1. Exposici ón Humana a Campos Electromagn éticos
αααα
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γγγγ
Grupo de Ingeniería de
Microondas y
Radiocomunicaciones
Cartagena, Noviembre 1999.
Universidad Politécnica de Cartagena
εεεε
EExxppoossiicciióónn
HHuummaannaa AA
CCaammppooss
EElleeccttrroommaaggnnééttiiccooss
2. 1
CCoonntteenniiddoo
Pr ólogo …………… ………………………… ……………………… ……. . 3
1.- La Energía de Radiofrecuencia. Aplicaciones …………. ... ……… ……5
2.- Radiaci ón Ionizante vs Radiaci ón no-Ionizante ………………… …. .. 14
3.- Efectos Biol ógicos. Organismos Competentes ………………… …. . 17
4.- Exposici ón Humana a RF. Sistemas de Telefonía M óvil ……… …. . 36
5.- Conclusiones ……… ……………………… ……………………… …… 41
6.- Referencias ……… ………………………… ……………………… …. . 45
7.- Bibliografía ………… ……………………… ………………………. …. . 47
8.- Sobre los autores………………………… ………………………… … 49
3.
4. 3
PPrróóllooggoo::
Los avances alcanzados en las últimas décadas en el desarrollo de la energía de
microondas y radiofrecuencia, junto con la consecuente reducción de costes han
contribuido a que la aplicación de estas nuevas tecnologías sea posible en cada vez más
numerosas utilidades en entornos industriales, médicos, comerciales, de investigación e
incluso domésticos. Hoy por hoy resulta completamente cotidiano encontrar sistemas de
microondas y radiofrecuencia en nuestros domicilios particulares, puestos de trabajo,
automóviles, medios de transporte, etc.
En este sentido el continuo e incesante desarrollo de nuevos servicios de
comunicaciones personales ha supuesto en los últimos años uno de los más productivos
crecimientos industriales. Los servicios que son capaces de ofrecer las redes que enlazan
unos teléfonos móviles con otros son cada vez mayores. Los teléfonos móviles, en un
futuro muy próximo, serán capaces ya no sólo de comunicarnos mediante voz, sino
también de enviar mensajes de texto, transmisión de datos, imágenes, realizar
transacciones económicas o incluso de acceder a Internet. Pero paralelamente al
crecimiento de todas estas perspectivas, ha crecido también por parte de los usuarios la
preocupación acerca de los efectos que sobre la salud humana pueda tener el uso de esta
nueva forma de energía y en concreto los nuevos sistemas de comunicaciones personales,
sobre todo en lo referente al uso de teléfonos móviles y a la ubicación de estaciones base
sobre las azoteas de los edificios en el interior de las ciudades.
El presente informe pretende aportar algo de luz a este respecto en base a un riguroso
trabajo de revisión de documentación científica y resultados obtenidos en trabajos de
investigación propios.
EExxppoossiicciióónn
HHuummaannaa AA
CCaammppooss
EElleeccttrroommaaggnnééttiiccooss
Antonio Martínez González, Alejandro Díaz Morcillo y David Sánchez Hernández
Grupo de Ingeniería de Microondas y Radiocomunicaciones
Universidad Politécnica de Cartagena
6. Exposici ón Humana a Campos Electromagn éticos
5
Las ondas de radio, TV o las señales de los teléfonos móviles son
algunas de las formas de energía de radiofrecuencia más extendidas y
conocidas. En la actualidad, muchos otros tipos de aplicaciones y
productos industriales hacen uso de la energía electromagnética. La
energía de radiofrecuencia (RF) es una forma de energía
electromagnética cuya importancia es cada vez más significativa en todo
el mundo.
Las emisiones de RF pueden ser estudiadas en términos de energía,
radiación o campo. La radiación se define como la propagación de la
energía a través del espacio en forma de ondas o partículas. Esta
radiación electromagnética puede entenderse como el conjunto de ondas
eléctricas y magnéticas que conjuntamente se desplazan por el espacio
generadas por el movimiento de cargas eléctricas que puede tener lugar
en un objeto metálico conductor, como una antena. Por ejemplo, el
movimiento alterno de las cargas en una antena utilizada en una estación
radiodifusora de radio o televisión o en una estación base de telefonía
móvil celular genera ondas electromagnéticas radiadas por el espacio
(“aire libre”) que pueden ser interceptadas por una antena receptora,
como una antena de TV situada en la azotea de un edificio para el caso de
señales de televisión, o por una antena integrada en un terminal móvil
telefónico como un teléfono móvil para el caso de estaciones base
celulares. El término campo electromagnético se utiliza para indicar la
presencia de energía electromagnética en un punto dado.
De la misma forma que cualquier fenómeno de naturaleza ondulatoria,
la energía electromagnética puede ser caracterizada por una frecuencia (f)
y una longitud de onda (λ). La longitud de onda es la distancia cubierta
por un ciclo completo de onda electromagnética. La frecuencia es el
número de ciclos completos de esta onda que pasan por un punto
concreto durante un segundo (figura 1).
11
LLaa EEnneerrggííaa ddee RRaaddiiooffrreeccuueenncciiaa..
AApplliiccaacciioonneess
7. Exposici ón Humana a Campos Electromagn éticos
6
Las ondas electromagnéticas se propagan a través del espacio a la
velocidad de la luz y su frecuencia y longitud de onda están inversamente
relacionadas mediante una sencilla ecuación matemática: el producto de
la frecuencia (f) por su longitud de onda (λ) es igual a velocidad de la
luz (c ≈ 3·108
m/s).
Puesto que la velocidad de la luz permanece constante en cualquier
medio de propagación, las ondas electromagnéticas de alta frecuencia
están asociadas con longitudes de onda pequeñas y, de la misma forma,
las ondas de baja frecuencia tienen mayores longitudes de onda.
La utilización de la energía electromagnética está regulada por la
Unión Internacional de Telecomunicaciones, organismo que ha dividido
el espectro electromagnético en nueve bandas de frecuencia, siete de las
cuales se encuentran en el rango de las microondas y RF. Tanto las
radiaciones de RF como las microondas son una parte del espectro
electromagnético completo cuyos límites en frecuencia no han sido
definidos de forma absoluta por ningún convenio internacional, pero que
pueden fijarse aproximadamente en el rango de los 100 kHz-300 MHz
para la RF y en el rango de 300 MHz hasta los 300 GHz para las
microondas. Un kiloHercio es igual a mil Hercios, siendo un Hercio una
frecuencia de un ciclo por cada segundo, un MegaHercio son un millón de
Hercios, mientras que un GigaHercio son mil millones de Hercios. Por
ejemplo, cuando uno sintoniza su receptor de radio de FM a una emisora
en el 94.2, esta radio está recibiendo señales procedentes de una estación
radiodifusora que emite ondas de radio a una frecuencia de 94,2 millones
de ciclos por segundo o lo que es lo mismo 94,2 MHz (MegaHercios).
f
c
=λ
λ
Campo Eléctrico
Campo Magnético
Dirección de
propagación
Figura 1.
Onda
electromagnética
8. Exposici ón Humana a Campos Electromagn éticos
7
Nuestro interés en este informe se va a centrar en este rango de
frecuencias, entre 100 kHz y 300 GHz dentro del cual la Unión
Internacional de Telecomunicaciones ha efectuado la asignación de
frecuencias específicas para distintas aplicaciones que se muestra en la
tabla 1.
BANDA
Nº Nombre
Rango de
Frecuencia
Longitud
de Onda
División
métrica
Aplicaciones
5 LF 30-300kHz 10-1 km Kilométricas
Red de distribución eléctrica de
alta potencia, sistemas móviles
aeronáuticos y marinos,
radionavegación,
radiolocalización
6 MF 300-3000 kHz 1-0,1 km Hectométricas
Radionavegación,
radioaficionados, equipos de
calentamiento industrial,
radiodifusión AM
7 HF 3-30 MHz 100-10 m Decamétricas
Diatermia, comunicaciones
internacionales, radioaficionados,
equipos de RF industriales.
8 VHF 30-300 MHz 10-1 m Métricas
Policía, bomberos,
radioaficionados, radiodifusión
FM, TV, equipos de RF
industriales
9 UHF
300-3000
MHz
1-0,1 m Decimétricas
Radiodifusión de corto alcance,
radioaficionados, taxis, policía,
bomberos, radares,
radionavegación, TV, hornos
microondas, diatermia,
calentamiento industrial.
10 SHF 3-30 GHz 10-1 cm Centimétricas
Comunicaciones vía satélite,
radar, radioaficionados, radares
meteorológicos.
11 EHF 30-300 GHz 10-1 mm Milimétricas Reconocimiento del terreno,
radar.
En la figura 2 se representa el espectro electromagnético completo,
desde las frecuencias extremadamente bajas con longitudes de onda muy
grandes y hasta las frecuencias muy elevadas, como los rayos-X o los
rayos gamma (γ), con longitudes de onda mucho menores. Es entre estos
dos extremos donde se encuentran las ondas de radio y las microondas,
pero también otras radiaciones electromagnéticas como la radiación
infrarroja, la luz visible o la radiación ultravioleta. En general se define
Tabla 1. Asignación de frecuencias por la Unión Internacional de Telecomunicaciones
9. Exposici ón Humana a Campos Electromagn éticos
8
como radiación de radiofrecuencia (RF) a la parte del espectro
electromagnético comprendida entre los 3 kHz y los 300 GHz, lo que
incluye también a las microondas. En la figura 2 junto a la escala de
frecuencia aparece también una segunda escala en la que se refleja la
energía que contienen los fotones de una radiación a una frecuencia
concreta (esta energía depende únicamente de la frecuencia de la radiación
electromagnética y se mide en eV, electronvoltios). La cantidad de energía
asociada a los fotones de una radiación concreta establece la capacidad de
ionizar o no los átomos sobre los que tal radiación incida. Esto sucede por
ejemplo con los rayos-X o los rayos γ.
