1. Sacrificios
El secreto de los sacrificios incas
Muestras de cabello de cuatro momias andinas han desvelado un
lúgubre secreto sobre la vida de los niños sacrificados por los incas.
Una investigación con ADN demuestra que los incas "engordaban" a
los niños durante meses antes de recorrer un largo peregrinación
hacia su muerte.
El descubrimiento fue llevado a cabo con análisis de ADN tomado del
cabello preservado naturalmente de las momias descubiertas en el
sitio arqueológico más alto del mundo, en Llullaillaco.
El estudio, financiado por la fundación británica Wellcome Trust,
aparece publicado en las Actas de la Academia Nacional de Ciencias
de Estados Unidos.
Las muestras de cabello fueron tomadas de la cabeza y de pequeñas
bolsas que llevaban las cuatro momias descubiertas en el volcán de
Llullaillaco, en el noroeste de Argentina cerca de la frontera con Chile.
Entre éstas está la llamada Doncella de Llullaillaco de 15 años,
descrita como la "momia perfecta" por su extraordinario estado de
conservación y que por primera vez está expuesta al público en Salta,
Argentina.
"Éstas son los momias mejor preservadas que se han encontrado en
el mundo", dijo a BBC Ciencia el doctor Andrew Wilson, quien dirigió la
investigación en la Universidad de Bradford, Inglaterra.
"Y de ninguna forma hubiéramos podido llevar a cabo el análisis con
una muestra destructiva de tejidos como hueso o dientes, así que lo
hicimos con el cabello", afirma el investigador.
ADN e isótopos
Los científicos analizaron el ADN y los isótopos estables de las
muestras de cabello para descubrir cómo había sido la vida de estos
niños antes de morir.
Los isótopos estables de carbono, nitrógeno, oxígeno e hidrógeno de
la dieta se depositan en el cabello del individuo donde pueden
permanecer sin cambios durante miles de años.
"El tipo de información que contiene el cabello es ciertamente única"
afirma Andrew Wilson.
2. "Porque nos permiten tener un panorama de los diferentes períodos
de la vida de un individuo" agrega.
Así, los investigadores pudieron comprender cómo se preparó a los
niños para sacrificio durante un período de varios meses.
Se cree que antes de ser elegidos para el sacrificio, los niños se
alimentaban con una dieta de vegetales como papas, lo que sugiere
según los investigadores, que provenían de familias de campesinos.
Pero una vez que eran seleccionados, se les "engordaba" con una
dieta especial durante un período de doce meses antes del sacrificio.
"La dieta de la Doncella, por ejemplo, tuvo un cambio marcado e
incluyó maíz, considerado un producto de élite, y proteína,
probablemente proveniente de "charki", la carne de llama seca" señala
Andrew Wilson.
Los isótopos también demostraron que en los 3 ó 4 meses previos al
sacrificio los niños comenzaron una peregrinación a las montañas,
probablemente desde Cuzco, la capital inca.
"Lo que me parece más escalofriante -afirma Andrew Wilson- es que a
pesar de que estos niños no entendían lo que les estaba ocurriendo,
alguien del Estado inca ya los había identificado y durante más de un
año los preparaba para sacrificarlos".
Rito
Aunque los científicos no saben con certeza cómo murieron los niños,
creen que antes de morir se les dio chicha (una bebida alcohólica de
maíz) y hojas de coca.
Posiblemente esto fue para aliviar los síntomas del mal de altura y
para "anestesiarlos" ante la muerte.
Los científicos encontraron evidencia de metabolitos de coca en el
cabello de las víctimas, particularmente en la Doncella, que tenía altas
concentraciones de éstos.
"Aunque para algunos estas tristes muertes formen parte del contexto
de los sistemas de creencias indígenas, no debemos olvidar que los
incas también eran imperialistas", afirma el doctor Timothy Taylor, otro
de los autores del estudio..
"Y el tratamiento que dieron a estos niños campesinos pudo haber
servido para infundir temor y facilitar el control social en las remotas
zonas montañosas", agrega el científico.
Las momias fueron descubiertas en 1999 en la cima del volcán
Llullaillaco, a 6.736 metros de altura.
Se cree que tanto la Doncella como otra de las niñas murieron de frío
cuando caminaban hacia la cumbre de la montaña.
Estudios pasados descubrieron que otra de las momias, el Niño de
Llullaillaco, de siete años, tuvo al parecer una muerte particularmente
terrible.
3. Su ropa estaba cubierta de vómito y diarrea y en la cara muestra una
expresión de terror.
Se cree que su muerte fue causada por asfixia aparentemente
provocada por un manto de tela amarrado a su cuerpo con tanta
fuerza que le rompió las costillas y le dislocó la pelvis.