La iglesia en las calles siguiendo el modelo de Jesús
1.
2. El estar en las calles no debe ser visto
sólo como una estrategia de
evangelismo (aunque este sea el
enfoque central). Los líderes,
juntamente con los hermanos del nivel
3, de crecimiento en el servicio, deben
entender bien este principio de la iglesia
en las calles, porque surge de un
principio aún mayor: Jesús como
nuestro punto de referencia, y también
la práctica apostólica.
3.
4. Jesús pasó la mayor parte de su ministerio en las
calles. Raramente vemos a Jesús dentro de cuatro
paredes. Él estaba constantemente en las calles.
Con esto, Él hacía siempre, por lo menos, dos cosas
a la vez:
1- Cuando Él quería ministrar al pueblo y
evangelizar a las personas, salía a las calles con sus
discípulos. Ellos aprendían viendo. La escuela de
Jesús para entrenar a sus discípulos no era una
clase con pizarrón negro, ni una reunión, sino era el
trabajo propio con el pueblo en las calles. Entonces,
cuando estaba predicando a las personas, estaba al
mismo tiempo entrenando a sus discípulos.
5. El Padre y el Espíritu Santo no funcionan en
lugares teóricos. Ellos operan donde está la
necesidad. Ellos acompañaban a Jesús en toda
la obra. Por eso, las conversaciones eran todas
reales, respondiendo a preguntas reales. Los
discípulos captaban el mensaje de Jesús,
captaban los problemas de las personas, las
respuestas de Jesús, su carácter, su disposición
de amor. Captaban su gracia, su compasión por
los perdidos, su oración, su sujeción al Padre.
Captaban toda su vida. El aula de Jesús era ir
delante de ellos y mostrarse a sí mismo.
6. 2- Lo inverso también es verdadero,
siendo la iglesia en la calle. Cuando
Jesús quería enseñar a sus discípulos
(como en el sermón del monte), Él lo
hacía en las calles, y todos los
incrédulos los podían ver. Entonces,
mientras Él les enseñaba a los
discípulos, las multitudes podían ser
impactadas por su doctrina (ver Mateo
5:1-2 y 7:28).
7. Cuando leemos textos como Hechos 2:46 y 5:42, podemos
pensar que ellos se reunían en un templo (un lugar de reunión
como es tan común hoy), y en las casas. Mas la verdad es otra.
Ellos se reunían en las casas y en un lugar público. Podemos
afirmar esto con certeza porque sabemos que ellos no podían
reunirse dentro del templo. No se reunían en el atrio, donde
quedaban los hombres israelitas, sino en el atrio exterior, en el
pórtico de Salomón (Hechos 3:11; 5:12). Los responsables por
el culto, cuidado y administración del templo eran los mismos
que pedían la muerte de Jesús y sobornaron a los guardias que
afirmarían su resurrección, o sea, los sacerdotes, escribas y
ancianos. Estos nunca hubieran permitido que la iglesia, que
anunciaba a Cristo resucitado, se reuniese en el atrio de “su”
templo (Mateo 27:20,62-66; 28:11-15; Hechos 5:17-42; 21:27-
29).
8. El Pórtico de Salomón era un lugar
público, donde los escribas
mantenían sus escuelas y sus
debates. Es donde los comerciantes y
cambistas instalaban sus mesas.
¿Qué hacían los hermanos en un
lugar así...? Estaban imitando a
Jesús. Se estaban relacionando y
edificando a los discípulos en un
lugar público.
9. La Iglesia de hoy peca por no ver a Jesús como un
modelo para la obra. Tenemos que soplar el polvo de
2000 años de costumbres y tradiciones. Jesús no
vivió en un tiempo remoto. Dios no cambió. El
Espíritu Santo no cambió. Jesús es el mismo. Y el
mensaje es el mismo. ¿Qué cambió...?
La tecnología cambió. Tenemos sillas, aviones,
micrófonos, etc. Pero el hombre no cambió. Es el
mismo, con los mismos pecados, las mismas
necesidades y los mismos problemas.
10. Nos engañamos cuando pensamos que
Jesús se entusiasma con los recursos que
tenemos. La Iglesia, en aquellos tiempos,
fue mucho más sin estos recursos.
Debemos volver a Jesús. “Mis caminos
no son vuestros caminos, dice el Señor” .
Sus pensamientos... su forma de
actuar...sus métodos... son más altos que
nuestros pensamientos. Debemos
despreciar nuestra inteligencia y ser
niños. Debemos imitar a Jesús.
11. Imagine un discípulo que sólo se encuentra
con sus discípulos dentro de la casa. Siempre
ve a sus contactos solo. Los discípulos sólo
ven a su maestro sentado. ¿Qué van a
aprender? Cuando estamos en las casas, lo
máximo que puede ocurrir es lo programado.
Cuando estamos en las calles, lo mínimo que
puede pasar es lo que está programado. Los
discípulos tienen que vernos haciendo
discípulos, respondiendo preguntas, amando,
yendo detrás (Col. 4:5)
12. Imagine un discípulo que sólo se encuentra
con sus discípulos dentro de la casa. Siempre
ve a sus contactos solo. Los discípulos sólo
ven a su maestro sentado. ¿Qué van a
aprender? Cuando estamos en las casas, lo
máximo que puede ocurrir es lo programado.
Cuando estamos en las calles, lo mínimo que
puede pasar es lo que está programado. Los
discípulos tienen que vernos haciendo
discípulos, respondiendo preguntas, amando,
yendo detrás (Col. 4:5)
13. a) En obediencia (Jesús nos mandó).
b) Con fe (Jesús está con nosotros).
c) Sin pretensiones (con ternura, sin
discutir).
d) Con intrepidez (gracia y dependencia).
e) Con compasión (la misma que había
en Cristo, aprender a mirar a las
personas).
14. a) Salir con un grupo de discípulos o con toda
la iglesia casera, sin una pretensión
evangelística. Solo para hacer en la calle todo
lo que se haría en la reunión del grupo
casero (enseñanza, grupitos, testimonios,
cánticos)
b) No hacer de esto más que un programa de
la iglesia, sino creando el hábito de estar en
las calles.
15. a) Plazas, parques.
b) Barrios populares donde hay
mucha gente paseando por la noche.
c) Bares y pizzerías.
d) Estaciones (ferroviarias, de
ómnibus).
e) Conjuntos residenciales.