El uso de energía de RF se concentra fundamentalmente en servicios
de telecomunicaciones dirigidos a los ciudadanos, industria y gobiernos.
Radiodifusión de radio y televisión, telefonía móvil celular, sistemas de
comunicaciones personales (PCS, Personal Communication Systems),
teléfonos inalámbricos, sistemas de comunicación vía radio para policía y
servicios de urgencia como bomberos, radioaficionados, sistemas de
comunicación punto a punto mediante microondas, radioenlaces o
sistemas de comunicaciones vía satélite… constituyen algunos de los
ejemplos de las muchas aplicaciones de la energía de RF en materia de
telecomunicaciones.
Figura 2.
Espectro
electromagnético
10 102
103
104
105
106
107
108
109
1010
1011
1012
1013
1014
1015
1016
1017
1018
1019
1020
1021
1022
1023
1024
1025
Frecuencia (Hz)
10-13
10-12
10-11
10-10
10-9
10-8
10-7
10-6
10-5
10-4
10-3
10-2
10-1
1 10 102
103
104
105
106
107
108
109
1010
Energía (eV)
Red de
distribución
Radio y
Televisión
Microondas Infrarrojo
Luz visible
Ultravioleta Rayos-X Rayos-γγγγ
Radiación IonizanteRadiación no-ionizante
Radiofrecuencia
10. Exposici ón Humana a Campos Electromagn éticos
9
¿¿CCóómmoo ssee mmiiddee llaa eenneerrggííaa ddee RRFF??
Dado que un campo electromagnético cuenta con dos componentes, una
eléctrica y otra magnética, resulta a menudo conveniente expresar la
intensidad de un campo de RF en términos de las unidades propias de cada
una de sus componentes. El campo eléctrico se mide habitualmente en
voltios por metro (V/m) mientras que el campo magnético se mide en
Amperios por metro (A/m).
Otra unidad comúnmente utilizada para caracterizar un campo de RF es
la densidad de potencia. La densidad de potencia resulta mucho más útil
cuando el lugar de medida está muy lejos de la antena emisora, zona que
en la terminología electromagnética se conoce como la zona de campo
lejano de una antena. Esta zona está a varias longitudes de onda de la
antena emisora. En campo lejano, el campo eléctrico y magnético se
encuentran relacionados de manera conocida, por lo que conociendo una
de estas magnitudes queda definida la otra y por tanto la densidad de
potencia. En la zona de campo próximo, en las proximidades de la antena
la relación entre las componentes eléctrica y magnética del campo de RF
es complicada. En este caso se hace necesario el conocimiento de ambas
componentes de campo para poder caracterizarlo completamente. Es
habitual, sin embargo, que algunos equipos de medida den los valores para
su equivalente en campo lejano incluso para las medidas efectuadas en la
zona de campo próximo. Para medidas efectuadas por encima de los 300
MHz es suficiente con medir el campo eléctrico para caracterizar el
entorno de RF siempre que las medidas no se hagan demasiado cerca de la
antena emisora.
La densidad de potencia se define como la potencia por unidad de área.
Por ejemplo la densidad de potencia puede venir expresada en milivatios
por centímetro cuadrado (mW/cm2
) o microvatios por centímetro
cuadrado (µW/cm2
). Un milivatio es igual a 0.001 vatios de potencia y un
µW es igual a 0,000001vatios.
11. Exposici ón Humana a Campos Electromagn éticos
10
¿¿DDóónnddee ssee eennccuueennttrraa llaa eenneerrggííaa ddee RRFF??
Las microondas y la radiación electromagnética de radiofrecuencia
están presentes de forma completamente natural en el ambiente
procedentes del sol, las galaxias y nuestro propio planeta Tierra. La
biosfera terrestre se caracteriza por sus campos eléctrico y magnético y por
descargas atmosféricas. Las radiaciones de radiofrecuencia provenientes
del sol tienen una doble componente, por un lado una componente de
superficie o componente quieta y por otro una componente procedente de
zonas de gran actividad (centro). Además de esta radiación solar, existen
otras radiaciones de radiofrecuencia extraterrestres provenientes de
galaxias más distantes. Estos niveles de radiación han sido estimados por
Osepchuk [1] y oscilan entre 2·10-7
µW/cm2
para la radiación superficial
del sol y hasta 10-3
µW/cm2
para las zonas de mayor actividad.
Todos los cuerpos con una temperatura media superior a los 0ºK
(0º Kelvin = -273º C) emiten radiación electromagnética como resultado
de las aceleraciones sufridas por las partículas cargadas debido a la
agitación térmica. Esto se conoce como radiación térmica de los cuerpos.
La radiación térmica de la Tierra o cualquier otro cuerpo caliente puede
obtenerse a partir de la ecuación del cuerpo negro. Un cuerpo negro no es
más que un modelo físico cuya superficie es capaz de absorber la totalidad
de la energía que incide sobre él. A partir de la frecuencia y la temperatura
la densidad de potencia radiada por un cuerpo viene dada por:
300300
·3,0
3
Tf
S
=
El sol, las galaxias, nuestro propio planeta y nosotros
mismos somos fuentes de radiación electromagnética que se
encuentra presente en el ambiente.
Sol 10-3
µW/cm2
Tierra 0,3 µW/cm2
Cuerpo humano 0,3 µW/cm2
12. Exposici ón Humana a Campos Electromagn éticos
11
En la ecuación anterior: f = frecuencia en GHz y T = temperatura en ºK.
Si aplicamos esta sencilla ecuación a la Tierra suponiéndole una
temperatura media de 20ºC obtenemos una densidad de potencia de hasta
0,3 µW/cm2
cuando consideramos una frecuencia de 300 GHz.
Por supuesto el cuerpo humano también se encuentra a una temperatura
superior a los 0 ºK por lo que también constituye una fuente de radiación
térmica. El cuerpo humano emite energía electromagnética en el rango de
frecuencias de 10 kHz – 300 GHz. La misma ecuación dada anteriormente
para los cuerpos negros puede ser aplicada a las radiaciones humanas, con
lo que obtenemos una emitancia de unos 0,3 µW/cm2
.
La energía de RF puede también ser generada. La generación de energía
de radiofrecuencia mediante dispositivos de campo cruzado o dispositivos
de estado sólido es una posibilidad que ha encontrado numerosísimas
aplicaciones industriales. Una vez esta energía es generada puede ser
transmitida a un aplicador o antena mediante una línea de transmisión
coaxial o una guíaonda. Estas guías de onda pueden ser rectangulares,
circulares o de forma arbitraria y normalmente se fabrican de material
metálico como aluminio o cobre. La guíaonda normalmente se conecta al
potencial de tierra y puede transmitir señales de alta potencia a unas
distancias de hasta unos 100 m. Esta energía puede ser directamente
aplicada a un dispositivo especializado, utilizado por ejemplo en
comunicaciones o transformada en otra forma de energía como calor. Los
hornos microondas, por ejemplo, incorporan una guíaonda que suministra
energía de microondas a una cavidad en la que se calientan los alimentos.
En otras aplicaciones, la radiación de estas señales al espacio libre se lleva
a cabo mediante reflectores parabólicos.
13. Exposici ón Humana a Campos Electromagn éticos
12
AApplliiccaacciioonneess
Las aplicaciones de la energía de radiofrecuencia están en continuo
desarrollo. Los sistemas de comunicaciones en general constituyen un
amplio rango de equipos y sistemas que hacen uso de esta tecnología. El
área de la radiodifusión, por ejemplo, supone una de las más extendidas
aplicaciones de RF en todo el planeta y quizás la que más ha contribuido a
que esta forma de energía sea tan popular entre la población. Sólo en
Estados Unidos existen más de 9 millones de estaciones radiodifusoras de
radio y TV, cientos de miles de torres de comunicaciones de microondas,
decenas de miles de antenas radar y en torno a 30 millones de bandas de
radio ciudadanas.
Pero las microondas y la energía de radiofrecuencia en general tienen
otras muchas aplicaciones al margen de su utilidad en materia de
comunicaciones.
Los hornos microondas, a los que tan acostumbrados estamos en
nuestro entorno domestico cotidiano, constituye un buen ejemplo de
aplicación de la energía de RF. La radiación de RF, especialmente a las
frecuencias de microondas es capaz de transferir energía a las moléculas de
agua. A niveles de potencia elevados esta transferencia de energía puede
generar calor en materiales ricos en agua como ocurre en muchos
alimentos. En ello se basa el principio de operación de estos hornos. Otras
aplicaciones importantes de las microondas en entornos industriales son el
calentamiento y sellado, utilizado por ejemplo en el moldeado de
materiales plásticos o el sellado de calzado o libros.
Y sobre todo, es importante conocer que las microondas tienen
actualmente numerosas aplicaciones médicas que mejoran la vida cada día
a miles de personas en todo el mundo. Se aplican procedimientos basados
en radiaciones de microondas por ejemplo en cardiología, urología o
cirugía.
14. Exposici ón Humana a Campos Electromagn éticos
13
El uso terapéutico de las microondas ha aumentado rápidamente en los
últimos años. Existen tratamientos para el cáncer mediante hipertermia en
algunos centros oncológicos a los que puede añadirse quimioterapia o
radioterapia de tipo ionizante, tratamientos para arritmias
supraventriculares y más recientemente también para taquicardia
ventricular. Se realizan termografías no invasivas mediante microondas
utilizadas en diagnóstico de cáncer y para el control y tratamiento de
reuma y artrosis, sistemas para diagnosis de edemas y enfisemas
pulmonares, medidas por interferometría del movimiento de órganos y
otras aplicaciones que hoy en día todavía se encuentran en fase
experimental como un reciente estudio publicado que propone un
novedoso método para el tratamiento de la caries dental mediante la
aplicación de energía de microondas sobre el área dañada, esterilizando la
caries mediante su calentamiento y calcificando incluso esta zona para
conseguir la regeneración del diente sin necesidad de extirparlo [2].
