1. Ocho días después, estaban otra vez sus discípulos dentroOcho días después, estaban otra vez sus discípulos dentro
y Tomás con ellos.y Tomás con ellos.
Se presentó Jesús en medio estando las puertas cerradas y dijo:Se presentó Jesús en medio estando las puertas cerradas y dijo:
«La paz con vosotros»«La paz con vosotros»
3. Tomás le contestó:
«Señor mío y Dios mío»
Dícele Jesús:
«Porque me has visto has creído.
Dichosos los que no han visto y han creído».
(Jn 20, 26-29)
4. Cuando éramos niños, los incrédulos estaban,Cuando éramos niños, los incrédulos estaban,
•En los libros de historia.En los libros de historia.
•O en cementerios extraños.O en cementerios extraños.
•Los que todavía vivían estaban en países lejanos.Los que todavía vivían estaban en países lejanos.
Y, si quedaba alguno cerca de nosotros,Y, si quedaba alguno cerca de nosotros,
trataba de ocultar su increencia y hasta llegaba a practicartrataba de ocultar su increencia y hasta llegaba a practicar
los ritos de los creyentes.los ritos de los creyentes.
5. Ahora los incrédulos están por todas partes.
Son muchos más y hablan más alto.
Han ganado publicidad.
Tanto que muchos creyentes tratanTanto que muchos creyentes tratan
de imitarlos, ocultando sus creencias.de imitarlos, ocultando sus creencias.
6. Decía Martín Descalzo:
« Desde siempre, los incrédulos se han creído« Desde siempre, los incrédulos se han creído
•más listosmás listos
•más profundosmás profundos
•más serios que los creyentes.más serios que los creyentes.
•Han juzgado vana su alegría,Han juzgado vana su alegría,
ilusa su esperanza…»ilusa su esperanza…»
Y como nos gusta parecer un poco listos,
sentimos la tentación de copiar el talante de los incrédulos.
7. El apóstol Tomás es «casi» el centro del evangelio de hoy.El apóstol Tomás es «casi» el centro del evangelio de hoy.
Parece que se negaba a creer
que Jesús hubiera resucitado.
Pero, ¡de incrédulo, nada!¡de incrédulo, nada!
Lo que le molestaba era que sus compañerosLo que le molestaba era que sus compañeros
creyeran con tanta facilidad en el resucitadocreyeran con tanta facilidad en el resucitado
cuando no habían aceptado su muerte.cuando no habían aceptado su muerte.
8. Sólo él había invitado a los demás a subir a Jerusalén
y morir con él si fuera preciso.
Él era el único «serio» del grupo.Él era el único «serio» del grupo.
Los demás, unos ilusos.Los demás, unos ilusos.
O unos oportunistas, que es peor.O unos oportunistas, que es peor.
9. Al mostrarse a Tomás, Jesús pronuncia la última de las
bienaventuranzas evangélicas:
«Dichosos los que crean sin haber visto»
11. Jesús de Nazaret, no permitas que nos apartemos de ti y,
en medio de las dificultades que nos acosan,
acepta nuestra voz que te confiesa diciendo:
«Señor mío y Dios mío». Amén, Aleluya.«Señor mío y Dios mío». Amén, Aleluya.
12. José Román Flecha Andrés
PALABRA DEL SEÑOR, Salamanca 2007
Presentación: Antonia Castro Panero
Música: Aleluya...Canto Gregoriano...Monjes de Silos