La sociedad anónima es una de las figuras más utilizadas para constituir empresas. Se compone de al menos 5 socios hasta un número ilimitado, cuyos nombres no aparecen en la razón social de la empresa, la cual debe ir seguida de la sigla S.A. Este tipo de sociedad divide su capital en acciones y protege los intereses de los socios al no hacerlos responsables con su patrimonio personal de las deudas de la empresa.