Puede decirse que el campo de las aplicaciones médicas de las
microondas es relativamente moderno y prometedor. Muchas de ellas
permanecen casi inexploradas, y la existencia de otras muchas puede surgir
del estudio detenido de sus efectos biológicos, junto con un conocimiento
técnico del comportamiento de las radiaciones electromagnéticas. Los
esfuerzos para mejorar la tecnología de estas aplicaciones médicas
continúan.
15. Exposici ón Humana a Campos Electromagn éticos
14
Como se ha explicado previamente la radiación electromagnética no
es más que la propagación de energía por el espacio en forma de ondas o
partículas. Algunos fenómenos electromagnéticos se entienden con
mayor facilidad si se considera esta energía como ondas, mientras que
otros se comprenden mejor considerando esta energía como flujo de
partículas o fotones. Esto es lo que se conoce como la dualidad onda-
corpúsculo de la radiación electromagnética. La energía asociada con un
fotón, la unidad elemental de una onda electromagnética, depende de su
frecuencia (o longitud de onda).. Cuanto mayor es la frecuencia de la
onda electromagnética (y menor por tanto su longitud de onda), mayor
será la energía de cada fotón asociado a ella. La energía contenida en un
fotón suele expresarse en unidades de ‘electrón-voltios’ o ‘eV’.
Los fotones asociados a los rayos-X y a los rayos γ (gamma), cuyas
ondas tienen frecuencias electromagnéticas muy elevadas tienen una
cantidad de energía relativamente grande. En el otro extremo del espectro
electromagnético, los fotones asociados a ondas de frecuencias bajas
tienen niveles de energía mucho menores. Entre estos dos extremos
encontramos la radiación ultravioleta, la luz visible, la radiación infrarroja
y la energía de radiofrecuencia entre la que se encuentran las microondas a
cuyos fotones se asocian contenidos energéticos intermedios.
La ionización es un proceso mediante el cual pueden crearse iones en el
interior de células vivas. Este proceso puede producir alteraciones
moleculares capaces de provocar algún daño en los tejidos biológicos,
incluyendo efectos sobre el ADN. Este fenómeno se produce cuando tiene
lugar una interacción con fotones con elevados niveles de energía
asociados, como los de los rayos gamma o los rayos-X, estos últimos
comúnmente utilizados en las radiografías clínicas para el diagnóstico de
enfermedades. La simple absorción de un fotón de rayos-X o gamma
puede causar la ionización y, en consecuencia, el daño biológico debido a
la elevada cantidad de energía del fotón, que podría estar por encima de 10
eV, considerado este valor como la mínima cantidad de energía capaz de
22
RRaaddiiaacciióónn IIoonniizzaannttee
RRaaddiiaacciióónn nnoo--IIoonniizzaannttee
16. Exposici ón Humana a Campos Electromagn éticos
15
Rayos-X
Rayos gamma
Radiación Ionizante
Radiación no-Ionizante
Radio
TV
Móviles
Luz
producir la ionización. Por tanto
los rayos-X y rayos gamma se
consideran radiaciones de tipo
ionizante. La radiación ionizante está asimismo relacionada con la
generación de energía nuclear.
La energía contenida en los fotones de las ondas electromagnéticas de
RF no es lo suficientemente elevada para causar la ionización de átomos
y moléculas por lo que la radiación de energía de RF está considerada
como radiación no-ionizante, como ocurre con la luz visible, la radiación
infrarroja y otras formas de radiación con frecuencias relativamente
bajas. La energía presente en un fotón de rayos-X es miles de millones de
veces superior a la energía presente en un fotón de radiación de
microondas a 1 GHz.
Es importante que los términos ionizante, no-ionizante no sean
confundidos cuando se discuten los efectos biológicos de la radiación
electromagnética sobre la salud humana, dado que los mecanismos de
interacción son completamente diferentes.
Actualmente sólo los efectos producidos por el calentamiento de los
tejidos constituyen la base científica que establece los límites de
exposición para radiaciones electromagnéticas no-ionizantes de
radiofrecuencia. Lo que se conoce como efectos térmicos.
Resulta interesante comparar qué cantidad de potencia es absorbida
por el organismo humano a los niveles en que esta energía resulta
perjudicial para el organismo, cuando se trata de radiación ionizante o de
radiación no-ionizante. Por ejemplo, una persona expuesta a 4 Gray de
radiación gamma (radiación ionizante) estaría sometida a niveles
extremadamente elevados, pudiendo incluso, este nivel de radiación,
llegar a ocasionarle la muerte. Esta exposición se corresponde con una
energía absorbida de 4 J/kg (Julios por kilogramo). Esa misma persona
podría tolerar una exposición (sobre todo el cuerpo) cuando se trata de
17. Exposici ón Humana a Campos Electromagn éticos
16
energía de microondas de 4 W/kg o 4 J/kg/s durante períodos indefinidos
de tiempo. Una exposición sobre todo el cuerpo de 4 W/kg es de hecho,
como se ha comprobado, el umbral que una vez superado puede producir
efectos adversos en varias especies de animales. Estos efectos están
claramente asociados con un calentamiento excesivo de los tejidos
biológicos.
Los riesgos que pueden sufrir los organismos expuestos a energía de
microondas vienen caracterizados por un umbral de exposición y no
dependen de la exposición acumulada, lo que sí ocurre en el caso de
radiación ionizante. Esto significa que, por ejemplo, uno debería ser
prudente con la cantidad de radiografías a que se somete. Los rayos-X
son ionizantes y la exposición es acumulativa. Sin embargo este mismo
individuo podría realizarse un número indefinido de TAC’s (Tomografía
Axial Computerizada) sin ningún peligro, puesto que esta radiación es de
naturaleza no-ionizante, con lo que respetando el umbral máximo de
exposición no existe ningún riesgo por prolongada que sea la misma.
18. Exposici ón Humana a Campos Electromagn éticos
17
Por efecto biológico se entiende cualquier alteración que pueda medirse
en un sistema biológico como consecuencia de cualquier tipo de estímulo.
Hay que tener presente que la aparición de un efecto biológico por sí
mismo no supone necesariamente la existencia de daño biológico. Un
efecto biológico únicamente constituye un riesgo para la salud cuando éste
ocasiona un empeoramiento sobre la salud del individuo.
Se sabe que la exposición continua y prolongada a niveles de potencia
muy elevados de radiación de RF puede resultar dañina debido a la
capacidad de la energía de RF de calentar rápidamente los tejidos
biológicos. Este es, como se ha visto, el principio de funcionamiento de los
hornos microondas, en los cuales la exposición a densidades de potencia
elevadas en torno a 100 mW/cm2
(milivatios por cada centímetro
cuadrado) o más tiene como consecuencia el calentamiento de los tejidos.
El daño en seres vivos puede tener lugar cuando el mecanismo de
termorregulación es incapaz de disipar el exceso de calor que pueda haber
sido generado, dicho de otra forma, cuando los mecanismos de
refrigeración del tejido no son suficientes para evitar que se produzca el
calentamiento. Bajo ciertas condiciones de exposición a energía de RF con
una densidad de potencia de entre 1-10 mW/cm2
el calentamiento del
tejido puede comenzar a ser medible, lo cual no quiere decir que sea lo
suficientemente intenso como para causar algún daño.
Los efectos térmicos, aquellos que son una consecuencia del
calentamiento de los tejidos biológicos sometidos a la radiación, son los
que se muestran con mayor evidencia sobre la materia biológica cuando
ésta resulta radiada con energía de microondas. No obstante algunos
autores defienden la existencia de efectos no térmicos, que podrían tener
lugar a niveles de potencia débiles a los cuales el calentamiento de los
tejidos resultaría improbable. La naturaleza de los efectos no térmicos no
está bien establecida hasta la fecha y, como ya se ha mencionado, no
constituyen ninguna base que establezca límite de exposición alguno.
33
EEffeeccttooss BBiioollóóggiiccooss
OOrrggaanniissmmooss ddee NNoorrmmaalliizzaacciióónn
19. Exposici ón Humana a Campos Electromagn éticos
18
El fenómeno más conocido y más ampliamente estudiado del efecto de
la energía electromagnética radiada sobre tejidos biológicos es el
calentamiento de los mismos. Tal calentamiento se produce a causa de la
conducción iónica y de la vibración de las moléculas dipolares del agua y
las proteínas. La potencia absorbida por los tejidos producirá una elevación
de la temperatura que dependerá de los mecanismos de refrigeración del
tejido. La distribución de los campos eléctricos y magnéticos, que produce
el calentamiento en el interior del tejido, depende de la configuración de la
fuente, de la geometría del tejido, de las propiedades dieléctricas del
mismo y de la frecuencia de la onda electromagnética de RF, parámetro
importante para determinar qué cantidad de energía puede resultar
absorbida por el cuerpo humano. La magnitud comúnmente utilizada para
determinar esta absorción se conoce como Tasa de Absorción Específica,
(TAE) o, en inglés, Specific Absorption Rate (SAR) y se expresa en W/kg
(vatios por kilogramo) o mW/g (milivatios por gramo).
Conozcamos algo más acerca de esta magnitud. Se define la Tasa de
Absorción Específica como la variación con respecto al tiempo de la
Absorción Específica, es decir, el incremento de energía absorbida por un
elemento diferencial de masa contenido en un volumen elemental de una
densidad dada [3].
La TAE se expresa en unidades de W/kg y está relacionada con el
campo eléctrico en un punto mediante:
=
=
dV
dU
dt
d
dm
dU
dt
d
TAE
ρ
2
2
1
ETAE
ρ
σ
= W/kg
20. Exposici ón Humana a Campos Electromagn éticos
19
En la ecuación anterior:
σ = conductividad del tejido, medida en S/m.
ρ = densidad volumétrica de masa del tejido, medida en kg/m3
.
