte que le tocó por entero al Capitán Jerónimo Rengifo, de su padre…» «Según esto, agrega el señor Ulloa, nosotros remontamos más que el doctor Tascón porque si éste afirma que en 1.705 había capilla en Llano-grande, nosotros afirmamos que la había mucho antes, pues ya se hablaba de ella en 1.689; prueba evidente de que en ese sitio había ya una considerable aglomeración humana. Estos son los datos más lejanos hasta aportados, a fin de buscar la fe de bautismo de esta ciudad. Pero se nos ocurre preguntar: ¿podrá tomarse como fecha siquiera de iniciación de la ciudad, la señalada por el señor Ulloa o la que indica el doctor Tascón? El sólo hecho de existir una capilla y unos ranchos en la antigua hacienda de Llano-grande, sería suficiente motivo para asegurar que Palmira fue fundada a fines del siglo XVII o principios del XVIII? Francamente creemos que no es esta la absoluta verdad histórica, ya que tomo muy bien lo sabemos todos, los fundas o haciendas de la colonia, tenían capilla y ranchos adyacentes para, vivienda de los esclavos y trabajadores. Hoy mismo, pueden verse en los viejos caserones coloniales de la Concepción, El Paraíso, San Jerónimo etc. etc. medio derruidas capillas en donde la piedad de nuestros mayores, ponía una nota de celo religioso bastante viva y atrayente. Palmira no fue «ciudad fundada»; tampoco se remonta su crónica a la segunda época, de nuestra historia nacional, pero sise advierte ya su hervir ciudadano, en los fastos de la República. Esta ciudad vino a formarse, por el aluvión de gentes venidas de las vecinas poblaciones, atraídas por la feracidad de las tierras: ni cédulas reales, ni escudos heráldicos: nada postizo. El trabajo que crea y la ley del progreso que abre paso franco a las colectividades que triunfan, he ahí el título que puede presentar Palmira a sus hermanas del Departamento y de la República. Fue el señor don Carlos III, embajador y progresista Rey de España, quien, advertido por sus leales súbditos de la riqueza ubérrima de las tierras encerradas en el fundo de Llano-grande, mandó una comisión científica a fin de que enseñara, con prácticas lecciones, el cultivo de la hoja., de tabaco, preciosa solanácea que entraba ya en los mercados europeos y extendía su consumo en las cortes del viejo: mundo. Aquellos expertos fundaron la primera «Factoría» y alrededor de ella, fueron estableciéndose las gentes atraídas por el sencillo cultivo de la planta o yerba COJIBA, que decían los indios. El cultivo del tabaco tomó tal incremento, que el Virrey don Pedro Mendinueta hubo de ordenar la construcción de un nuevo edificio de pesada arquitectura colonial, a fin de que sirviera de depósito y clasificación de la hoja que era almacenada y enviada luego a ciudades importantes del viejo Cauca y Antioquia. El edificio de la «Factoría», terminado a principios del pasado siglo, no sirvió para el objeto a que fuera dedicado: soplaban ya los vientos de la tempestad redentora; la tormenta se aproximaba y la lucha era inevitable. En tales circunstancias, el gobernador Tacón dispuso que aquella lo calidad fuese destinada para alojar las trepas que debían sostener el cetro de don Fernando. Había principiado la gran guerra emancipadora y naturalmente este pequeño conglomerado social debía de llevar ante el altar de la Patria su contingente entusiasta y desinteresado. Baste decir que la antigua feligresía de Llano-Grande, fue el sitio elegido por el Cabildo d2 Cali en 1.810, para ser el centro de la primera reunión de los diputados de las ciudades confederadas del Cauca! Pero oigamos al ilustrado historiógrafo doctor Demetrio García Vásquez, con quien Palmira ha contraído una deuda indeclinable de gratitud, por los cálidos y fervientes elogios que ha sabido prodigarle. Dice el doctor García Vásquez en su nueva obra histórica: «LOS HACENDADOS DE LA OTRA BANDA Y EL CABILDO DE CALI»: «No es aventurado afirmar que la región de la otra banda desde 1.760 formaba una comarca autónoma en derredor de la parroquia o feligresía de Llano-grande. Dicha comarca que se extendía de sur a norte, entre los ríos Bolo y Zabaletas, tuvo durante la independencia su historia propia con sus hombres, sus ideas