Las computadoras portátiles son más pequeñas y livianas que las computadoras de escritorio, lo que les permite funcionar sin estar conectadas a la electricidad. Sin embargo, debido a su tamaño y capacidad de movimiento, requieren cuidados especiales como mantenimiento y protección contra daños. Las computadoras de escritorio son más grandes y pesadas, y están diseñadas para usarse en un lugar fijo como un escritorio en el hogar o la oficina.