El documento discute el significado del amor verdadero y cómo su ausencia conduce a problemas en la sociedad como la guerra, el hambre y la injusticia. Explica que hacer lo que uno quiere sin amor lleva a la pérdida de valores y una vida sin sentido. El amor verdadero significa actuar con bondad y buscar el bienestar de los demás sin esperar nada a cambio, como lo hizo Jesucristo. Los tratados de paz solo funcionarán si existen la conversión, el amor por el prójimo y la sincer
1. FLABIO DUVAN CIFUENTES
I DE FILOSOFÍA
EL AMOR
En nuestro lenguaje es muy común hablar del amor, pero solemos identificar
cualquier relación con este valor. En nuestra sociedad a se busca dar solución a
muchos problemas, como la guerra, el hambre, la injusticia, el egoísmo, la
ambición, etc. Muchas veces realizan una gran cantidad de tratados que en efecto,
controlan todas estas tendencias pero no las erradican, esto sucede porque, no
hay amor verdadero.
“Ama y haz lo que quieras” dijo san Agustín. Hacer lo que se quiere sin amor es
libertinaje, y eso sí que es común en la actualidad, muchos jóvenes esperan con
ansias ser mayores de edad “para ser libres” dicen algunos, como si en el hogar
los tuviesen amarrados, sencillamente los están guiando con autoridad y eso que
hoy en día son pocos los padres de familia que corrigen con amor; muchos de
ellos, no tienen presente que, quien no educa no tiene verdadero amor por los
hijos. Hacer lo que se quiere sin amor conlleva a una pérdida de todos los
valores, se convierte la vida con el pasar del tiempo en una pesadilla, algo que no
tiene sentido, y puede que en estas personas con facilidad se dé lo que yo llamo:
el efecto faisán, muy bellos por fuera, pues apuestan todo para llamar la atención,
pero por dentro sus valores están muy empobrecidos, y lo único que les falta es
amor, o sea, todo.
Hacer lo que quieras sin amor no es lo mismo que hacer lo que quieras amando, o
en palabras ya dichas ““Ama y haz lo que quieras”, esto significa que las personas
cuando aman están libres para actuar y pueden realizar cualquier acción porque
en su corazón lo único que hay es bondad, nunca hay dobles ni mala intención y
siempre quieren el bien para sus hermanos,el verdadero amor lo da todo, eso lo
podemos ver en el ejemplo máximo que es Jesucristo, el dio incluso su vida, su
sangre, y siempre sin esperar nada a cambio, solamente dijo, “ámense unos a
otros”. En la historia han surgido muchas personas que no nombrare, que han
sido verdaderamente humanos, y la razón es porque aman.
Los tratados que se firmen, para alcanzar la paz, resultaran en vano si no hay una
intensión de conversión, de amor para con el otro, de paz en el corazón, de
sinceridad, de mansedumbre, pero, si por el contrario, estos que negocian la paz y
el bienestar, solo quieren su beneficio, nunca habrá paz, y si se callan los fusiles,
el odio y la ambición de los corazones serán peores que las balas y las bombas
que a diario explotan. Quien ama en realidad nunca está limitado a actuar porque
2. siempre está pensando en el bienestar del hermano, sin dejar de pensar en sí
mismo y en Dios.
Dios es amor, ya lo hemos escuchado y si nos percatamos, al conversar con
personas del común, especialmente jóvenes, pero, también gran cantidad de
personas de todas las edades podemos ver que tienen profundos vacíos, buscan
con frecuencia que los miren, y para ello llaman la atención, se nota en la forma de
hablar, vestir, comportarse, es una falencia impresionante de amor, o sea, de
Dios, entendiendo el amor en el sentido real de la palabra, porque es muy habitual
que hoy se llame amor a cualquier relación pasajera de novios, incluso al acto
sexual se le llama amor cuando en realidad es algo erótico; también se llama amor
a la relación entre amigos y familia. Todo esto sólo para decir que muchas veces
el verdadero amor pierde su verdadero significado, su esencia.
Para concluir es posible afirmar que: el verdadero amor se da a los demás, es una
entrega olvidándose del yo y pensando en nosotros. Hace lo que quiere porque
nunca busca hacer el mal a nadie ni a nada. Lleva a la verdadera felicidad porque
transita por caminos que aunque difíciles son seguros, aunque son tenebrosos,
siempre llevas una buena compañía, aunque llevas una pesada carga siempre
llevas a alguien que te ayuda. El verdadero amor es libre, sencillamente porque
es bueno, se da nunca pide ni exige, siempre posee la mejor voluntad, desea y
hace el bien a todos. El egoísmo, la guerra, la injusticia, el hambre, solo se
vencerán cuando el hombre habrá el corazón al amor. Para finalizar solo debes
hacer lo que dijo san Agustín “Ama y haz lo que quieras”