de firme emancipación y sus grandes recursos económicos. Entre el grupo de familias representativas de la antigua parroquia de Llano-grande, que con la proclamación de su autonomía municipal en 1.814, pasó a ser la libre ciudad de Palmira, se citan los conocidos apellidos Avenía, Saa, Arce, Vivas, Escobar y Torres, Escobar y Ramos, Cobo Escobar, Cárdenas, Alvarez, Donneys, Herrera Avenía, Molina Escobar, Barona Calzado, Barona Feijoo, Cabal Barona. Estas familias y varias otras que tenían nexos en Cali, Buga y Caloto constituyeron el núcleo de la primitiva Palmira y sus históricas haciendas. «La historia da aquella privilegiada comarca que desde la conquista y durante la colonia tuvo sus características muy definidas, no pertenece ni Cali ni a Buga. Esta historia que ha estado inédita, corresponde a (a altiva, y soberana Palmira, en cuyas dilatadas .llanuras soplaron los vientos arrobadores de la independencia vallecaucana. El ambiente vital de sus fecundas haciendas comunicó el característico empuje belicoso de sus denobados habitantes, que ocuparon siempre la vanguardia en
las filas libertadoras. El histórico sitio de Llano-grande, fue el centro militar de las huestes valle-caucanas. Allí concentró el general José María Cabal la última victoriosa ofensiva que conquistó el triunfo en la batalla de «El Palo». Allí en Llanogrande, se organizó en 1819 antes de la batalla de «Boyacá», el grupo de guerrillas que en temerario asalto dieron muerte al último gobernador realista, coronel PEDRO DOMÍNGUEZ, quien a pasos precipitados regresaba de Cali a Popayán por la vía de Candelaria. Allí en Palmira se enfiló la caballería que decidió el combate de «San Juanito». En fin, hemos de declarar que de Llano-grande obtuvo el Cabildo de Cali un fuerte contingente de soldados y de dinero que dio poderoso aliento a la iniciación de la independencia del Cauca heroico. Aquel Cauca legendario que mereció ser glorificado por Bolívar en su bella proclama, enviada desde la lejana Pamplona el 7 de Noviembre de 1.319. AL LLEGAR NUESTROS SOLDADOS A VUESTROS FLORIDOS VALLES SE MAN ENCONTRADO CON EL DÍA DE LA LIBERTAD. «YO IRÉ A VISITAR LOS HOGARES PREFERIDOS DE LA PATRIA. OS HABLO DEL CAUCA».
El sol del histórico Cauca irradia
también sobre la heroica ciudad de Palmira, que se emancipó para sí y para la libertad de la Patria
. He aquí, en pocas palabras el contingente aportado por Palmira a la gran lucha por la emancipación americana. En Diciembre de 1.819, el gran Zea,
había exclamado en el Congreso de Angostura: «La República de Colombia queda constituida. Viva la República de Colombia!!» La guerra magna estaba terminada y el general Francisco de Paula Santander se empeñaba en poner los primeros cimientos de organización. La ley de 24 de Junio de 1.824, sancionada al día siguiente, erigió a Palmira en Cantón con derecho, según el Artículo 16 de la misma Ley, a tener Municipalidad. Data pues de esta fecha, la existencia de Palmira como entidad de derecho público y su nombre «bello y lindo» al decir del señor Suárez, parece que le fue dado a esta población, desde el mes de Diciembre de 1.813, según unos por haberse representado por aquellos días la obra del Conde de Volney, y según otros, porque la parroquia se llamaba Nuestra Señora del Rosario del Palmar. Dio Palmira con brío y con firmeza sus primeros pasos en la vida Municipal: el cultivo de la hoja del tabaco se hacía, extensamente y el-gobierno nacional derivaba de la Renta, tomo lo había hecho el de la colonia, pingües entradas al erario. La casa de la «Factoría» había cambiado de aspecto y el movimiento y la actividad del trabajo habían suplantado al movimiento y a la actividad del cuartel. El estanco del tabaco, impuesto por la República en 1.820, dio gran fuerza al incipiente Municipio. Como dato curioso podemos anotar, que la organización de la Renta en la niñez de la República, poco se diferencia a la actual organización: el mismo celador vigilando el cultivo y las sartas de tabaco en el caney; los mismos agentes hostigando en el campo al cosechero y un siglo de por medio… La administración del general José Hilario López, que inició la reforma de la Constitución de 