E = valor de pico del campo eléctrico, medido en V/m.
Del mismo modo, la TAE está relacionada con el aumento de
temperatura en un punto mediante:
donde:
∆T = variación de temperatura, medida en ºC.
∆t = duración de la exposición, medida en segundos.
c = calor específico del tejido, medido en J/kg ºC.
Esta última relación asume que las medidas se realizan bajo
condiciones ideales no termodinámicas, en cuyo caso pueden
despreciarse los efectos de pérdidas de calor por difusión térmica,
radiación de calor o termorregulación.
La TAE también está relacionada con la densidad de corriente
inducida en los tejidos corporales mediante:
Ecuación en la que J es la densidad de corriente inducida en el tejido,
medida en A/m2
.
t
T
cTAE
∆
∆
=
ρσ
2
J
TAE =
21. Exposici ón Humana a Campos Electromagn éticos
20
La evaluación de la exposición de un individuo en la región de campo
próximo de fuentes de RF, como sucede en el caso de los teléfonos
móviles, puede llevarse a cabo midiendo la magnitud de campo eléctrico
en el interior del cuerpo. Las pérdidas óhmicas por unidad de volumen
vendrán dadas por el producto escalar de la densidad de corriente, J, por
el campo eléctrico conjugado, E*. La potencia absorbida por unidad de
volumen de tejido es por tanto:
La Tasa de Absorción Específica nos indica la relación entre una
cantidad infinitesimal de potencia de RF, dW, absorbida en un elemento
diferencial de masa, dm, de tejido en torno a un punto específico.
A partir de la definición de la TAE queda claro que el fenómeno de
absorción de potencia de RF por el cuerpo humano es muy complejo. La
conductividad depende tanto de la frecuencia como de la propia
constitución del tejido:
donde x, y, z, son las coordenadas en tres dimensiones del sistema de
referencia en el que se sitúa el cuerpo humano. Por otro lado, la densidad
del tejido humano varía en función del contenido en agua y de la
estructura:
W/m32
2
1
*
2
1
EEJPabs
σ=⋅=
σ = σ (x,y,z,f)
ρ = ρ(x,y,z)
22. Exposici ón Humana a Campos Electromagn éticos
21
El uso de la Tasa de Absorción Específica como método de valoración
de la exposición humana a energía de naturaleza electromagnética (EM)
es especialmente interesante cuando la exposición se produce en la
región de campo próximo.
Con objeto de valorar los efectos térmicos, un parámetro utilizado es
el Índice Metabólico Basal, que está en torno a 1 W/kg. Si el cuerpo es
objeto de calentamiento como consecuencia de la radiación procedente
de una fuente externa a una tasa superior, podría tener lugar algún tipo
de daño térmico. Una idea de la tolerancia térmica del cuerpo humano
viene dada por la cantidad de calor metabólico que genera. Una persona
normal, jugando al tenis tiene un índice metabólico medio de 2 W/kg;
un atleta entrenado puede producir hasta 16 W/kg.
Resulta fácil estimar el orden de magnitud de los campos eléctricos
que podrían producir efectos térmicos. Un campo eléctrico E, en un
tejido de conductividad σ generará potencia según la relación σE2
. Para
las frecuencias de microondas, la conductividad del tejido humano está
en torno a 1 S/m, y por tanto un campo eléctrico de alrededor de 30
V/m disipará 1 W/kg.
AAccttiivviiddaadd IInnvveessttiiggaaddoorraa
En los últimos años se ha extendido ampliamente una actividad
investigadora en aspectos de naturaleza bioelectromagnética que ha sido
conducida en parte por la presión social con objeto de establecer unos
niveles adecuados de exposición que no supongan ningún tipo de riesgo
para la salud. Esto ha provocado la aparición de dos vías de
investigación: por un lado, estudios epidemiológicos y por otro, estudios
23. Exposici ón Humana a Campos Electromagn éticos
22
de laboratorio, que se desarrollan de forma simultánea pero que adolecen,
en muchos casos, de escasas posibilidades de coordinación.
No es propósito de este informe aportar un análisis en profundidad de
los efectos biológicos producidos por los campos EM en relación con la
salud humana, sino identificar y resumir aquellos aspectos más
importantes que han podido ser publicados, identificar asimismo aquellos
estudios que se están llevando a cabo y pasar revista a aquellas áreas
sobre las que se prevé una futura investigación referente a la valoración
del riesgo que para la salud humana pueda suponer la exposición a
radiaciones de RF.
En ese sentido es cierto que existe una gran cantidad de información
sobre los posibles efectos que sobre la salud humana pueda ocasionar la
exposición a campos electromagnéticos ELF (Extremely Low Frequency,
o Frecuencia Extremadamente Baja). Sin embargo no ocurre lo mismo
cuando hablamos de la exposición a campos de RF o microondas y
todavía encontramos menos información cuando se trata del caso
específico de los sistemas de telefonía móvil.
La Comisión Europea, consciente de esta preocupación nombró un
Grupo Experto con objeto de realizar recomendaciones para un programa
de investigación científica, cuyos resultados puedan contribuir a realizar
una valoración del riesgo existente para la salud humana como
consecuencia del uso de equipos de comunicaciones móviles [4].
Hay que ser conscientes de que no se obtendrán a corto plazo respuestas
definitivas relacionadas con el uso de equipos de comunicaciones móviles.
Una valoración rigurosa del riesgo que entrañan para la salud humana el
uso de estos dispositivos debe llevarse a cabo considerando el máximo
número posible de estudios publicados. Siempre teniendo en cuenta que
ningún estudio (ni serie de ellos) produciendo resultados negativos acerca
de un efecto en concreto pueden demostrar su no presencia; sin embargo,
24. Exposici ón Humana a Campos Electromagn éticos
23
aumentan la confianza acerca de la ausencia de tal efecto sobre la salud
humana.
Básicamente, la Comisión Europea con el nombramiento de este
Grupo Experto pretende:
− Aportar información acerca de la tecnología empleada por los
radioteléfonos especialmente en aquellos aspectos relacionados
con los posibles efectos sobre la salud pública.
− Aportar información acerca de la exposición de personas a
campos EM procedentes de sistemas de telefonía móvil.
− Identificar aquellas áreas más importantes que han de ser objeto
de investigación para valorar el riesgo de efectos adversos sobre
la salud humana.
− Resumir y publicar los estudios llevados a cabo en este sentido.
De entre la cantidad de estudios existentes sobre los efectos biológicos
producidos por la radiación de microondas solo unos pocos han
considerado la exposición específicamente debida a radioteléfonos o a
otro tipo de sistemas de radio.
Los estudios científicos desarrollados hasta el momento relacionados
con la valoración de posibles riesgos para la salud aportan datos
toxicológicos, epidemiológicos, etc. No puede negarse la utilidad de estos
estudios, pero es cierto que ninguno de ellos aporta evidencias
convincentes de que la telefonía móvil suponga a largo plazo un riesgo
para la salud humana. Sin embargo, en vista del gran interés social que han
despertado los posibles efectos biológicos producidos por la radiación de
microondas es importante valorar el grado de conocimiento disponible
acerca de la exposición a radiación de esta naturaleza.
25. Exposici ón Humana a Campos Electromagn éticos
24
Como hemos visto los efectos térmicos están bien establecidos, y
suponen la base biológica para restringir la exposición a campos de RF.
Por su lado, los efectos no térmicos no están bien establecidos y
actualmente no suponen una base científicamente aceptable para
restringir la exposición humana a la radiación de microondas a aquellas
frecuencias utilizadas por los sistemas de telefonía móvil.
Científicamente no es posible garantizar que niveles bajos de
radiación de microondas que no tienen efectos adversos para períodos de
exposición relativamente cortos, no los tengan a largo plazo. Sin
embargo, con los estudios disponibles actualmente sobre este aspecto, no
es posible aportar ninguna evidencia de que tales riesgos a largo plazo
existan. En el contexto de los sistemas de telefonía móvil únicamente los
estudios epidemiológicos podrían aportar tal evidencia.
Las principales materias revisadas por el Grupo Experto han sido: la
genética, el cáncer, el sistema inmunológico, el sistema nervioso y otros
efectos de naturaleza no térmica. Sólo aquellos efectos que tienen lugar
dentro del rango de temperatura fisiológico del cuerpo humano han sido
considerados.
En definitiva la Comisión Europea considera que no existe ninguna
evidencia convincente de que la radiación de microondas sea
directamente genotóxica o cancerígena, bajo condiciones térmicas o no-
térmicas, si bien, recomienda investigaciones sobre los efectos genéticos
a cancerígenos dirigidas especialmente hacia sus posibles propiedades
sinérgicas. La mayor parte de los resultados de estudios que han
analizado la posibilidad de encontrar alguna relación entre la exposición
a RF y la aparición de cáncer resultan inconcluyentes.
En lo referente al sistema inmunológico la mayoría de los resultados
recogidos de estudios in vivo no hacen referencia a los sistemas de
telefonía móvil, o a menudo resultan contradictorios. No existe una base
de información bien definida. No parece, a pesar de todo, haberse
26. Exposici ón Humana a Campos Electromagn éticos
25
encontrado ningún caso consistente de alteración del sistema
inmunológico de animales que han sido expuestos a radiaciones agudas
de microondas a niveles de potencia moderados (valores de TAE de unos
pocos W/kg). En todo caso los efectos del sistema inmunológico no
pueden ser estudiados de forma independiente a otros sistemas, tales
como el sistema nervioso o el sistema endocrino.
Por ejemplo, respecto a estudios genéticos y relacionados con el
cáncer el Grupo Experto recomienda las siguientes líneas de
investigación biológica in vivo:
− Estudios de la genotoxicidad sobre animales expuestos a
radiación, incluyendo radiación con anterioridad o posterioridad a
la administración de sustancias químicas cancerígenas.
