Este documento narra la historia de Estiven, un joven campesino que decidió mudarse a la ciudad de Medellín para perseguir su sueño de ser ingeniero aeronáutico. A pesar de las dificultades iniciales como ser padre soltero a temprana edad, logró establecerse en la ciudad trabajando para su patrón Issac. Luego, obtuvo un préstamo por medio de una asociación para emprender un negocio de venta de dulces de mango basado en una idea de su esposa, el cual ha tenido mucho
1. Un hombre arriesgado
En el corregimiento de Santiago, Santo Domingo; creció un
pequeño joven llamado Estiven, estiven tenía esperanzas de llegar
a la ciudad de Medellín y poder alcanzar sus sueños de ser un
Ingeniero aeronáutico, pero al ser de una familia campesina y
tener una joven novia de tan solo 15 años en embarazo sus sueños
se habían estancado, y estaba destinado a vivir en el campo con lo
poco que pudiera conseguir.
A la edad de 20 años y con una pequeña de tan solo 2 años decidió
viajar a la ciudad de Medellín, dejando atrás a su esposa, su hija,
su madre y sus hermanos. Llegó a la ciudad con muchas
esperanzas y temores de no triunfar. Al llegar se hospedó en la
casa de su patrón, allí vivió como un empleado más con la ventaja
de que su patrón Issac le tenía mucho aprecio y sentía que él a
pesar de ser del campo podría triunfar en la gran ciudad.
Issac le enseñó varias cosas que Estiven debía saber de la ciudad,
Estiven estuvo mucho tiempo ayudando en la empresa de su
patrón como mensajero y a veces como conductor. Un día una
amiga que había conseguido en la empresa de su patrón le informó
que había una asociación anónima estaba buscando jóvenes
emprendedores, echados pa’ lante y con ganas de triunfar.
Estiven asistió luego de consultarlo con su patrón Issac, él le dijo
que lo apoyaría que lo quería ver triunfando y eso sería un buen
comienzo. Estiven le platico a su esposa sobre esta sociedad, pero
como no sabía que podía ofrecer para vender o como idea de
emprendimiento uno de los productos que se sembraban en la
finca, el mango; ella le dijo que podían vender el dulce de mango
que ella preparaba, y Estiven confiado fue a la sociedad anónima y
expuso su idea. Fue aprobada y le abrieron un crédito por 5
2. millones para que consiguiera un local y el transporte del
producto.
El comenzó con su venta de dulce de mango primero e la empresa
de su patrón y luego consiguió su local, siguió emprendiendo y
pudo trasladar a su mujer y a su hija a la ciudad de Medellín y
alquiló una vivienda. La mujer y la niña encantadas comenzaron a
adaptarse a la nueva ciudad, mientras la mujer preparaba el
sustento que luego su esposo conseguiría.
La familia de Estiven logró con su negocio tan buen resultado, que
hoy en día están tan bien económicamente que Estiven manda
dinero a su madre para que pueda subsistir y a sus hermanos para
que mantengan la cosecha de mangos en buen estado.
Hoy en día Estiven es el proveedor de postres de mango de la
empresa de su patrón y ya no solo venden dulce de mango,
también venden jugos, mermeladas, postres y próximamente con
el dinero ahorrado comenzaran a expandir su negocio a otros
municipios del valle del aburra.