Las mineras en México enriquecen a empresarios; contaminan sin freno el medio ambiente y mantos freáticos; acaparan los recursos hídricos, y omiten el pago de impuestos. Grupo México, Goldcorp, Arcelor Mittal México, Primero Mining Corporation y Pondercel son las empresas que más agua acaparan en el país.
1. Mineras: acaparadoras, contaminantes y evasoras fiscales
Las mineras en México enriquecen a empresarios; contaminan sin
freno el medio ambiente y mantos freáticos; acaparan los recursos
hídricos, y omiten el pago de impuestos. Grupo México, Goldcorp,
Arcelor Mittal México, Primero Mining Corporation y Pondercel son las
empresas que más agua acaparan en el país.
Grupo México ocupa el primer lugar en la lista de empresas
acaparadoras de agua, unos 90 millones cúbicos, según cálculos
elaborados con el Registro Público de Derechos de Agua (Repda) de
la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
Bajo las denominaciones de Buenavista del Cobre, S.A. de C.V.,
Compañía Industrial Minera México, S.A. de C.V.; Industrial Minera de
México, S.A. de C.V; Mexicana de Cananea, S.A. de C.V. y Mexicana
del Cobre, S.A. DE C.V.; el conglomerado Grupo México
mantiene 142 títulos de concesión de agua.
Este mismo consorcio es el responsable de contaminación por el
derrame de 40 millones de litros de sulfato de cobre acidulado
en el río Sonora, el 6 de agosto de 2014. También del desastre en
la mina de Pasta de Conchos (Coahuila), en febrero de 2006, donde
65 mineros quedaron atrapados tras explotar la mina de carbón.
Grupo México es el emporio que ha acaudalado al segundo hombre
más rico del país, German Larrea Mota-Velasco, quien con la
2. explotación de recursos naturales ha generado una riqueza de
9 mil millones de dólares, según la lista de Forbes.
Las concesiones
Concesiones de agua para las mineras, una investigación realizada
por Manuel Llano Vázquez –maestro en antropología social por la
Universidad Iberoamericana y autor del portal de análisis
CartoCrítica. Investigación, mapas y drones para la sociedad
civil–, documenta la lista de empresas mineras que se están
apoderando, también, de los recursos hídricos.
Del mapeo se desprende que en México hay 417 empresas mineras,
agrupadas en 230 conglomerados que aprovechan el agua a través
de 1 mil 36 títulos. Las tres primeras en la lista de “aprovechamiento”
son: Grupo México, S.A. de C.V., Goldcorp Inc. y ArcelorMittal
México, S.A. de C.V.
El volumen de explotación de las más de 400 mineras alcanza
los 436 millones 643 mil 287.92 metros cúbicos anuales. El
geoestadista Llano Vázquez documenta que es el equivalente al
volumen de agua necesario para satisfacer el derecho humano al vital
líquido por un año de 3 millones 229 mil personas. “Cabe recordar
que en México, 13.8 millones de personas no tienen acceso al agua
en la vivienda”, destaca en su análisis.
En entrevista, el investigador comenta que el impacto de la
minería no sólo es en el territorio, sino en todo lo que deja
durante la operación y posterior al cierre y abandono de una
mina. Enfatiza: “uno de los elementos importantes es el agua, no
sólo estamos hablando de la que consumen, sino de la destrucción de
fuentes de agua, la contaminación y el acaparamiento. Para
acercarnos a todo esto lo primero que habría de preguntarse es
cuánta agua consumieron”.
3. Acaparamiento y conflicto
La minera canadiense Goldcorp Inc. es la segunda minera que
mayores recursos hídricos ocupa en el país. A través de sus
filiales Camino Rojo, S.A de C.V.; Compañía Minera Nukay, S.A de
C.V.; Desarrollos Mineros de San Luis, S.A de C.V. y Minera
Peñasquito, S.A de C.V. ocupa 47 millones 656 mil 34 .00 metros
cúbicos anuales, indica CartoCrítica.
Esta compañía se encuentra en la lista de conflictos mineros que
documenta el Observatorio de Conflictos Mineros en América Latina
(OCMAL): en la comunidad de Carrizalillo, Guerrero, Goldcorp “ha
despertado una guerra entre cárteles que buscan cobrar
cuotas de extorsión o ‘cobro de piso’. Más de diez asesinatos
se han ligado a la minera desde 2014”.
4. Miguel Mijangos Leal, integrante de la Red Mexicana de Afectados
por la Minería (Rema), dice que desde hace varios años se ha
denunciado que bajo la explotación a cielo abierto y de tumbo y
relleno [técnicas de explotación minera] las empresas depredan los
bienes naturales.
A la Rema, dice Mijangos Leal, “le queda clarísimo que la minería no
se puede desarrollar sin agua; hay ejemplos muy concretos que nos
señalan la gran cantidad de agua que utilizan, como en el caso de
Carrizalillo: una mina a cielo abierto donde se utilizan
aproximadamente 250 millones de litros de agua diarios para
producir alrededor de 27 kilogramos de oro al día. Esto refleja el
volumen que utilizan para la explotación del oro; además,
contaminan, dejan aguas con residuos químicos imposibles de
utilizar.
“En México, hay un marco que permite que las mineras tengan
acceso al agua de manera libre, prácticamente sin pagarla, no tiene
ningún cargo de responsabilidades por contaminarla ni porque sequen
manantiales, arroyos o cambien los causes de los ríos”, dice.
