1. 442 Arana Gutierrez, Carmen Gpe.
Reporte de lectura de Poesía, teatro y prosa de Sor Juana Inés de la Cruz.
Este libro forma parte de una colección de escritores mexicanos, entre ellos la principal, Sor
Juana. Es una recopilación de sus más grandes obras líricas, teatrales y prosas.
Sor Juana Inés de la Cruz fue una mujer extraordinaria, ornamento de su siglo y siempre
tuvo una gran curiosidad del mundo, que sorprendió en una sociedad joven donde el ser
mujer era un impedimento para tener estudios avanzados y expresar sus conocimientos.
Se convirtió en monja con su propia idea que, una muchacha de su condición o sea,
pobre y estudiosa, no le quedaba más que ser monja. Además, no tenía ningún deseo por
el matrimonio. Al descubrir y afirmar que: “las artes son necesarias para la explicación
de las Sagradas Escrituras”, se inclino por los versos, ya que era una forma de expresar
lo que pensaba de la sociedad y comunicar lo que sentía con respecto al mundo.
Sor Juana en la mayoría de su producción poética, con todo y ser presa de la misma
afectación, por su sinceridad y fuerza alcanza tonos desconocidos de sus
contemporáneos, a tal grado, que hay quienes piensan que ella, y Juan Ruiz de Alarcón,
integran "la mayor gloria de México virreinal"; más aún: que únicamente por Sor Juana
se salva la literatura del siglo XVII, que era cultivada por "poetas sin condiciones de
cultura ni talento".
Su genio lo manifestó bien temprano, pues a los tres años de edad tenia ya deseos de saber
leer y escribir; a los ocho compuso una loa al Santísimo Sacramento, y a los diecisiete, ya
cumplidos, domina --dice Karl Vossler-- "el difícil estilo culterano y está igualmente
2. bien versada en todos los géneros y métricas de la literatura española". Le bastaban veinte
lecciones, que le dictó en bachiller Martín de Olivas, para dominar el latín con absoluta
maestría. Su cultura enciclopédica, era vastísima. Religiosa desde los dieciséis años en el
claustro vio cristalizar la mayor parte de su obra, no obstante lo cual buena parte de ella
tiene como motivos asuntos profanos.
De los tres poemas que escogí, el primero se me hizo muy reflexivo respecto a la idea de
que los hombres son más necios que las mujeres, en el aspecto de escoger a una mujer y
que esta sea abnegada a sus responsabilidades y acusarla de ser indecentes o, en su defecto
de ser tontas. El segundo da una cierta idea sobre la manera de ver el mundo o como
quieren los demás que lo observemos con lo único que esta a nuestro alcance y no buscar
mas. Y en el tercero describe lo que es el amor, desde el comienzo hasta el final, y lo hace
de una forma tan femenina y empática, preguntándose sobre los celos en el transcurso de
este.
Hombres necios que acusáis a la mujer… (pp. 34-35)
Hombres necios que acusáis
A la mujer sin razón,
Sin ver que sois la ocasión
De lo mismo que culpáis;
Si con ansia sin igual
Solicitáis su desden
¿Por qué queréis que obren bien
Si las incitáis al mal?
3. Combatís su resistencia
Y luego, con gravedad,
Decís que fue liviandad
Lo que hizo la diligencia.
Parecer quiere el denuedo
De vuestro parecer loco,
Al niño que pone el coco
Y luego le tiene miedo.
Queréis, con presunción necia,
Hallar a la que buscáis,
Para pretendida, Thais,
Y en la posesión, Lucrecia.
¿Qué humor puede ser mas raro
Que el que, falto de consejo,
El mismo empaña el espejo
Y siente que no este claro?
Con el favor y el desden
Tenéis condición igual,
Quejándoos si os tratan mal,
Burlándoos si os quieren bien.
Opinión, ninguna gana,
Pues la que mas se recata,
Si no os admite, es ingrata,
Y si os admite, es liviana.
4. Siempre tan necios andáis
Que con desigual nivel
A una culpáis por cruel
Y a otra por fácil culpáis.
¿Pues como ha de estar templada
La que vuestro amor pretende,
Si la que es ingrata ofende
Y la que es fácil enfada?
Más entre el enfado y pena
Que vuestro gusto refiere
Bien haya la que no os quiere
Y quejaos en hora buena.
Dan vuestras amantes penas
A sus libertades alas,
Y después de hacedlas malas
Las queréis hallar buenas.
¿Cuál mayor culpa ha tenido
En una pasión errada,
La que cae de rogada,
O el que ruega de caído?
¿O cual es mas de culpar,
Aunque cualquiera mal haga,
La que peca por la paga
O el que paga por pecar?
5. Pues, ¿para que os espantáis
De la culpa que tenéis?
Queredlas cual las hacéis
O hacedlas cual las buscáis.
Dejad de solicitar
Y después, con mas razón,
Acusareis la afición
De la que os fuere a rogar.
Bien con muchas armas fundo
Que lidia vuestra arrogancia,
Pues en promesa e instancia
Juntáis diablo, carne y mundo.
Verde embeleso… (p. 42)
Verde embeleso de la vida humana,
Loca esperanza, frenesí dorado,
Sueño de los despiertos, intrincado,
Como de sueños, de tesoros vana.
Alma del mundo, senectud lozana,
Decrepito verdor imaginado;
El hoy de los dichosos esperado
Y de los desdichados el mañana:
Sigan tu sombra en busca de tu dia
Los que, con verdes vidrios por anteojos,
6. Todo lo ven pintado a su deseo;
Que yo, mas cuerda en la fortuna mía,
Tengo en entrambas manos ambos ojos
Y solamente lo que toco veo.
Que consuela a un celoso, epilogando la serie de los amores (p. 54)
Amor empieza por desasosiego,
Solicitud, ardores y desvelos;
Crece con riesgos, lances y recelos,
Sustentase de llantos y de ruego.
Doctrínale tibiezas y despego,
Conserva el ser entre engañosos velos,
Hasta que con agravios o con celos
Apaga con sus lágrimas su fuego.
Su principio, su medio y fin es este:
Pues ¿por que, Alcino, sientes el desvío
De Celia que otro tiempo bien te quiso?
¿Qué razón hay de que dolor te cueste
Pues no te engaño amor, Alcino mío,
Sino que llego ya el término preciso?
Los poemas tienen verso y no prosa, tiene ritmo y métrica, siguen todas las reglas de
métrica y no pierden el rumbo ni el sentido, también contiene un orden ortográfico y
7. gramatical. Hablan sobre el rechazo y la no aceptación de la sociedad masculina sobre la
femenina, sin perder su gran estilo y belleza en la palabra y expresión. Demostrando el
amor ante todo.
Destaca la corriente contemporánea y un poco el modernismo ya que, en esta se tenía la
idea de usar el sentimiento mas que la razón, y embellecer las palabras con un cierto estilo
personal y hablando mas de la sociedad, empeñándose en cambiar el rumbo de esta,
destacando la belleza de la palabra.
En lo personal me gusto el libro, lo recomiendo porque es una mezcla de sentimientos del
autor hacia el lector. Nos hace reflexionar sobre diversos aspectos de la vida real y lo que se
relaciona con nuestras creencias. Además, tiene un estilo que solo si lo lees con atención y
profundamente lo podrás sentir y vivir.
Bibliografía:
De la Cruz, J. (1986), Poesía, teatro y prosa. Porrúa: México.
Cibergrafía:
http://heron5.tripod.com/sor.htm
http://heron5.tripod.com/sor1.htm