Usos y desusos de la inteligencia artificial en revistas científicas
Manifiesto para los-niños
1. I. El Manifiesto
La Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó en
noviembre de 1997, el año 2000, Año internacional de la
cultura de paz.
El Manifiesto 2000 para una cultura de paz y de no
violencia, creado por un grupo de Premios Nobel, traduce
las resoluciones de las Naciones Unidas en el idioma
cotidiano para hacerlo accesible al mayor número de
personas.
El Manifiesto 2000 no es un llamamiento ni una petición
dirigida a instancias superiores, se trata de un
compromiso que empieza a nivel individual.
Manifiesto 2000 por una cultura de paz y no
violencia
1. Respetar la vida y la dignidad de cada persona, sin
discriminación ni prejuicios.
2. Practicar la no violencia activa, rechazando la violencia
en todas sus formas: física, sexual, sicológica, económica
y social, en particular hacia los más débiles y vulnerables,
como los niños y los adolescentes.
3. Compartir mi tiempo y mis recursos materiales,
cultivando la generosidad a fin de terminar con la
exclusión, la injusticia y la opresión política y económica.
4. Defender la libertad de expresión y la diversidad
cultural, privilegiando siempre la escucha y el diálogo, sin
2. ceder al fanatismo, ni a la maledicencia y el rechazo del
prójimo.
5. Promover un consumo responsable y un modo de
desarrollo que tenga en cuenta la importancia de todas
las formas de vida y el equilibrio de los recursos naturales
del planeta.
6. Contribuir al desarrollo de mi comunidad, propiciando
la plena participación de las mujeres y el respeto de los
principios democráticos, con el fin de crear juntos nuevas
formas de solidaridad.
El Manifiesto para los niños
Adaptación traducida a personajes de cuentos que en sus
historias se encontraron en situaciones semejantes a las
que apunta el Manifiesto.
3. PRACTICAR LA NO VIOLENCIA,
RECHAZANDO LA VIOLENCIA EN TODAS
SUS FORMAS
Hansel y Gretel, Caperucita roja, La pequeña
vendedora de fósforos... no fueron bien tratados
al principio de sus historias.
No debemos permitir que ninguna bruja nos meta
en su cuento, ni dejarnos engañar por ningún lobo,
ni debemos dejar que la cerillera agote su última
cerilla.
4. RESPETAR LA VIDA DE CADA PERSONA
SIN DISCRIMINACIÓN NI PREJUICIOS
El Patito feo, La Cenicienta, El Soldadito de
plomo... son algunos personajes discriminados.
A partir de ahora en nuestras vidas no nos
reiremos de ningún Patito feo, nadie será nuestra
Cenicienta y nuestros brazos servirán para sujetar
a todos los Soldaditos de plomo que encontremos
en el camino.
5. COMPARTIR MI TIEMPO Y MIS
RECURSOS PARA TERMINAR CON LA
INJUSTICIA
El Flautista de Hamelín, Los Tres Mosqueteros,
Nadarín... dedicaron su tiempo a mejorar la vida de
los demás.
Lucharemos para que el flautista acabe con las
ratas de nuestros pueblos, para que nuestro grito
sea Todos para uno y uno para todos, y para que
ningún pez grande acabe con los pequeños.
6. DEFENDER LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN Y
DIVERSIDAD CULTURAL A TRAVÉS DEL
DIÁLOGO
En las historias de El traje nuevo del Emperador y
El gigante egoísta, fue la voz de un niño la que hizo
posible abrir los ojos de los protagonistas.
Seamos siempre niños para poder gritarle al
emperador y abrirle sus ojos, y para que el gigante
comprenda que sin nosotros su jardín no volverá a
florecer.
7. PROMOVER UN CONSUMO RESPONSABLE
QUE TENGA EN CUENTA EL EQUILIBRIO
DE
LOS RECURSOS NATURALES DEL
PLANETA
La Cigarra y la hormiga, La gallina de los huevos de
oro, Frederick... son algunos de los cuentos cuyo
protagonista es el consumo.
Enseñemos a la cigarra a coger frutos para su
despensa, saquemos provecho de la gallina en vida,
sin necesidad de sacrificarla y animemos a
Frederick a que siga recogiendo los rayos del sol,
los colores y las palabras para calentar los fríos
días de invierno.
8. CONTRIBUIR AL DESARROLLO DE MI
COMUNIDAD... PARA CREAR NUEVAS
FORMAS DE SOLIDARIDAD
El Príncipe feliz, Robin Hood, El Príncipe y el
mendigo... ayudaron a su pueblo a llevar una vida
mejor.
Extendamos nuestras alas para ser la golondrina
que ayuda al príncipe, busquemos un arco con sus
flechas para apuntar en la diana de la justicia y
mandemos como reyes para pedir como mendigos
por la justicia.