− Estudio de efectos genéticos y alteraciones morfológicas en las
células del cerebro a partir de animales expuestos a radiaciones de
RF (por ejemplo, daño sobre el ADN)
− Estudios sobre la aparición de cáncer a largo plazo o la evolución
de cáncer ya existente.
En 1996 la Organización Mundial para la Salud (OMS) puso en
marcha un programa (EMF project) con objeto de revisar el estado de la
investigación relacionada con los efectos biológicos de los campos
electromagnéticos, identificando las carencias de esta investigación y
recomendando las necesidades más inminentes de investigación con el
propósito de trabajar hacia una resolución internacional referente a las
implicaciones que sobre la salud humana pueda tener la tecnología de
microondas y RF. La Organización Mundial de la Salud y otras
organizaciones mantienen páginas en Internet donde reflejan el contenido
de sus programas así como información referente a ellos.
27. Exposici ón Humana a Campos Electromagn éticos
26
¿¿HHaayy rraazzóónn ppaarraa pprreeooccuuppaarrssee??
RRiieessggooss ppoorr llaa EExxppoossiicciióónn aa MMiiccrroooonnddaass..
La magnitud que mide el riesgo al que alguien puede encontrarse
expuesto como consecuencia de la radiación de microondas y RF es
como se ha explicado la densidad de potencia dada en vatios por
centímetro cuadrado, que representa la cantidad de energía transmitida
por el campo electromagnético en un segundo a través de un área de un
cm2
perpendicular a la dirección de propagación. La absorción y
transformación en calor de la radiación de RF en los tejidos del
organismo vivo está directamente relacionada con el contenido de agua
de los mismos, lo que determina en parte su conductancia eléctrica y
constante dieléctrica. Por ejemplo, a una frecuencia de 1GHz y para la
misma densidad de potencia, la profundidad de penetración es de unos
3 cm para tejidos de alto contenido en agua, como el músculo o la piel, y
de hasta 17 cm para tejidos de bajo contenido en agua, como los tejidos
óseos y grasos.
Cuando la cantidad de calor generado por absorción de energía es
demasiado elevada para ser disipada en el ambiente, la temperatura del
cuerpo aumentará. Evidentemente el grado de acumulación de calor
dependerá de los ciclos de irradiación, humedad y temperatura ambiente
(si son altos interfieren la disipación del calor); tipo de ropa que se use;
tipo de tejidos del cuerpo (capas gruesas de grasa absorben más e impiden
la disipación del calor).
Los tejidos transparentes del ojo (especialmente el cristalino), los
testículos y el sistema nervioso central muestran una gran sensibilidad a
los efectos térmicos. La sensibilidad de los órganos a la radiación
electromagnética depende del grado de vascularización (lo que determina
la posibilidad de intercambio de calor con el medio ambiente), de la
frecuencia de división por mitosis y del grado de diferenciación celular.
28. Exposici ón Humana a Campos Electromagn éticos
27
El cristalino del ojo es una zona pobremente vascularizada por lo que el
efecto de termorregulación resulta más complicado. Por esta razón con
densidades de potencia menores puede aumentar la temperatura del
cristalino. Este aumento de temperatura inhibe los fenómenos de mitosis y
diferenciación celular en este órgano. Estos cambios pueden tener como
consecuencia la formación de opacidades cristalinas, enfermedad
comúnmente conocida como cataratas. Sin embargo los valores de
densidad de potencia mínimos necesarios para producir estos efectos son
todavía elevados (hablamos de una exposición continua de entre 40-60
mW/cm2
, lo que al cabo de años podría provocar la enfermedad), [5] muy
por encima de los valores que se pueden encontrar en cualquier entorno
cotidiano o en las proximidades de las estaciones base de telefonía móvil,
alrededor de algunos µW/cm2
(5000 veces más pequeño). Como vemos,
no deja de ser un efecto térmico.
Existe asimismo riesgo en el sistema reproductor dado que en los
conductos seminales de los testículos se mantiene una gran velocidad de
diferenciación y división celular. En todo caso la esterilidad, de producirse,
sería temporal, a menos que se haya producido un calentamiento extremo o
se haya estado sometido a exposiciones elevadas durante varios años,
situación altamente improbable con las densidades de potencia emitidas
por las estaciones base de los sistemas de telefonía móvil.
Los sistemas nerviosos y cardiovascular adquieren asimismo especial
importancia cuando se habla de los efectos de las radiaciones de
microondas o RF. En el primero la contextura relativamente gruesa de los
huesos de la cabeza y el alto contenido en lípidos del tejido cerebral facilita
la penetración de la radiación de RF a la vez que interfiere la disipación del
calor. En cuanto al sistema cardiovascular el interés se centra en posibles
alteraciones del ElectroCardioGrama debido a efectos demoduladores
provocados por la radiación electromagnética en órganos que tienen una
actividad eléctrica modulada especial.
29. Exposici ón Humana a Campos Electromagn éticos
28
Por último es cierto que se han observado efectos sobre el
comportamiento de algunos animales que han sido expuestos a radiaciones
de RF de baja intensidad (500 µW/cm2
) pero de forma continua durante 40
días. Por un lado se expusieron ratas en la banda de frecuencia de 300-920
MHz. Los efectos que se observaron sobre éstas se produjeron cuando las
ratas estaban expuestas a radiación en campo cercano. Tales efectos
fueron:
- Menores niveles de actividad
- Mayor grado de emotividad
- Mayor periodo de tiempo necesario para recuperarse tras un electroshok
- Mayor tiempo para aprender a nadar en un recipiente lleno de agua
- Diferencia de peso de las glándulas suprarrenales
Por otro lado se expusieron gallinas al margen de frecuencias de 260
MHz a 2,435 GHz y a niveles de potencia suficientes para producir efectos
térmicos, el experimento mostró que todas las gallinas expuestas, excepto
aquellas que lo fueron a 915 MHz, depositaron menos huevos durante el
experimento.
Antes de alarmarse o preocuparse sobre los resultados proporcionados
sobre este tipo de estudios hay que tener presente lo siguiente. En primer
lugar que ni los niveles de radiación ni la duración de los periodos de
exposición a los que son sometidos estos animales en los experimentos se
corresponden, ni siquiera de cerca a niveles a los que los ciudadanos
normales puedan encontrarse sometidos cuando pasean tranquilamente por
la calle o se encuentran en su domicilio, incluso cuando está próximo un
repetidor de televisión o una estación base de algún sistema de telefonía
móvil. En segundo lugar que este tipo de experimentos se limita a exponer
y a observar, pero el establecimiento de una relación directa entre la
radiación y los efectos observados puede ser, en algunos casos, cuanto
menos discutible, o atribuible a otras causas, como puede ser por ejemplo
30. Exposici ón Humana a Campos Electromagn éticos
29
el estrés sufrido por los animales que son expuestos a tales experimentos
como consecuencia de la inmovilidad o trastornos de hábitos a los que se
someten. Lo único cierto es que los datos están ahí, lo que ello signifique
está lejos de poder ser explicado.
Por otra parte, la Oficina de Ingeniería y Tecnología de la Comisión
Federal de Comunicaciones en Estados Unidos afirma en su boletín de
Agosto de 1999 que distintos estudios han mostrado que los niveles
ambientales de RF encontrados en cualquier entorno ciudadano están muy
por debajo de los niveles necesarios para producir cualquier calentamiento
significativo en la temperatura corporal, lo que minimiza posibles efectos
térmicos en este tipo de radiaciones.
LLooss EEffeeccttooss nnoo--TTéérrmmiiccooss..
A niveles de exposición relativamente bajos de radiación de RF, niveles
a los que resulta improbable la aparición de efectos debidos al
calentamiento de los tejidos, las pruebas de la existencia de efectos
biológicos dañinos son ambiguas. Hace ya algunos años que vienen
apareciendo publicaciones científicas referentes a este tipo de efectos. Sin
embargo muchos de estos estudios no han podido ser reproducidos, por
consiguiente, no existe evidencia alguna de que tales efectos constituyan
un riesgo para la salud a largo plazo.
Mientras exista la posibilidad de que efectos biológicos no-térmicos
puedan tener lugar el hecho de que tales efectos puedan suponer o no un
riesgo para la salud es una pregunta que no puede ser contestada
actualmente. Futuras investigaciones deben comprometerse a determinar el
alcance de tales efectos y su importancia, si la hay, para la salud humana.
31. Exposici ón Humana a Campos Electromagn éticos
30
OOrrggaanniissmmooss CCoommppeetteenntteess
En Estados Unidos la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC,
Federal Communications Commission) es el organismo responsable de
regular el sector de las telecomunicaciones excepto para el Gobierno
Federal, que dicta sus propias normas. La Administración Nacional para la
Información y Telecomunicaciones (NTIA, National Telecommunications
and Information Administration) del departamento de comercio de Estados
Unidos, regula el uso del espectro de radiofrecuencia.
Estos dos organismos gubernamentales distribuyen la banda de
frecuencias del espectro RF para usos civiles y militares, incluyendo:
servicios de radiodifusión, telecomunicaciones móviles, sistemas de
comunicaciones vía satélite, radares civiles y militares, y otros. Los
sistemas de telecomunicaciones móviles, que son regulados por el FCC,
incluyen: telefonía móvil celular, PCS, o sistemas de radio móviles como
los utilizados por la policía.
Asimismo varias agencias gubernamentales en Estados Unidos se han
comprometido a la investigación del problema de la seguridad de los
sistemas de comunicaciones móviles con el propósito de garantizar la
ausencia de riesgos para la salud mediante el cumplimiento de la
normativa. Además de la FCC y de la NTIA, la Administración de
Medicina y Alimentación (FDA, Food and Drug Administration), la
Agencia de Protección del Medio Ambiente (EPA, Environmental
Protection Agency), el Instituto Nacional para la Salud y Seguridad en el
Trabajo (NIOSH, National Institute for Occupational Safety and Health) y
la Administración para la Salud y Seguridad en el trabajo (OSHA,
Occupational Safety and Health Administration) del Departamento de
Trabajo, han puesto en marcha distintos programas para dar respuesta a
estas inquietudes.