1.843, ratificó la abolición del estanco del tabaco en 1.849. Poco después, en 1.865, la representación caucana presentó al Congreso Nacional un proyecto de Ley por el cual se cedía al Municipio de Palmira el edificio de la «Factoría» con la expresada condición de que fuera destinado a la Instrucción Pública, Palmira, cumpliendo el mandato del legislador del 66 inauguró solemnemente el Colegio Público el día 8 de Febrero de 1.868. Don Alcides Isaacs y clon Juan N. Nieto—qué nombres tan gratos a nuestros corazones—pudieron en aquel lejano día exclamar como el poeta: -Señora, ya está abierta la arábiga ventana» DR. VICENTE CARDENAS Nació en Palmira el 7 de Junio de 1811. Hizo sus estudios en el Colegio de Nuestra señora del Rosario de Bogotá en donde obtuvo el título de licenciado y Doctor en Jurisprudencia. Fue auditor de Guerra del General Tomás Cipriano de Mosquera y Gobernador de la provincia de Pasto en 1.843, Secretario del Consejo de Estado Secretario de la Gobernación de Buenaventura en 1.845 del Cauca en 1.849 Senador en 1.855, Encargado de Negocios en el Ecuador en 1.856, nuevamente Gobernador del Cauca en 1.857, en 1.859 Diputado a la Legislatura del Cauca, en 1.860 Senador de la República, en 1.862 Comisionado ante la Federación Granadina del Ecuador y Secretario de Relaciones Exteriores y en 1.873 Diputado a la Legislatura del Cauca, habiendo obtenido votos, poco después, para candidato a la Presidencia de la República, en oposición al señor General Tomás Cipriano de Mosquera. Murió en Quito en la madrugada del 6 de Agosto de 1.880, después de una vida llena de merecimientos. PBRO. DR. PEDRO ANTONIO HOLGUIN Quien inició la ciudad por los caminos de la más sana moral y a quien debe la población el hospital de caridad que el construyó, dándole estatutos y creándole rentas que lo han colocado en el primer puesto de los lugares de caridad. En esta época trágica, cuando apenas principiaba a condensarse ya, el generoso pensamiento regenerador, que no solo ideológicamente, sino materialmente, había de ser aurora del progreso actual, surgieron dos nombres importantes que desde campos contrarios bajo otros aspectos, laboraron intensamente en beneficio de Palmira: El Padre Holguín y don Juan Conde. El rimero da su propio peculio inició los trabajos del hospital,trazó con sus propias manos, las calles de la ciudad que hoy asombran los viajeros por su rectitud y laboró con el convencimiento de apóstol enbien de las almas. Donjuán Conde construyó la casa Municipal, que sirvió de teatro mucho tiempo y donde tuvieron lugar juntas, bajo cuyo entusiasmo, surgieron bellas iniciativas, que como el templo del Rosario, hoy son grandes realidades; construyó la cárcel y emprendió una obra de depuración moral, logrando acabar con muchos malos elementos que infestaban la ciudad y sus alrededores. Palmira tuvo en los primeros albores de la República, una figura de procera estirpe: «un Tribuno proconsular, de toga armoniosa y fustero porte»; un hombre cumbre a quien sus amigos y sus adversarios han llamado «espejo de magistrados;»: hacemos mención del Dr. VICENTE CÁRDENAS. Este ilustre repúblico había nacido en la hacienda del «Hato» el 7 de Junio de 1.811, es decir, cuando principiaban a dilatarse por la enorme vértebra andina, los primeros ecos de nuestra gran revolución, lo que (quiere decir que aquellos gritos de emancipación que tanto enloquecieron a nuestros padres, habían arrullado su niñez señalándole el camino para futuras actividades en la vida pública. El Dr. CÁRDENAS, ocupó puesto prominente en la Nación: durante la administración del doctor Manuel Mallarino—1.855 a 1.857—fué nombrado Secretario de Gobierno y a aquel alto puesto llevó todo el contingente de sus vastos talentos. Su probidad como Magistrado, fue unánimemente reconocida en aquella candente época; su talento de escritor galano lo impulsó siempre a la lucha por su causa en forma vehemente ._ y acerada; su conocimiento de la jurisprudencia lo llevó a redactar la constitución y ley sobre régimen Municipal; su amor y consagración a las vías públicas y a la educación popular en donde había dejado profundas huellas, eran motivo para que la sociedad