1. II opinión 1
El Decretazo
El tono admonitorio, el entrecejo fruncido y el dedo en- Exclama el monclovita: el momento es inoportuno y des-
hiesto, armado de razones, componen la estampa de un graciado, atenta contra la imagen de España. ¡Pues claro!.
Presidente que entiende por diálogo sólo la inmediata La huelga general busca la resonancia que amplifique sus
asunción por el contrario de sus propuestas. Lo contrario efectos, y no sirve de nada realizarla un plácido domingo
Carlos Espino Ángulo,
es deslealtad. Lo contrario es poner en peligro los intere- de verano, que ya bastante hará por silenciaria el aparato
ejecutiva insular del PSC de Lsmsrote
ses de España, o al menos de esa España que cabe en la mediático al servicio del Gobierno, y en cuanto a deteriorar
cabeza de Fraga. Cabeza de la que, al igual que de la de la imagen del país, no todo iba a ser Spain's Living a ¿Razones para la
Júpiter apareció Minerva, salió un día el cachorro de Va- Celebration.
huelga?. Depende de
lladolid armado para la cmzada. Proclama el monclovita: los sindicatos necesitaban una
¿Razones para la huelga?. Depende de a quien se le pre- huelga general. ¡Pues claro!. La política de pactos frente a quien hable. Al inquili-
gunte. Al inquilino de la Moncloa no le parece suficiente el quien sólo entiende el pacto como sumisión, frente a quien
no de la Moncloa no le
pretender reformar a la baja el sistema de prestaciones se endiosa contemplándose en el espejo de una España
de desempleo, cuando los sindicatos llevan años recla- que va bien tan sólo para algunos, pues disminuye la co- parecen suficientes la
mando una cobertura mayor y más generalizada. hesión social a pasos agigantados, se revela cada vez más continua precarización
¿Razones para la huelga?. Depende de cómo se mire. como realmente insoportable.
Al inquilino de la Moncloa no le parece suficiente la
y la insoportable ines-
Pero es que, a la supuesta violencia de los sindicatos res-
contrarreforma fiscal que ha disminuido la imposición ponde el pirómano bombero con más fuego: toma decre- tabilidad del mercado
directa y progresiva, aumentando los impuestos indi- tazo. Tres tazas de an'oz sindical para los que no querían
de trabajo, ni el exor-
rectos, los que el ciudadano paga independientemente una. Que se note la firmeza. La razón no importa, ya la
de su nivel de renta, los que más afectan a los trabaja- traerá a su lado la fuerza. bitante incremento de
dores. Fraga exclamaba: la calle es mía. El heredero reivindica
la inflación que supera
¿Razones para la huelga?. Depende de quien hable. Al como propio el Boletín Oficial del Estado y legisla con ur-
inquilino de la Moncloa no le parecen suficientes la conti- gencia y contundencia, que ya se sabe como atrae la vio-
en cuatro meses a lo
nua precarización y la insoportable inestabilidad del mer- lencia, disfrazada de firmeza, a la derecha. previsto para el año,
cado de trabajo, ni el exorbitante incremento de la infla- Fraga exclamaba: la calle es mía. El heredero trata de sa-
disminuyendo el poder
ción que supera en cuatro meses a lo previsto para el lirse con la suya, pues no percibe otra manera de entender
año, disminuyendo el poder adquisitivo de unos trabaja- España que la propia, no hay salvación fuera de su dog- adquisitivo de unos
dores que aún no han visto los foitos de la moderación ma, y responde cargado de sobert)ia.
trabajadores que aún
salarial, convertida en objetivo en sí misma. Fraga exclamaba: la calle es mía. El heredero se postula
Clama el monclovita: la huelga general es política. ¡Pues como dueño en exclusiva y hace suya la verdad más abso- no han visto los frutos
claro!. Las huelgas sectoriales se reservan para proble- luta, al resto sólo le mueven bastardos intereses y razones
de la moderación sa-
mas sectoriales, y se trata ahora de denunciar la política espurias.
económica del Gobierno. Una política que día a día des- larial, convertida en
El heredero de la más rancia derecha ha perdido el mapa
monta el estado del bienestar del que a lo largo de estos de su pretendido viaje al centro, revelando cada vez más objetivo en sí misma.
años nos habíamos dotado los ciudadanos de este esta- su corazón de falangista in^edento, añorante de domesti-
do. cados sindicatos verticales. •
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