2. De primera clase. En Roma, referido a la clase social más
adinerada.
Autores literarios más sobresalientes, dignos de imitación y,
en conjunto, autores del siglo I a. C.( siglo de oro).
Finales del mundo antiguo: sinónimo de modélico y
permanente.
Actualidad: sinónimo de grecorromano ( lenguas clásicas,
arte clásico, cultura clásica, etc.)
En este último sentido, lo “clásico” ha sido constantemente
estudiado, sobre todo a partir del Renacimiento y ha servido
como modelo en cuanto a temas, estilo, técnicas, ideas, etc.
3. La influencia de la cultura romana ha pervivido en:
las lenguas romances;
latinismos en el nivel culto tanto en las lenguas romances
como en las que no lo son;
literatura...
La influencia de la cultura griega ha pervivido en:
el lenguaje político, filosófico y científico;
la literatura, etc.
Es precisamente gracias a la literatura griega y latina como ha
pervivido su cultura.(Entendemos por literatura todas las ramas del
saber: filosofía, historia, geografía, ciencias de la naturaleza,
matemáticas, derecho, arquitectura, medicina, etc.)
4. La literatura clásica grecorromana
utilizaba como material el papiro
mucho más frágil que el pergamino
5. Sobre la tira de papiro, llamada
charta, escribían con tinta negra,
fabricada a base de hollín y con un
trozo de caña, calamus, que tenía un
extremo cortado en bisel.
En un principio sólo se utilizaba la letra
mayúscula. Con la literatura cristiana
se sustituye el papiro por el pergamino
y se introducen las minúsculas, que se
generalizan en la Edad Media.
A medida que se iba escribiendo, se
enrollaba la parte escrita con la mano
izquierda, de forma que el “libro”
adquiría la forma de rollo. Para leerlo,
se iba desenrollando con la mano
derecha.
Los rollos se protegían con una funda
de cuero y se guardaba en la capsa.
La edición de libros era todo una
industria que iba desde la fabricación
de la charta, la realización a mano en
talleres de esclavos, hasta la venta
posterior en librerías ( tabernas
librarias).
6. Códices
Aparición en Occidente en el siglo I.
Generalización en el Bajo Imperio(284 –
476) con la literatura cristiana.
Materiales
Pergamino: piel de cordero, cabrito
o ternero, adelgazada y recortada en
diferentes tamaños.
Características: era caro y escaso,
de modo que las copias de una misma
obra eran escasas, excepto las de
autores más importantes ( Virgilio,
Homero).
Los códices eran reaprovechados tras ser
raspados: Palimpsesto.
7. La intervención de los Los monjes de Irlanda e
monjes de los monasterios Inglaterra, lugares donde
medievales, sobre todo de más floreció la cultura
la Alta Edad Media ( siglos monástica, fueron los que
VIII – XII) salvó el legado más se preocuparon por la
literario-cultural romano copia de antiguos códices.
tras la ocupación del
Imperio de Occidente por La fundación de
los bárbaros . monasterios a partir del
siglo VII por parte de estos
Estos hombres se monjes, multiplicó el
dedicaron a copiar número de copistas.
pacientemente en los
monasterios los manuscritos
salvados de La
destrucción.
8. Los monasterios eran los focos
culturales de la Edad Media y en sus
Las bibliotecas se guardaban libros
religiosos, obras clásicas de filosofía,
derecho, retórica, medicina e
incluso de literatura, sobre todo de
los autores que se empleaban para
aprender latín culto en las escuelas
de los monasterios.
En el siglo IX ya había la casi
totalidad de las obras de la
literatura clásica hoy conocida.
Los monasterios recurrían a
intercambios o préstamos
temporales para enriquecer sus
fondos. Las obras prestadas eran
copiadas por los monjes
especialistas en el scriptorium
9. Los copistas, monjes más cultos, cuidaban la
caligrafía y corregían los errores.
Trabajaban cada uno en un libro durante meses,
en duras condiciones: frío, poca luz, pupitres
incómodos, mala calidad del original, horas
intempestivas, etc.
Si se hacían varias copias de la misma obra, un
monje leía y los demás copiaban.
Ellos mismos se encargaban de la confección de
los códices, cada vez mejor encuadernados e
ilustrados.
10. Letra capitular: los copistas solían adornar las letras que
encabezaban los diferentes capítulos o párrafos.
Miniaturas: ilustraciones que llegaron a ser de una riqueza,
belleza y expresividad asombrosas. Podían aparecer en los
márgenes o llenar páginas enteras.
Solían estar hechas a todo color, con predominio del rojo,
realizado a base de polvo de minio. En los más lujosos no
faltaban láminas de plata y oro.
Nos permiten conocer tanto su mundo imaginario, como su
vida cotidiana.
En ocasiones, son mucho más interesantes que el contenido
del texto, como las copias hechas en España del comentario
sobre el Apocalipsis de San Juan, del Beato de Liébana.