4. . El JILGUERO TÌMIDO.
Había una vez un Jilguero que no quería
cantar. Todas las demás aves se
preguntaban por qué no quería cantar, y el
siempre les respondía: "Jamás cantaré
para ser objeto de burla.
5. Sin embargo, el Jilguero
siguió con apatía, así que le
preguntó: "Jilguero, ¿por
qué no te unes a mi en
canto? Haríamos un gran
dúo." Y el Jilguero le
confesó sus miedos al
Ruiseñor.
6. Y el Jilguero le confesó sus miedos
al Ruiseñor. Y este le dijo: "No
importa si cantas bien o mal, eso es
asunto tuyo. Pero si no cantas, ni si
quiera para ti mismo, entonces no
eres un Jilguero, ni eres nada."
Moraleja: Se tu mismo. Cumple con
el propósito para el que Dios te
diseñó, sin importar si esto agrada a
los demás o no.
7. Y el Jilguero le confesó sus miedos
al Ruiseñor. Y este le dijo: "No
importa si cantas bien o mal, eso es
asunto tuyo. Pero si no cantas, ni si
quiera para ti mismo, entonces no
eres un Jilguero, ni eres nada."
Moraleja: Se tu mismo. Cumple con
el propósito para el que Dios te
diseñó, sin importar si esto agrada a
los demás o no.