32. Exposici ón Humana a Campos Electromagn éticos
31
En Europa, son tres las organizaciones de estandarización reconocidas:
El Comité Europeo de Normalización (CEN), el Instituto de
Normalización Europeo de Telecomunicaciones (ETSI), y el Comité
Electrotécnico CENELEC (Comité Europeo de Normalización
ELECtrotécnica), que es el que tiene competencia en el área de equipos
electrotécnicos.
La Comisión Europea, el brazo ejecutivo de la Unión Europea, puede
proponer Directivas para armonizar las diferentes legislaciones nacionales,
para ser adoptadas por el Consejo de Ministros y el Parlamento Europeo de
acuerdo con el artículo 100a del Tratado de Roma tras su revisión en 1985
y que supone la base legal para la regulación de los niveles de seguridad
para equipos móviles en la Unión Europea. Es importante remarcar que los
Estados Miembros no pueden exigir niveles de seguridad más estrictos que
los fijados por las autoridades europeas, dado que se violaría el artículo 30.
Por otro lado, y aunque la competencia para la protección bajo entornos
ocupacionales corresponda a los Estados Miembros, la Unión Europea se
reserva el derecho de proponer Directivas que establezcan los niveles
mínimos de protección para que sean adoptadas por el Consejo de
Ministros y el Parlamento Europeo, de acuerdo con el artículo 118a. A
diferencia de los aspectos referentes al artículo 100a, los Estados
Miembros tienen el derecho de adoptar niveles de seguridad más estrictos
que los estipulados en tales Directivas.
La Comisión Europea, ha nombrado un Grupo Experto con objeto de
realizar recomendaciones para un programa de investigación científica,
cuyos resultados puedan contribuir a realizar una valoración del riesgo
existente para la salud humana como consecuencia del uso de equipos de
comunicaciones móviles que no cumplan la normativa vigente. Las líneas
de investigación a seguir por este grupo ya han sido comentadas, sin
embargo no está demás el insistir en que hoy en día el Grupo Experto
considera que no existe ninguna evidencia convincente de que la radiación
33. Exposici ón Humana a Campos Electromagn éticos
32
de microondas sea directamente cancerígena o dañina, bajo condiciones
térmicas o no-térmicas.
En Japón existen varios organismos gubernamentales que se ocupan del
aspecto de la seguridad frente a exposiciones a los campos de naturaleza
electromagnética. La responsabilidad del uso de ondas EM por debajo de 3
THz la tiene el Ministerio de Correos y Telecomunicaciones bajo la Ley de
Radio. Este ministerio fijó las directrices de protección en 1990. Los
aparatos eléctricos quedan regulados bajo la Ley de Control de los
Materiales y Aparatos Eléctricos elaborada por el Ministerio de Comercio
Internacional e Industria, concretamente, por la Agencia de Recursos
Naturales y Energía. Desde 1988 es el TTC quien se ocupa de establecer
los criterios de exposición a radiaciones EM.
LLíímmiitteess ddee EExxppoossiicciióónn
La normativa para la exposición a la radiación electromagnética de tipo
no-ionizante ha sido desarrollada por diferentes organizaciones de diversos
países desde hace algunas décadas. Las distintas normas de seguridad en
diferentes partes del mundo no han recomendado los mismos límites de
exposición. Por ejemplo, los límites de exposición fijados en Rusia y en
algunos países de la Europa del Este han sido generalmente más
restrictivos que las normas propuestas en Norteamérica u otras partes de
Europa. Esta discrepancia se debe, en parte, al hecho de que estas normas
más restrictivas se basan en niveles de exposición por debajo de los cuales
se cree que ningún efecto biológico de ningún tipo pueda tener lugar. En
otra línea, la postura adoptada por muchos otros cuerpos de normalización
(ANSI, CENELEC) basa los límites en niveles de exposición por encima
de los cuales existen riesgos reconocidos, e incorporan los márgenes
apropiados de seguridad para garantizar una protección adecuada.
34. Exposici ón Humana a Campos Electromagn éticos
33
Para radiación de tipo no-ionizante, la relación entre la exposición y la
distribución de la TAE depende de algunos parámetros como la frecuencia
o la polarización del campo y de los cuerpos biológicos sometidos a la
radiación. El cuerpo humano tiene una superficie irregular y una geometría
interna compleja, a la vez que está constituido por distintos tejidos lo que
hace que sus propiedades dieléctricas varíen de unos puntos del cuerpo a
otros. Además, la mera presencia del cuerpo altera significativamente la
distribución de campo. Es más, en el caso de exposiciones a campo
próximo, el acoplamiento entre el cuerpo y la fuente puede alterar incluso
las prestaciones de esta última. Consecuentemente, los límites de
exposición adquieren sentido cuando son evaluados en base a la situación
más desfavorable, es decir, el peor de los casos.
El problema de determinar un procedimiento que permita evaluar,
bajo unas condiciones uniformes, la distribución de la TAE está todavía
en discusión. Lo que parece claro, es que los valores de la TAE deben ser
en todo caso promediados tanto espacial como temporalmente. El
promediado espacial se realiza sobre masas de tejido de 1 g y de 10 g con
forma cúbica, según recomendaciones de distintos organismos de
normalización [4]. El promediado temporal debe aplicarse para mantener
la relación entre la potencia absorbida y el calor inducido. Para
comprender mejor este concepto veámoslo con un ejemplo. Los
organismos establecen tiempos de promediado de 6 y 30 minutos. Lo que
significa que los valores de la TAE medidos deberán promediarse sobre
períodos continuos de tiempo de 6 y/o 30 minutos. Si se permite una
densidad de potencia máxima de 1 mW/cm2
sobre un período de
promediado temporal de 6 minutos, podrían aceptarse valores superiores
a ése si el tiempo de exposición se reduce por debajo de 6 minutos. Otra
forma de expresar esto es:
W (mW/ cm2
) t (min) 6 mW
2
35. Exposici ón Humana a Campos Electromagn éticos
34
6
5
4
3
2
Densidaddepotencia(mW/cm2
)
0 1 2 3 4 5 6 1 2 3 4 5 6
Tiempo en minutos
Período 1 Período 2
0 1 2 3 4 5 6 1 2 3 4 5 6
Tiempo en minutos
6
5
4
3
2
Densidaddepotencia(mW/cm2
)
Período 1 Período 2
Si la duración de la
exposición es de
únicamente 3 minutos,
estará permitida una
densidad de potencia
máxima de 2 mW/cm2
. La
figura 3 ilustra el concepto
del promediado temporal.
En la figura 3.a el valor promediado temporalmente es de 6 mW min/cm2
en ambos períodos 1 y 2. Una vez se alcanza este valor, no se permite la
exposición con objeto de no exceder el valor anterior. En realidad la
exposición a señales de RF varía continuamente con el tiempo debido a las
características de la fuente o al movimiento del individuo sometido a la
radiación. Esta situación se representa en la figura 3.b, en la cual el área
barrida por la gráfica no debe exceder el valor de 6 mW min/cm2
en ningún
período continuo de 6 minutos de duración. La aplicación del promediado
temporal introduce serias complicaciones a la hora de determinar la
conformidad de los dispositivos en función de cada situación de exposición
particular.
En la tabla 2 se muestran los límites propuestos para la TAE por tres
organismos diferentes de estandarización, el europeo, el americano y el
japonés. En esta tabla se dan límites para dos grupos diferentes de
población. Por un lado el grupo 1 que incluye la exposición a campos de
radiofrecuencia en entornos controlados. Por otro lado está el grupo 2, el
que hace referencia al público en general en entornos incontrolados y por
lo tanto más restrictivo. Los entornos controlados se definen como
aquellos entornos donde el personal que se ve sometido a él,
generalmente en entornos laborales es consciente de cual es el nivel de
exposición al que está sometido. Los niveles de exposición en entornos
controlados pueden estar por encima de los permitidos en entornos
Figura 3.
Aplicación del
promediado
temporal a intervalos
de 6 minutos.
36. Exposici ón Humana a Campos Electromagn éticos
35
incontrolados. Los entornos incontrolados se definen como aquellos
lugares en que las personas en general no tienen conocimiento de cuales
son los niveles de exposición a los que puedan estar sometidos y por
tanto no hay ningún control de la exposición. Los límites para estos
últimos serán por tanto mucho más restrictivos.
EE.UU.
ANSIC95.1-1992
Unión Europea
PrENV50166-2
Japón
TTC/MPT
Grupo 1 Entorno controlado Trabajadores Condición P
TAE promediada
sobre todo el cuerpo
0.4 W/kg 0.4 W/kg 0.4 W/kg
TAE, valor de pico 8 W/kg 10 W/kg 8 W/kg
Promediado
temporal
6 minutos 6 minutos 6 minutos
Promediado espacial
(volumen cúbico)
1 g 10 g 1 g
Grupo 2 Entorno incontrolado Público en general Condición G
TAE promediada
sobre todo el cuerpo
0.08 W/kg 0.08 W/kg 0.4 W/kg
TAE, valor de pico 1.6 W/kg 2 W/kg 8 W/kg
Promediado
temporal
30 minutos 6 minutos 6 minutos
Promediado espacial
(volumen cúbico)
1 g 10 g 1 g
Tabla 2. Límites de exposición para EEUU, Europa y Japón.
37. Exposici ón Humana a Campos Electromagn éticos
36
Las señales de radio y televisón, las antenas de microondas para enlaces
punto a punto, las estaciones terrestres para satélites, las estaciones de
emisiones de radioaficionados y, por supuesto, los sistemas de
comunicaciones personales entre los que destaca la telefonía movil son
ejemplos de sistemas que continuamente radian al entorno ambiental en
que se encuentran señales de RF a diferentes niveles de potencia.
