El documento argumenta que los consumidores obtienen principalmente beneficios económicos y de calidad de las cadenas cortas de suministro. Económicamente, los precios son más bajos debido a menores costos de distribución, embalaje y transporte; y cualitativamente, los consumidores pueden comprar productos frescos y típicos de la región, conocer la historia de los alimentos y al productor, y tener más oportunidades de comprar productos orgánicos.