2. Este proyecto constituye un primer acercamiento exploratorio al entendimiento de las
representaciones pictogramaticas como signos y por lo tanto, como códigos visuales de
comunicación.
Por tal motivo es necesario, prestar mayor atención a la utilización de métodos analógicos que
permitan articular el registro arqueológico con los estudios etnográficos y etnohistóricos, puesto
que en el caso que nos ocupa tratamos de entender ideogramas expresados mediante diseños
gráficos producidos en contextos espaciales y temporales distantes a quienes los utilizamos y
estudiamos.
Las representaciones y saberes acerca de los objetos son tributarias de un estado social, de una
visión del mundo, y dentro de esta última, de una definición del mundo objetual, lo que significa
que dicho mundo es una construcción simbólica, no una realidad en sí mismo.
Este planteamiento constituye la guía que oriente estudios más detallados de las imágenes
plasmadas en los pictogramas en los que es posible apreciar el nivel de causalidad recíproca que
establecieron los humanos con el entorno físico y social. Así, los pictogramas, pensados como
imágenes codificadas tienen el potencial de dar cuenta de experiencias cotidianas con el entorno,
del pensamiento mitológico y de las prácticas estéticas que constituyen el modo de habitar un
mundo donde la acción y el pensamiento hacen parte de esa causalidad.
Diseño + lenguaje:
Uno de los aspectos más relevantes en términos de comunicación es el contenido sígnico
que presenta el código del lenguaje.
Sólo esta proposición ya genera una serie de problemas, en el sentido de sus múltiples
variables y en la sofisticación de cada uno de los conceptos que gobiernan este dominio,
el de los signos y los iconos.
Introducirnos en este tópico, fundamental para la C.V.
Significa que a estas alturas comienzan a coexistir disciplinas con "topos" distintos pero
con problemas similares, este es el encuentro de la Lingüística, la Retórica y la
Semiología.
El topo, de la imagen en el mundo, implica revisar las propuestas de numerosos autores
que en forma más y menos rigurosa han logrado dar luces claras del fenómeno, el cual
se fundamenta en el campo retinal, pero que, rápida y afortunadamente, hoy advertimos
que el fenómeno físico se mezcla con nuestros esquemas mentales.
Hoy día no basta pensar en imágenes, el Diseñador de Comunicación Visual se verá
enfrentado a la necesidad de asumir el rol de todos nuestros sentidos, es decir, nuestro
sistema nervioso total e integral. La información se cruza desde el plano visual, acceso
del contenido, hacia el plano mental en donde se alojan los recuerdos, asociaciones,
bloqueos, emociones, etc., en definitiva, una "biología del conocimiento" en palabras de
Maturana.
Todos estos elementos son necesarios para que el acto de comunicación pueda
efectuarse. La constante relación entre significantes y significados produce finalmente la
existencia de un SIGNO, y además podemos agrupar estos conjuntos de signos
transformándolos en Sistemas de Signos, lo que ahora se entiende como un Código,
siempre que mantenga relaciones de coherencia formal.
3. Al hablar de Signo debemos decir lo siguiente, se construye sobre la base de una
convención aceptada, surge en reemplazo de la cosa a la que se alude, por lo tanto los
sistemas de signos reemplazan el concepto original generando un estrecho vínculo de
significación. Según Umberto Eco, el proceso de significación se produce cuando algo
que sustituye a otra cosa se interpreta como Signo, apoyándose en un código. Por tanto
en la comunicación entre personas subyace un sistema de significación que no siempre
tiene carácter universal y unívoco.
Charles Pierce (norteamericano, 1839-1914), que ha desarrollado relevantes aportes en
este dominio, especialmente en lógica pragmática, se refiere a las conductas que podría
propiciar un signo en la acción concreta, es decir, el signo en uso o con los usuarios en el
contexto cultural.
El problema de la semiótica establece los conflictos que se generan en esta transición
sígnica, desde que el signo es construido en sus variables sintácticas, asumido como tal,
luego la convención respecto del significado de ese signo y finalmente las consecuencias
que ese signo provoca en el uso cotidiano. Es esta triada conceptual y fundamental, el
objeto de estudio que debieran asumir los diseñadores, en el entendido que cada nuevo
signo artificial arrojado a la vorágine visual trae consigo efectos y conductas que
terminan en el sujeto, en su forma de entender el mundo y en sus relaciones con otros
sujetos.
Esto significa asumir que los discursos no son inofensivos, y en el caso de la C.V. el
discurso sígnico determina el acceso a un conocimento de mundo sobre el cual el usuario
debe elegir ser parte o marginarse de este "mundo posible". El Diseñador de C.V. es
responsable directo de estos dominios si en verdad quiere asumir un rol social.
Se han expuesto algunas aproximaciones a la vanguardia en investigaciones sobre el
signo visual, partiendo de la base, que el fenómeno se puede llegar a explicar con la
relación interdisciplinaria de la Neurobiología, la Lingüística, la Semiología, la Retórica y
en especial las Ciencias Cognitivas. En consecuencia, el estudio de la experiencia visual
pasa por entender el fenómeno físico, el lingüístico y el mental, son estos tres aspectos
los que están ligados en la construcción de un discurso para el signo visual.
Los paradigmas del Diseño deben ser enfrentados a la revisión conceptual, ya que lo
único que garantiza un acabado perfil profesional, en un mundo de alta competencia
cognitiva, es la revisión y cuestionamiento constante a los dogmas y fundamentos que
se heredan casi por inercia. El discurso del signo visual implica reconstruir con agudeza
intelectual hacia el objetivo de generar innovación en todas las áreas del saber y el
hacer en Diseño de C.V.
Las proposiciones recogidas han pretendido instaurar el debate desde los estudios más
renovados en las áreas ya mencionadas, y por sobre todo propiciar el concepto del
cambio respecto del Diseño como habilidad técnica o búsqueda indiscriminada y gratuita
de una creatividad hedonista, hacia un Diseño de cognitivismo profesional, asumiendo
que los problemas de Comunicación socio-visual se resuelven pensando las soluciones
desde nuestros esquemas mentales y el de los otros embebidos de los conocimientos
ineludibles del contexto y su idiosincrasia.