El amplio despliegue y crecimiento de la industria de telefonía móvil,
que en los últimos años ha convertido al teléfono móvil en algo
completamente normal en cualquier entorno cotidiano, ha despertado la
preocupación en los ciudadanos acerca de los posibles efectos adversos
que sobre la salud puedan ocasionar estos sistemas. Sólo en España el
número de usuarios de teléfonos móviles ha alcanzado en los últimos
meses la cifra de 14 millones de terminales. Las redes de telefonía móvil se
extienden y cada vez es mayor el número de antenas de estaciones base
distribuidas por la geografía, sobre todo de los lugares más habitados.
Cada vez que nuestro teléfono móvil se activa, intenta establecer
contacto con una estación base, generalmente la más próxima, que a su vez
contactará con otra estación base y así sucesivamente hasta que la llamada
se dirija a un canal libre y se complete el establecimiento de la
comunicación.
Todo sistema de telefonía móvil cuenta con una red de estaciones base
(EB) constituidas por equipos de transmisión, recepción y control (figura 4).
Estas estaciones bases se encuentran gestionadas por un controlador entre
cuyas tareas se encuentra la gestión de radiocanales, la adaptación de las
velocidades de transmisión de voz y datos y la comunicación de mensajes
de error al centro de operación y mantenimiento. Las antenas base de estos
sistemas habitualmente están ubicadas a una altura de entre 15 y 60 m en
torres de comunicaciones, zonas elevadas, o sobre las azoteas de edificios
en áreas urbanas estratégicamente seleccionados por los propios
operadores del servicio (compañías telefónicas). En áreas suburbanas es
44
EExxppoossiicciióónn HHuummaannaa aa RRFF
SSiisstteemmaass ddee TTeelleeffoonnííaa MMóóvviill
38. Exposici ón Humana a Campos Electromagn éticos
37
Estaciones base (EB)
Control EB
más habitual
utilizar antenas
sectoriales en
estaciones base.
Estas antenas son paneles rectangulares de entre 30 y 120 cm de longitud y
normalmente se encuentran distribuidas en grupos de tres. En cada grupo
una antena se utiliza para transmitir señales a unidades móviles mientras
que las otras dos antenas de cada grupo se utilizan para recibir señales
desde los teléfonos móviles.
Los sistemas de telefonía móvil celular que se basan en el estándar
GSM utilizan frecuencias entre 800 y 900 MHz. Los nuevos sistemas de
comunicaciones personales (DCS/PCS) usan frecuencias entre 1800-
1900 MHz.
Con respecto a los niveles de potencia emitidos por estas estaciones
base, por ejemplo, la FCC en EEUU, que sigue las recomendaciones del
Instituto Nacional Americano de Normalización (ANSI), permite una
Potencia Radiada Efectiva (ERP) de hasta 500 W por canal (en función
de la altura de la torre), sin embargo la mayoría de estaciones base
celulares en áreas urbanas y suburbanas operan con una ERP de tan solo
unos 100 W por canal o incluso inferior. Esta cantidad de 100 W por
canal se corresponde con una potencia radiada de entre 5 y 10 W
dependiendo del tipo de antena utilizada (La ERP no es equivalente a la
potencia radiada sino que tiene en cuenta la potencia transmitida y la
dirección en que más energía radia la antena). Dado que por otra parte la
capacidad de estos sistemas se incrementa dividiendo celdas, o lo que es
lo mismo, añadiendo mayor cantidad de estaciones base, los valores de
ERP utilizados tienden en estos casos a ser menores. En áreas urbanas
puede llegar a utilizarse una ERP de 10 W por canal (lo que se
corresponde con una potencia radiada de entre 0.5-1 W). Para estaciones
base DCS/PCS se utilizan incluso ERP mucho menores, lo que representa
un mayor nivel de seguridad para la población.
39. Exposici ón Humana a Campos Electromagn éticos
38
Tabla 3. Clases de potencia para estaciones base
En Europa, el estándar desarrollado para telefonía móvil es el GSM900
que actualmente coexiste con el nuevo sistema DCS1800. Estos sistemas
definen diferentes clases de potencia, de modo que cada una de ellas
establece la potencia máxima que la estación base puede transmitir. Estas
clases de potencia no son las mismas para el estándar GSM900 y
DCS1800 como se muestra en la tabla 3 [7].
Supongamos, a pesar de todo, que una estación base cuenta con una
potencia radiada efectiva de 500 W por canal, la máxima permitida. Esto
se correspondería con una potencia radiada de unos 50 W. Estos valores de
potencia se encuentran, en todo caso, muy por debajo de los niveles de
potencia utilizados en otros sistemas de comunicaciones de RF. Los
sistemas de radiodifusión AM/FM emiten con potencias que pueden
alcanzar valores de 50.000/100.000 vatios. Mientras que un repetidor de
TV UHF puede radiar una potencia de hasta 500.000 vatios. Dicho de otra
forma, las antenas de radio y TV son entre 1.000 y 10.000 veces más
potentes que las antenas utilizadas en las estaciones base de telefonía
móvil. Por lo tanto la contribución al ambiente electromagnético de los
sistemas de comunicaciones móviles puede considerarse despreciable.
Además, la señal procedente de la antena de una estación celular está
dirigida por norma general hacia el horizonte. Como ocurre con todas las
formas de energía electromagnética la densidad de potencia procedente de
una estación celular disminuye rápidamente a medida que uno se aleja de
Clase GSM900 DCS1800
1 20 W 1 W
2 8 W 0,25 W
3 5 W ---
4 2 W ---
5 0,8 W ---
40. Exposici ón Humana a Campos Electromagn éticos
39
la antena. Por tanto el nivel de
exposición a ras de suelo, en
la base del mástil que soporta a la
antena, es mucho menor que la
exposición a que estaríamos
sometidos si estuviésemos
situados mucho más próximos a ella frente al haz principal de radiación.
Algunas medidas realizadas en las proximidades de instalaciones
celulares y estaciones base PCS, especialmente aquellas con antenas
montadas sobre torres, han mostrado que la densidad de potencia a ras de
suelo está muy por debajo de los límites máximos recomendados por la
normativa de seguridad [6]. Por ejemplo, para una estación base
transmitiendo a una frecuencia de 869 MHz la FCC recomienda un nivel
de exposición máximo permisible de 580 µW/cm2
(microvatios por
centímetro cuadrado). Este límite máximo está muy por encima de los
niveles de potencia encontrados en la base de las torres que soportan estas
antenas. Los datos obtenidos de varias fuentes indican que el peor caso de
nivel de potencia medido a ras de suelo en las proximidades de una torre
celular es del orden de 1 µW/cm2
. Estos cálculos se corresponden con el
peor caso, todos los transmisores funcionando de manera simultánea y
continuamente a la máxima potencia permitida, y muestran que para que
una persona estuviese expuesta a niveles próximos a los máximos
permitidos por la FCC ésta debería encontrarse dentro del haz principal de
radiación de la antena, a la misma altura que ella y a una distancia de
alrededor de un metro de la misma lo que, teniendo en cuenta la altura a la
que se sitúan estas antenas, es algo extremadamente improbable. Para
estaciones base DCS/PCS es válido el mismo tipo de análisis con la
salvedad de que para las frecuencias de 1800-1900 MHz los límites de
exposición generales son 1000 µW/cm2
, por lo que en estos casos los
ciudadanos tenemos un margen de seguridad mayor entre los niveles de
exposición actuales y los límites de seguridad reconocidos por los
organismos competentes.
En áreas urbanas es
frecuente situar
estaciones base de
sistemas de telefonía
móvil sobre las azoteas
de los edificios.
41. Exposici ón Humana a Campos Electromagn éticos
40
40
37
2,8
00
5
1 0
1 5
20
25
30
35
40
Figura 4. Valores de
potencia medidos y
comparados con los
límites permitidos
(Unidades en dB)
Límite DCS1800
Límite GSM
Edificio vecino Edificio con antena
En
los casos
en que
estas antenas se ubican en la azotea de los edificios es posible que en el
ambiente existan otras señales, distintas a las de comunicaciones móviles,
cuyos niveles superen el valor de 1 µW/cm2
. Sin embargo solo es posible
encontrar niveles de exposición próximos a los límites máximos de
seguridad en zonas muy próximas a la antena (algunos centímetros) y
directamente enfrente de ella. Para el caso de antenas sectoriales los
niveles de potencia a ambos lados y en la parte posterior de la antena son
insignificantes.
Además, la atenuación sufrida por la señal al atravesar los materiales de
construcción que forman las paredes y techos de los edificios minimizan
cualquier posibilidad de que las personas que viven o trabajen en el interior
de ellos puedan estar expuestos a niveles de radiación de RF próximos a
los límites de seguridad.
Un trabajo reciente presentado por la Universidad de Lisboa con
respecto a los niveles de potencia medidos en las proximidades de antenas
para estaciones base de sistemas de comunicaciones móviles concluye que
los valores instantáneos encontrados se encuentran muy por debajo de los
que fijan los límites de exposición de CENELEC y ANSI, mostrando que
no debería haber ninguna preocupación con respecto a los riesgos que para
la salud humana puedan suponer las estaciones base en áreas urbanas [8].
Tal estudio evaluó la variación de la intensidad de campo en diferentes
plantas de un edificio sobre el que se ubica una estación base de telefonía
móvil, así como la incidencia de esta estación base sobre edificios vecinos.
Como se ha indicado los niveles que se midieron están muy por debajo de
los que fijan los organismos de normalización pero además el máximo
valor de potencia medido no se encontró en el edificio sobre el que estaba
la antena sino en la parte más elevada de un edificio colindante. Estos
resultados se muestran comparativamente en la figura 4.
