2. El jazmín sirve
en nuestros
jardines para
vestir arcos y
casillas de
campaña. Es en el
verano una
garantía para los
ardores del sol.
3. No sabe tenerse en
pie y necesita
quien le tienda su
mano y le dirija, y
si no, cae en tierra
y se enreda entre
las demás flores.
Su flor pequeñita
es de una
fragancia muy
fuerte y envía
muy lejos sus
perfumes.
4. La piedad
Por esta virtud
damos a
nuestros padres
el amor, el honor
y el respeto que
les es debido.
Demos a
nuestros padres
gratitud,
socorros y
auxilios, amor y
honor: es un
tributo que se les
debe de justicia.
5. La piedad en María
¡Con qué ternura,
fidelidad y exactitud
volvería María, cuando
niña, a Ana y a Joaquín
sus padres, a los
sacerdotes y superiores
en el templo; a José,
cuando casada, amor
por amor, respeto por
respeto, honor por
honor, favor por favor,
servicio por servicio!
6. El jazmín a María
Debes amor,
gratitud, honor no
sólo a Dios, sino a
tus padres, a tus
maestros, y a todos
tus superiores.
¿Has pagado este
tributo?... ¿Lo
pagas ahora?
Examínalo bien,
7. Ve cómo está el jazmín en tu corazón: ¿está en
flor? Estamos en mayo... Recoge sus flores, y
porque pertenece a la justicia, únelas al lirio y a
la rosa, y al ofrecer a María tu ramillete le
dirás:
8. ORACIÓN
Señora mía: Ahí va el
jazmín de mi piedad, de mi
amor, de gratitud para con
mis padres. Yo me obligo
hoy a amarles, a
respetarles, a servirles, a
auxiliarles en sus
necesidades espirituales y
materiales.