El rematador pensó que un viejo violín golpeado y marcado no tenía mucho valor. Sin embargo, cuando un hombre canoso tocó el violín, produjo una hermosa melodía como un coro de ángeles. Esto hizo que el precio del violín aumentara drásticamente de un dólar a tres mil dólares. Al igual que un violín desgastado puede ser transformado por la habilidad de un maestro, las almas marcadas por el pecado pueden ser cambiadas por la mano del Maestro.