Los pasivos ambientales no sólo son un problema de riesgos e
impactos, sino también “una deuda que supone pérdida
patrimonial para los países donde se desarrolla la faena, sus
comunidades y los ecosistemas afectados por la actividad
extractiva”, documenta el Consejo Económico y Social de la
Organización de las Naciones Unidas (ONU) en el Estudio sobre las
industrias extractivas en México y la situación de los pueblos
indígenas en los territorios en que están ubicadas estas industria.
Y es que para obtener una tonelada de cobre se necesitan 80
mil litros de agua o mil litros de agua por segundo para
obtener un gramo de oro (y se remueve al menos una
tonelada de roca)”; producir 1 onza de oro genera un promedio de
79 toneladas de desechos tóxicos; la contaminación río abajo con
cianuro por el proceso de lixiviación.
El geoestadista Manuel Llano expone: “los datos sobre los titulares de
las concesiones de agua están alojados en el REPDA, con 500 mil
concesionarios de agua en el país, con los datos del titular y un
supuesto tipo de uso en las categorías: servicios, industria, uso
público, acuacultura, energía hidroeléctrica… es en este registro
5. donde hay que asomarse para poder dilucidar quienes son los
usuarios.
“Sin embargo, estamos en un país en donde existe un tráfico de
derechos de agua. Un concesionario puede tener equis título que le
ampara determinado volumen de agua a su favor. Éste, a su vez, se
la puede transferir a alguien más; entonces, hay un tráfico de
derechos de agua. Si hacemos una búsqueda dentro del
registro, la realidad es que si bien podremos conocer algunos
nombres, también se podría estar consumiendo mucha agua
de mercados informales de agua”, dice el investigador de
CartoCrítica.
La Ley a favor de las mineras
Luego de las modificaciones a la Ley Minera, que se llevaron a
cabo el año pasado, esta se ha volcado a favor de los
empresarios del ramo, que en su mayoría son de origen
extranjero. Los especialistas en el tema comentan que los artículos 6
y 19 de la Ley Minera son los más preocupantes, pues esta
actividad es preferencial pese a que existen recursos
comunales.
Mijangos Leal comenta que la Ley Minera en todos los países tienen
una similitud que espanta, obviamente un gran promotor de la
minería en el mundo es Canadá, con todo a su favor. Destaca el
artículo sexto, que a la letra dice: “La exploración, explotación y
beneficio delos minerales o sustancias a que se refiere esta Ley
son de utilidad pública, serán preferentes sobre cualquier otro
6. uso o aprovechamiento del terreno, con sujeción a las
condiciones que establece la misma, y únicamente por ley de carácter
federal podrán establecerse contribuciones que graven estas
actividades”.
Manuel Llano comenta que el otro problema es que la Ley Minera
tiene un conflicto de derechos con la Ley General de Agua,
pues la minera le concesiona el agua a las empresas sin
restricción alguna. En sus fracciones V y VI indican: “Aprovechar
las aguas provenientes del laboreo de las minas para la exploración o
explotación y beneficio de los minerales o sustancias que se obtengan
y el uso doméstico del personal empleado en las mismas; obtener
preferentemente concesión sobre las aguas de las minas para
cualquier uso diferente a los señalados en la fracción anterior, en los
términos de ley de la materia”.
Las omisiones monetarias
En Informe de la Fiscalización de la Cuenta Pública 2014, elaborado
por la Auditoría Superior de la Federación (ASF), se detalla la falta de
cumplimiento de las empresas mineras para con la hacienda pública.
El máximo órgano de fiscalización del país documenta la
omisión de los empresarios para pagar lo exigido apenas este
año, después de que sólo pagaban módicas cantidades por
“pagos de derecho”.
El dictamen del máximo órgano de fiscalización señala en la auditoría
Derechos Recaudados sobre la Actividad Minera, practicada a la
Secretaría de Economía, que: 6 mil 823 títulos de concesión
omitieron en el pago de derechos sobre concesiones mineras.
Además, “2 mil 347 títulos de concesión que presentaron diferencias
pagadas de menos, de los cuales no se había iniciado el proceso de
cancelación para 1 mil 862 concesiones”, indica la ASF.
En otra de las auditorías practicadas a la Secretaría de Economía,
destaca las deficiencias que hay en la regulación y supervisión de la
actividad minera. Propone que la dependencia “analice las causas por
las cuales no dispuso de los diagnósticos en los que se señalen las
necesidades de actualización del marco jurídico y normativo de la
actividad minera, y considere establecer los mecanismos para el
7. registro y generación de información clara, confiable, oportuna y
suficiente que le permita la adecuada toma de decisiones,
transparencia y rendición de cuentas de su gestión”.
Waldo Fernández, secretario de la Comisión de Hacienda y Crédito
Público en la Cámara de Diputados, dice que las omisiones de pago
por parte de las mineras “es un tema muy grave. Finalmente, dentro
de todos los cambios fiscales que se hicieron se ajustó mucho
el tema de la minería por dos razones fundamentales: una es
que no había la claridad del cobro de impuestos por las
extracciones o el inventario que ellos tienen; la segunda, una
parte de estos impuestos se quedaran en las localidades o
municipios de donde se estaba extrayendo el material, de
alguna manera para que los municipios tuvieran parte de esta
riqueza, pero también para mitigar el daño de la minería”.
Con este proceder del sector, dice el legislador, se afecta a la
hacienda pública. El problema en México, comenta, “no es de leyes,
sino de voluntad política. La Secretaría de Hacienda tiene que
encargarse de hacer auditorías a las empresas. Este es un sector muy
importante para el país que también está en manos de extranjeros”.
Fuente: Contralinea:
http://smecuernavaca.blogspot.fr/2016/05/mineras-acaparadoras-
contaminantes-y.html
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Movimiento Mesoamericano contra el Modelo extractivo
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