El hombre le pidió a Dios una flor y una mariposa, pero Dios le dio un cáctus y una oruga en su lugar. Aunque al principio el hombre se sintió triste, con el tiempo el cáctus floreció y la oruga se transformó en una hermosa mariposa, demostrando que aunque a veces no entendemos los planes de Dios, Él siempre da lo que necesitamos en el momento adecuado.