1. uno de los números más recientes de Charlie Hebdo, una revista satírica
francesa destaca a Michel Houellebecq, autor de una nueva novela que
imagina la islamización de Francia y luego de la Unión Europea. Los críticos
habían denunciado como alarmismo islamofóbico al libro de Houellebecq,
que describe un futuro cercano en el cual los islamitas ganen la presidencia
de Francia y comprometan sus libertades.
El día de su publicación, pistoleros enmascarados atacaron las oficinas de
Charlie Hebdo en París. Gritaron “Allahu Akbar” mientras asesinaban a 12
personas y herían a otras, en el peor ataque terrorista en Francia en medio
siglo. Los pistoleros huyeron, y la policía identificó a dos hermanos como
sospechosos.
A medida que el sentimiento contra los inmigrantes y especialmente contra
los musulmanes se extiende por Europa, desde las protestas callejeras en
Dresde hasta las urnas inglesas, la atrocidad en París pareció hacer
realidad de manera macabra la pesadilla más oscura del continente; casi,
de hecho caricaturizarla.
Pese a todas las sombrías e incesantes advertencias de amenazas
terroristas, naturalmente la primera reacción ante esta matanza, en Francia
y en otras partes, fue la indignación. Sin embargo, los asesinatos también
demandan una respuesta más completa.
La revista tenía el derecho de publicar todo lo que publicó, y la ley francesa
está en lo correcto al permitirlo. No puede haber un “pero” en esa oración.
Aun cuando una imagen u opinión sea imprudente o de mal gusto, a menos
que incite directamente a la violencia, no debería prohibirse.
Charlie Hebdo se burla de todas las religiones, no solo del islamismo, pero
tenía el derecho de dirigirse específicamente a esa religión si quería, de la
misma manera que los islamitas en Europa tienen derecho a denunciar la
decadencia occidental si así lo eligen. En cualquier caso, hay un mundo de
diferencia, y varios siglos de pensamiento político liberal, entre ofender y
ofenderse y matar personas por ello. Nada puede hacerse con un lápiz o un
teclado que justifique una represalia con una Kalashnikov.