42. Exposici ón Humana a Campos Electromagn éticos
41
En Junio de 1993, David Reynard, un ciudadano estadounidense,
demandó a la compañía NEC porque según él, el teléfono móvil que había
comprado en ella habría podido producir o agravar el cáncer cerebral que
causó la muerte a su esposa [9]. El caso de David Reynard no tardó en
ocupar minutos en gran cantidad de programas de TV y en los medios de
comunicación en general, e hizo saltar la alarma en el seno de la opinión
pública. Los tribunales no le dieron la razón, considerando que no existía
ninguna prueba concluyente que pudiese establecer el más mínimo enlace
entre el uso del teléfono móvil y el desarrollo del cáncer de cerebro de su
esposa. Sin embargo se acababa de abrir un gran debate en torno a la
seguridad que podía ofrecer el uso de teléfonos móviles. El vasto imperio
en que se había convertido el mercado de las comunicaciones móviles era
testigo de cómo con sólo un demandante, un abogado y la opinión pública
una amplia base de investigación científica comenzaba a ponerse en
entredicho.
Poco después Gary Taubes publico un artículo en la revista Atlantic
Mounthly, en el que dijo:
“La gente quiere creer que los campos electromagnéticos son malos
para ellos, y por tanto lo creen”
Mucha gente no es consciente de que los campos eléctrico y magnético
asociados a los sistemas de comunicaciones y a otros que generan potencia
son parte del mismo espectro electromagnético que la luz visible, un láser
o los rayos-X. Esto es así, y es así porque la mayoría de la gente no tiene la
misma facilidad para acceder a la información científica que para acceder a
la información, alarmante y desorbitada la mayoría de veces, que uno
encuentra cada día en la prensa, la radio y la TV.
Valberg en 1996 expresó esta misma idea en la frase ‘la ansiedad
observada en la sociedad puede ser paliada enfatizando que nuestros
hábitos de vida actuales, dieta, factores genéticos, sedentarismo o la falta
en el cuidado de nuestra salud… tienen a largo plazo un efecto mucho más
55
CCoonncclluussiioonneess
43. Exposici ón Humana a Campos Electromagn éticos
42
significativo sobre la salud que nuestros peores temores acerca de
hipotéticos riesgos no demostrados como los de los campos
electromagnéticos de RF y microondas.’ Resulta sorprendente que la
mayoría de la gente no sienta ningún temor, ni se sienta preocupada por
actividades tan frecuentes en nuestra vida diaria como fumar, tomarse una
copa o conducir su coche a altas velocidades, cuando los riesgos aquí si
que están sobradamente demostrados, y sin embargo pongan el grito en el
cielo por supuestos riesgos no demostrados ni aceptados por la comunidad
científica.
El entorno particular en que vivimos, y el medio ambiente en general
están plagados de señales de microondas y radiofrecuencia para la
radiodifusión de radio y televisión. Alrededor del 99% de la población está
continuamente expuesta a estas radiaciones con unas densidades de
potencia de hasta 1 µW/cm2
. La contribución que a este entorno pueda
introducir los sistemas de comunicaciones móviles puede ser considerada
despreciable.
Existen, es cierto, algunas investigaciones que presentan resultados que
son interpretados como indicios de posibles efectos dañinos como
consecuencia de la exposición a niveles bajos de radiación de microondas.
Sin embargo la existencia de tales efectos no ha sido definitivamente
demostrada. Tomando como base los estudios publicados en los últimos
años uno no tiene más remedio que aceptar que la posibilidad de que exista
algún efecto, cualquiera que sea, sobre la salud humana provocado por la
radiación de microondas, es mínima, sino inexistente.
Estas conclusiones no son nuevas. Algunos autores, preocupados por
este tema, han realizado revisiones científicas similares en periodos
anteriores a nuestra década. Así por ejemplo Michelson en 1985 o Selwin
en 1987 llegaron a las mismas conclusiones. Foster y Guy en 1986
concluyeron que: ‘ningún daño se ha manifestado claramente sobre los
44. Exposici ón Humana a Campos Electromagn éticos
43
seres humanos’. Esta afirmación, hecha hace más de una década, es hoy
cierta todavía.
En definitiva, hasta la fecha no existe ningún estudio reconocido que
haya dejado probada la existencia de efectos adversos serios para la salud
humana a largo plazo, lo que debería aumentar la confianza de todos, tanto
de fabricantes como de usuarios con respecto a los efectos adversos para la
salud humana derivados del uso de teléfonos móviles y de la ubicación de
las antenas de estaciones base para telefonía móvil en entornos urbanos.
45.
46. Exposici ón Humana a Campos Electromagn éticos
45
[1] Grandolfo M. et al., ‘Biological Effects and Dosimetry of
NonIonizing Radiation. Radiofrequency and Microwave Energies’
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Serie A: Life Sciences.
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Heating. Valencia, Spain. September 1999.
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[5] García, J., ‘Efecto de las Radiaciones Electromagnéticas Sobre el
Organismo Humano’ Bioingeniería Nº 116, 1982 , pp 57-62.
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66
RReeffeerreenncciiaass
47.
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electromagnetic fields’, NCRP Report No. 86, 7910 Woodmont
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- National Radiological Protection Board. ‘Advice on the Protection of
Workers and Members of the Public from Possible hazards of Electric
and Magnetics Fields with Frequencies Below 300 GHz’ NRPB,
Chilton, Didcot, Oxon OX11 ORQ. U.S.A.
77
BBiibblliiooggrraaffííaa
49.
50.
51. 88
ANTONIO MARTÍNEZ GONZÁLEZ obtuvo el título de Ingeniero de Telecomunicación
por la Universidad Politécnica de Valencia en 1998. Desde 1998 hasta septiembre de 1999,
trabajó en las instalaciones de certificación acreditadas por AENOR del Laboratorio de
Ingeniería de Compatibilidad Electromagnética de la Universidad Politécnica de Valencia,
donde desarrolló actividades de asesoramiento técnico para empresas y certificaciones de
cumplimiento con directivas europeas relacionadas con la emisión e inmunidad a las
radiaciones electromagnéticas de diversos equipos electrónicos y de telecomunicación.
Desde septiembre de 1999 es profesor titular de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de
Telecomunicación de la Universidad Politécnica de Cartagena, donde está actualmente
desarrollando su tesis doctoral en materia de dosimetría electromagnética en comunicaciones móviles. Antonio
Martínez González ha publicado 6 artículos en conferencias internacionales sobre interacción electromagnética
entre terminales móviles y tejido humano. El trabajo realizado por Antonio Martínez González en aspectos de
dosimetría electromagnética ha sido reconocido con el Premio Nacional concedido por la Fundación Airtel y el
Colegio Oficial de Ingenieros de Telecomunicación de España al mejor proyecto Fin de Carrera 1998 en
Comunicaciones móviles y el Accésit concedido por la Asociación Española de Ingenieros de Telecomunicación de
la Comunidad Valenciana en su cita anual de 1999.
ALEJANDRO DÍAZ MORCILLO es miembro de la Antennas & Propagation Society y de
la Microwave Theory and Techniques Society del IEEE, así como de la Sociedad Española de
Métodos Numéricos (SEMNI) y de la International Association on Computational
Mechanics (IACM). Finalizó sus estudios en la E.T.S.I. de Telecomunicación de la
Universidad Politécnica de Valencia en 1995, consiguiendo el título de Ingeniero de
Telecomunicación. Posteriormente trabajó como investigador asociado al Grupo de
Calentamiento por Microondas del Departamento de Comunicaciones de la citada
universidad. Actualmente es profesor ayudante de la E.T.S.I. de Telecomunicación de la
Universidad Politécnica de Cartagena, pertenece al Grupo de Ingeniería de Microondas y
Radiocomunicaciones, y se encuentra realizando la tesis doctoral en el campo de los métodos numéricos aplicados
al electromagnetismo.
DAVID SÁNCHEZ HERNÁNDEZ nació en Granada en 1970. En 1992 obtuvo el título de
Ingeniero de Telecomunicación por la Universidad Politécnica de Valencia, y a principios
de 1996 el Ph.D (Título de Doctor Ingeniero de Telecomunicación) por el King’s College de
la Universidad de Londres. Desde 1992 hasta 1994 trabajó en antenas impresas duales y
activas como Research Associate para The British Council-CAM. En 1994 fue nombrado
EU Research Fellow en King´s College de la Universidad de Londres, donde trabajó en
varios proyectos sobre antenas impresas integradas en Arseniuro de Galio a 18, 38 y 60
GHz, agrupación de antenas impresas, técnicas de sectorización y diversidad. En 1997
volvió a la Universidad Politécnica de Valencia para codirigir el Grupo de Calentamiento
por Microondas y el Grupo de investigación de Antenas, Microondas y Radar. A principios de 1999 David
Sánchez Hernández se incorporó a la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de Telecomunicación de la
Universidad Politécnica de Cartagena como Profesor Titular de Universidad, donde actualmente es Subdirector
de Infraestructuras y líder del Grupo de Ingeniería de Microondas y Radiocomunicaciones. El Dr. David Sánchez
Hernández ha sido recientemente nombrado IEE Chartered Engineer y ha recibido el prestigioso premio R&D J.
Langham Thompson Premium, otorgado por the Institution of Electrical Engineers por la calidad de la
investigación realizada en los últimos años. Ha publicado más de 50 artículos en revistas científicas y es revisor
de varias editoras internacionales de prestigio. Sus investigaciones engloban todos los aspectos del diseño y
aplicación de las antenas impresas y los MMICs para comunicaciones móviles, las aplicaciones industriales del
calentamiento por microondas y los temas de dosimetría electromagnética. David Sánchez Hernández es
miembro electo del AMPERE Board, el comité permanente de la sociedad europea para el calentamiento por
microondas y alta frecuencia, y es un miembro activo del Institute of Electronic & Electrical Engineers de
EE.UU., the Institution of Electronic Engineers del Reino Unido, el Colegio Oficial de Ingenieros de
Telecomunicación y la Asociación Española de Ingenieros de Telecomunicación, ambas en España.
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