2. La Identidad Digital es el conjunto de informaciones
publicadas en Internet sobre mí y que componen la
imagen que los demás tienen de mí: datos
personales, imágenes, noticias, comentarios, gustos,
amistades, aficiones, etc. Todos estos datos me
describen en Internet ante los demás y determina mi
reputación digital, es decir, la opinión que los demás
tienen de mí en la red. Esta identidad puede
construirse sin que se corresponda exactamente con
la realidad. Sin embargo lo que se hace bajo esa
identidad digital tiene sus consecuencias en el mundo
real y viceversa.
3. ¿Qué rasgos definen nuestra identidad?
La fecha de nacimiento, el lugar donde nacimos, la
hora, etc. Sin embargo nuestra identidad es mucho
más completa. Esto incluye nuestros gustos,
aficiones,... también la define todo aquello que nos
gusta, como el tipo de música, nuestras películas
favoritas, el tipo de comida; todo esto confecciona un
mapa de quiénes somos.
¿Por qué debo tener una identidad digital?
Los especialistas en marcas (branding) te dirán
que todos somos marcas. Internet nos permite
estar 24 horas on-line, ofreciendo nuestros
productos o servicios. Imagina que eres un
escritor o artista y tus libros u obras están a la
venta durante 24 horas, los 7 días de la semana.
¡Fantástico!, ¿verdad? Tener una identidad
digital también es rentable por el hecho de que
cada vez más nos buscan por Internet.
¿Para qué debo tener una identidad digital?
Entre los principales objetivos está maximizar nuestra
presencia y ofrecer referencias on-line positivas sobre una
persona o empresa específica, dirigidas no sólo a los
usuarios que buscan activamente a esa persona en
cualquier motor de búsqueda, sino también a los que
eventualmente pueden llegar a hacer referencia a una
persona mientras navega por la web.
4. Riesgos
Por ejemplo, una firma que no gestiona lo que se dice de su marca puede verse muy afectada y entrar en una espiral de
malos entendidos, perturbando al trabajo de muchos años por el poder y la influencia de según qué comentarios. Muchas
empresas sufren cierta impotencia, ya que por primera vez en la historia no pueden controlar todo lo que se dice de ellas
en la red. En la identidad 2.0, usar una identidad todo el tiempo puede llevar a la corrosión de la privacidad. Especialmente
en los siguientes casos:
● Cuando los usuarios no escogen una identidad suficientemente segura.
● Cuando acciones no relacionadas son enlazadas con el propósito de predecir o controlar el comportamiento de
un usuario.