La tecnología 4G permite velocidades de acceso mayores de 100 Mbit/s en movimiento y 1 Gbit/s en reposo, usando completamente el protocolo IP. Ofrece servicios de alta velocidad y calidad en cualquier lugar gracias a la convergencia de redes inalámbricas y de cable. Los usuarios de 4G usan menos puntos de acceso WiFi públicos y banda ancha doméstica, pasando más de tres horas al día conectados y dedicando gran parte a consumir vídeo.