A mí no me hace daño: Los efectos del alcohol y drogas en el cerebro
1. A mí no me hace daño”
por el Dr. Francisco A. Cantú
Continúan ingresando personas jóvenes al grupo que tienen la cantaleta de “a mí no me
hace daño”. Lo sorprendente es que no importan los hechos que han sido demostrados
a en innumerables estudios médicos, ellos se mantienen firmes en un “a mí no me hace
daño”. Claro está, que a través del tiempo este grupo de personas cambia a “yo creía
que no hacían daño”. Pero no les preocupa, los jóvenes “a mi no me hace daño” no les
creen tampoco a los “yo creía que no hacían daño”.
El alcohol y las drogas le causan daño al cerebro. Estas substancias son neurotóxicas,
afectan e interfieren con las funciones cerebrales. Ante este hecho comprobado una y
otra vez la gente se pregunta ¿Entonces por qué no entienden? La repuesta cae en un
“engaño” del cerebro o podemos decir en una peculiaridad del cerebro. El cerebro no
tiene la capacidad de ver cambios mínimos acumulativos. Un ejemplo claro de esto sería
la convivencia con la familia, uno no ve crecer a los hijos o a los hermanos. Se les ve a
diario y no se nota la diferencia. Sin embargo cuando uno deja de ver a un niño por un
par de años es una verdadera sorpresa los cambios que se han dado. Así si notamos la
diferencia. Lo mismo sucede con el abuso del alcohol y el uso de drogas, las personas
no notan los cambios en cerebro. Poco a poco se van destruyendo conexiones
cerebrales y posteriormente neuronas por la toxicidad del alcohol y las drogas. El efecto
es acumulativo y es a través de años. Cuando les platico a los “chamacos” me dicen con
una seguridad, “entonces de que me preocupo, lo utilizo un tiempo y después lo dejo”.
A lo que les contesto, justamente a eso me refiero, no se dan cuenta, pero pienses lo
que pienses o quieras creer, no quita el hecho de que le estás haciendo daño a tu
cerebro.
Un cerebro sano esta trabajando a un 100% de sus funciones cerebrales, con la
toxicidad de las substancias este porcentaje va disminuyendo. La gente no nota estos
cambios ni tampoco las personas a su alrededor. Al ir disminuyendo la capacidad, 95%,
90%, 85%, etc. solamente un profesional puede notar los cambios. Las personas asumen
que como continúan haciendo sus mismas funciones no hay problema. La realidad es
que las conductas repetitivas o de habilidad son las últimas en notarse que se están
afectando, pero si uno observa con detenimiento, va a notar que las cosas gruesas las
siguen haciendo pero que si se mete un grado de dificultad mayor comienzan a mostrar
problemas. Ejemplo: Pedro se jactaba de que su consumo de alcohol no le hace daño.
Las personas cercanas a él lo ven como un tomador fuerte. Hace años Pedro como
arquitecto mostró ser brillante, innovador y creativo. Hoy en día con un 15% de
afectación de sus funciones cerebrales continúa haciendo buenas casas, pero ya se
perdió la capacidad de innovar o presentar detalles que tanto le gustaba a la gente y
usualmente rehuye a trabajos cuando presentan problemas complicados. En su casa ya
existe una molestia por parte de la familia y le reclaman su forma de tomar y el “cree”
que no pasa nada. Sin embargo el daño cerebral ya está manifestándose en su conducta.
Cuando llegan a un 75% de su capacidad ya es obvio y como decimos aquí en la clínica
“Hasta la cocinera hace el diagnóstico de daño cerebral”. Un 60% nos habla ya de un
daño severo cerebral y la capacidad de sanar es difícil. El no estar funcionando a un 100
% crea problemas, es igual que con cualquier otro órgano del cuerpo, imagínate a una
persona con un corazón a un 90% de su capacidad, ¿crees que pueda hacer ejercicio
como los demás?. Un 80% implica ya tener cuidados y a un 75% de su capacidad marca
claramente una diferencia en sus acciones cotidianas. El otro problema es que cuando
se tratan de funciones superiores del cerebro (juicio, abstracción, concentración, etc.)
2. están afectadas, es menor la capacidad de darse cuenta que hay un problema. En pocas
palabras a mayor daño es mayor la negación. El no darse cuenta de un problema nos
habla del grado en que han afectado sus funciones. La rapidez con que se pueden
perder las funciones cerebrales depende de varios factores. Uno, el tipo de substancia
que utilizan, los inhalantes, las tachas y la marihuana hacen mucho daño a las funciones
cerebrales. Ojo, todas hacen daño y no existe las que hacen un poquito de daño.
Dos.- No todos tienen la misma sensibilidad, hay personas mas sensibles al daño por
substancias que otras, es decir la evolución de la afectación de sus funciones es mas
rápida. Tres.- La cantidad también influye, a mayor cantidad mayor la toxicidad en
cerebro y por lo tanto mayor el daño. Una toxicidad cerebral importante puede llegar a
producir la muerte. Cuatro.- La frecuencia es otro factor y aquí hay una sorpresa. Hay
mas daño cuando son episódicos que cuando son continuos. Los episódicos son los que
dicen “pero si sólo es el fin de semana o es cada 15 días o inclusive puede ser cada
mes”.
El pensar y actuar diario en nuestro alrededor requiere de varias funciones, como lo son
el juicio, el control de impulsos, la capacidad de ver errores en uno mismo, atención,
anticipación, aprender de la experiencia, por mencionar algunas entre otras muchas
funciones importantes. Las funciones anteriormente mencionadas son las primeras en
i r s e a f e c t a n d o.
Un cerebro donde se afecten sus funciones va a demostrar además un estancamiento o
un retroceso en el manejo emocional. Ya con daño actúan emocionalmente como si
tratara de un adolescente o un niño.
REFLEXIONANDO
-Recuerda, no importa si eres “Juan Camaney”, eres un humano igual que cualquier otro
y las substancias como el alcohol y las drogas son neurotóxicas, van a hacerte daño sin
que tú te des cuenta. Pienses lo que pienses, digas lo que digas o creas las “burradas”
que quieras creer no van a cambiar en ningún momento los hechos que el alcohol y las
d r o g a s s o n n e u r o t ó x i c a s .
-¿Si puedes estar funcionando al 100% de tus capacidades cerebrales ?por qué quieres
f u n c i o n a r c o n m e n o s ?
-Piensa, no te vas a dar cuenta, pero vas a empezar con problemas y de seguro siempre
vas a tener excusas y jamás lo relacionarás las consecuencias con el alcohol y o las
drogas
-Si ya utilizas drogas, déjalas, como tu siempre has dicho “Yo las dejo cuando quiera”.
Nada pierdes y tienes mucho que ganar. Pero si tu regresas a utilizarlas no existe
ningún tipo de excusa, SIMPLEMENTE NO PUEDES y es hora de buscar ayuda.
-Si utilizas alcohol, hay que seguir la siguiente regla. En hombres no pasar de dos a tres
copas en 24 horas, mas de esto ya son niveles de toxicidad para el cerebro. En mujeres
no tomar mas de una sola copa en 24 horas. Y si notas que no puedes y te estás
pasando del número establecido de copas acuérdate que no hay excusa, debes de
buscar ayuda.