El documento enfatiza la importancia de que los padres usen la Biblia como guía principal para educar a sus hijos. Recomienda que los padres presenten las lecciones y enseñanzas de la Biblia a sus hijos para nutrirlos espiritualmente y guiar su desarrollo. También enfatiza la necesidad de que los padres modelen un estilo de vida basado en la Biblia para que sus hijos los imiten.
1. Reporte 5
- La Palabra de Dios abunda en preciosas joyas de
verdad, y los padres debieran sacarlas de su estuche y
presentarlas ante sus hijos en su verdadero esplendor.
- Las hermosas lecciones de las historias y parábolas de
la Biblia, las puras y sencillas instrucciones de la santa
Palabra de Dios, son el alimento espiritual para vosotros
y vuestros hijos.
- Las mentes juveniles no alcanzan su más noble
desarrollo cuando descuidan la fuente más elevada de
sabiduría: la Palabra de Dios.
- Los niños son observadores aun en sus más tiernos
años, y si los padres demuestran que la Palabra de Dios
no es su guía y consejero, si desobedecen los mensajes
que se les presentan, se manifestará en los hijos el
mismo espíritu temerario de "no me importa; haré mi
propia voluntad"
- El poder de la verdad debe ser un agente santificador en
el hogar
- Padres, si queréis educar a vuestros hijos para que
sirvan a Dios y hagan bien en el mundo, haced de la
Biblia vuestro libro de texto.
- Haced de la Biblia su propio expositor, reuniendo todo lo
que se dice acerca de cierto tema en diferentes
momentos y en circunstancias diversas.
- Confíense a la memoria los pasajes más importantes de
la Escritura, no como una imposición, sino como un
privilegio.
- La Biblia tiene una abundancia, una fuerza, y una
profundidad de significado inagotables.
- Padres, sean sencillas las instrucciones que dais a
vuestros hijos, y aseguraos que las comprendan
claramente.
2. - Presentad los pensamientos más lozanos a sus hijos;
usad los mejores métodos.
- Debéis hacer de la Biblia vuestro guía si queréis educar
a vuestros hijos en el conocimiento y admonición del
Señor.
- Por la mañana, los primeros pensamientos del cristiano
deben fijarse en Dios.
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