Los manuscritos iluminados eran libros cuidadosamente escritos e ilustrados a mano por monjes en monasterios medievales. Eran auténticas obras de arte elaboradas con pergamino, tintas y plumas de alta calidad. Los monjes copiaban textos religiosos y otros documentos de forma minuciosa, añadiendo bellas ilustraciones e iniciales decoradas. Los manuscritos iluminados simbolizaban el poder y el lujo de la Iglesia, la monarquía y otras clases dominantes que los encargaban.
1. La belleza y minuciosidad de los
MANUSCRITOS ILUMINADOS
Mgs. Alejandra Avalos
HISTORIA
DEL
DISEÑO
HISTORIA
DEL
DISEÑO
2. Los manuscritos
iluminados
Los manuscritos sin
duda alguna, se han
dado a conocer a
través de los siglos
como auténticas
joyas del saber y
buen hacer de
épocas pasadas.
Pacientemente
escritos e
iluminados entre los
silenciosos muros
de los monasterios.
Siendo elegantes,
refinado y únicos.
3. El trabajo minucioso de los
monjes en el scriptorium,
copiando textos con una
caligrafía exquisita, sin medir
el tiempo que utilizaban para
ello. De sus manos salían
bellísimos códices miniados,
joyas en las que se
entrelazaban la religión, el
saber y por supuesto la
belleza. Eran elaborados en
pergamino de piel de
cordero, cabra, etcétera,
cosían a mano con cuerda de
cáñamo o de otra naturaleza
cada uno de los pliegos
hasta encuadernarlo.
4. La copia de manuscritos y documentos se viene realizando
prácticamente desde que se conoce la escritura. En el
Imperio Romano ya se realizaban estas copias, intentando
utilizar los mismos materiales que el original. Con la aparición
de la imprenta de tipos móviles de Gutenberg, se dejó de
iluminar el pergamino por sus altos costes, frente al papel.
5. No solo en los monasterios se
iluminaban manuscritos, había
talleres que se dedicaban a
ello. “Generalmente, el
obrador medieval se
caracterizaba por presentar
una estructura jerárquica en la
que existía un maestro bajo
cuya tutela se situaban varios
iluminadores de menor rango.
El maestro era el encargado
de recibir encargos. Los
oficiales eran iluminadores de
un nivel inferior que todavía no
habían superado el examen
que los autorizaba a contratar
encargos.
6. A lo largo de la Edad Media los libros
simbolizaron una de las mayores
manifestaciones de poder. Dentro de
ellos estaba encerrada la palabra
divina y todo el conocimiento del ser
humano. Pero quiénes eran los que
promocionaban los libros, la
monarquía, la Iglesia y los banqueros,
comerciantes… Todos los que querían
demostrar al resto de la sociedad
quién ostentaba el poder. Los
códices se convirtieron en todo un
símbolo de lujo, que identificaban a
las clases dominantes. Al mismo
tiempo se convirtieron de alguna
manera en algo sagrado, por las
representaciones de Dios llevando
un libro en sus manos.
7. La mayoría de los manuscritos son de carácter religioso (como los Libros de
Horas, Biblias de altar…) y de época medieval. Al principio los manuscritos
carecían de imágenes, pero al comenzar el medioevo, se enriquecieron los
textos con imágenes e iniciales historiadas. Una página se elaboraba con
texto que podía contar con una inicial historiada, los bordes también estaban
decorados profusamente. La paleta de colores era extensa, del oro a la plata,
el azul marino que salía del lapislázuli, el rojo, amarillo, verde, blanco y negro.
Las tintas eran a base de carbón de leña o tinta de metal y agallas. Las
plumas se utilizaban de ave o de caña.
8. Estos manuscritos eran muy
costosos, normalmente en sus
páginas llevaban el escudo del
propietario, era una forma de
remarcar el poder económico de la
persona capaz de costear una obra
de estas características. Su influencia
se extendió por toda Europa, a su vez
los artistas iban de un lugar a otro
enriqueciendo su forma de trabajar,
asimilando las nuevas aportaciones
que encontraban. Las nuevas
preocupaciones estilísticas buscan
mirar hacia la realidad, la naturaleza,
más humanista, buscando
verosimilitud en sus trabajos.
Auténticas y exquisitas obras de arte.
9. Para finalizar
Con el auge de la imprenta, el libro iluminado se redujo a
algo testimonial, aunque los libros ilustrados se siguieron
produciendo para los más ricos, antes de que los grabados
a nivel industrial se hicieran por completo con el mercado.
Pese a todo, el trabajo artesanal y las tintas de lujo siguen
marcando la diferencia y asombrando a cualquiera que se
asome a uno de estos antiguos códices.
10.
11. Bibliografía:
RAMÓN MARQUÉS, Nuria (2007), La iluminación de
manuscritos en la Valencia gótica (1290-1458), Valencia,
Biblioteca Valenciana.
YARZA LUACES, Joaquín (1995), La pintura española
medieval: el mundo gótico. La pintura española, Vol. I, Milán,
Ed. Electa.