payanesa de 1.849, solicitara del gobierno del general López, la reelección del Dr. CÁRDENAS como gobernador de la Provincia de Popayán. Los hermanos Julio y Sergio Arboleda fueron sus grandes amigos y compañeros de labores en la vecina República del Rimac en donde ese tríptico humano llevaba a cabo labores docentes y periodísticas con honra y provecho para la entonces Confederación Granadina. Deseó Palmira honrar la memoria de su ilustre hijo y en las sesiones de la Asamblea del presente año, sus diputados señores doctor Luis Navia Carvajal, don Jorge Ulloa y don Julio César Arce presentaron el proyecto de Ordenanza por el cual se dio el nombre de «Colegio Cárdenas» al actual plantel de segunda enseñanza. De esta manera ha de flotar el recuerdo y las virtudes del íntegro ciudadano, honra del foro y prez de la República. Muchos varones ilustres ha dado ya Palmira a la patria. Nos detendremos a enumerarlos y a loar sus virtudes y talentos? A continuación cumplimos con nuestro objeto proclamando que la Iglesia, el Estado, las Ciencias, las Artes y la Industria han tenido aquí representación genuina y honrosa y que en el actual momento histórico, Palmira se enorgullece de sus hombres, porque han sabido guiarla y conducirla por una firme senda. DR. LUIS NAVIA CARVAJAL Quien en asocio de sus compañeros de diputación, presentó el proyecto por el cual se dio el nombre de Colegio Cárdenas, al plantel de segunda enseñanza de la ciudad. Así entre las figuras sobresalientes desaparecidas podemos citar a Don Juan N. Nieto, Lisandro Navia, José M. Materón, Dr. Cipriano M. Duarte, Belisario Caicedo, Dn. Francisco y Dn. Manuel Becerra, Dr. Miguel García Sierra, Rafael González Concha, Teodoro Materón y otros muchos que por el momento no recordamos. RESUMEN MaestrosMaestrasNiñosNiñasInstrucción Primaria Pública254719901845Instrucción Privada1641317Instrucción Secundaria102140256321333302Número de Escuelas públicas41Número de Colegios para mujeres8Números de colegios para varones1 COLEGIO PÚBLICO Hablar del Colegio, representa para mi, hablar de una cosa mía, del hogar mío y hablo así, porque las cosas no tienen su gran valor en la equivalencia monetaria, sino que la propiedad más fuertemente adquirida, es aquella de los afectos que no se venden ni se compran, cuyo título lo da el corazón y que es indestructible por los humanos. Así amo al colegio y lo amo porque bajo su alero y al a apacible calma de su claustro, he ido paso a paso nutriendo mi espíritu, de las cosas sabias, tan diáfana que crece en los niños como un capullo de rosa. Don JUAN NEPOMUSENO NIETO Uno de los Rectores del “Colegio Cárdenas” llamado por autonomasia EL MAESTRO. Nació en Cali en el año de 1339, y desde la edad de 18 años se dedicó al magisterio en Palmira. Durante medio siglo educó tres generaciones en la ciudad en donde era acatado y querido por toda la sociedad que le rindió en las postrimerías de su existencia un fervoroso homenaje de admiración y de cariño. Como el señor Nieto tenía discípulos en todas las órbitas del país, el homenaje revistió los caracteres de Nacional; Jefes de la Iglesia, sacerdotes, estadistas, militares, hombres de negocios, rindieron al señor Nieto el testimonio de su gratitud por haber sido discípulos suyos. La Asamblea Departamental expidió una Ordenanza de honores a la memoria del señor Nieto y dispuso que en el edificio moderno para el Colegio Público de la ciudad de Palmira se colocase su busto. La meritoria labor educacionista del señor Nieto quedó constatada en las varias generaciones que el disciplino intelectual y moralmente, entre las cuales se hallan unidades de relieve en distintos ramos de las ciencias y las artes. El Maestro Nieto (como era llamado por todos) dejó al morir una estela de amor y un ejemplo de civismo. Su muerte fue profundamente sentida en Palmira y en todo el país. Don Juan N. Nieto fui, además, un literato de valía: escribió tres piezas para el teatro, diversidad de artículos y poesías, y fue colaborador asiduo de muchas revistas de Cali, Medellín, Popayán, Palmira y Bogotá. La ciudad agradecida le recuerda con afecto como uno de los grandes benefactores de la juventud que educó sabiamente.