1. Realizado por: Padre Mamerto Menapace osb - Hno. Fernando Fortunato
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BíblicoBíblico
Gn 15, 1 - 18Gn 15, 1 - 18

3. El capítulo quince nos trae el relato de cómo Dios,
que le había hecho una promesa a Abraham,
tardaba mucho en cumplirla. Y el pobre Abrahán
andaba por esos campos de Dios clavando y
desclavando carpas. Haciendo campamentos y
trasladándose de aquí para allá. Dios le había
dicho:
-Yo te voy a hacer padre de un pueblo. Yo te voy a
dar una tierra en posesión
El capítulo quince nos trae el relato de cómo Dios,
que le había hecho una promesa a Abraham,
tardaba mucho en cumplirla. Y el pobre Abrahán
andaba por esos campos de Dios clavando y
desclavando carpas. Haciendo campamentos y
trasladándose de aquí para allá. Dios le había
dicho:
-Yo te voy a hacer padre de un pueblo. Yo te voy a
dar una tierra en posesión
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4. Pero Abraham iba envejeciendo y veía
como pasaban los años. Se sucedían
los acontecimientos, algunos lindos,
otros dolorosos. En las primaveras
nacían los corderitos. Venía la esquila,
las fiestas de familia y los recuerdos.
Pero en las dos grandes cosas que
Abrahán anhelaba, y que Dios le había
prometido, no pasaba nada.
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5. Y eso a Abrahán le dolía profundamente.Y eso a Abrahán le dolía profundamente.
Sarai era muy linda,
muy buena, muchos
la codiciaban, pero...
pero había algo que
no pasaba. No
quedaba
embarazada.
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6. Porque cuando en una pareja que desea perdurar en los
hijos, todo el resto le va yendo bien, pero en eso que es lo
que más desean no pasa nada, la cosa se pone muy dura.
Cuántas tardes, cuando empezaba a oscurecer y la luz se
iba yendo, y se encendían las estrellas, Abraham habrá
mirado para arriba. Y mientras observaba el cielo
estrellado se decía:
-Mi estrella un día se va a apagar y no va a quedar nada.
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7. Dios cada tanto se le aparecía a Abrahán. Y Abrahán decía:
-¿Será ahora que Dios va a cumplir la promesa?
Y Dios venía no para cumplirle la promesa, sino para
exacerbarle la esperanza. Un día se le aparece Dios a
Abraham y le dice:
-No temás Abrahán. Yo soy tu escudo. Tu premio será muy
grande.
Y Abrahán le contestó:
-¿Qué me puede importar, Señor, que mi premio sea grande
si yo me estoy yendo ya y sin hijos? Y el que me va a
heredar va a ser uno de mis peones
El hijo no venía. Y se iban poniendo más viejos.
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8. Y Dios entonces lo sacó afuera y le mostró el cielo
estrellado mientras le decía:
-Abraham: mirá el cielo. Contá las estrellas si podés.
Bueno: tampoco se podrá contar tu descendencia. La
que va a nacer de Sara, tu mujer. Así como son
numerosas las estrellas del cielo así de numerosa va a
ser tu descendencia.
Y Abrahán le creyó a Dios.
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9. Después Dios le vaDespués Dios le va
a hacer vivir una hacer vivir un
sueño a Abraham.sueño a Abraham.
Un sueño muy profundo en el cual le va a mostrar la
historia de sufrimiento y de dolor, en la que sus
descendientes tendrán que vivir, pero en la cual el
Señor estará siempre comprometido y presente.
Y Abraham le creyó. Y Dios hizo una alianza con
Abrahán.
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10. Esa alianza que nosotros renovamos cada día en laEsa alianza que nosotros renovamos cada día en la
Eucaristía. En la Sangre de Cristo. Esa alianza queEucaristía. En la Sangre de Cristo. Esa alianza que
es en realidad el cumplimiento de la promesa dees en realidad el cumplimiento de la promesa de
Dios a Abrahán. Nosotros sabemos que esaDios a Abrahán. Nosotros sabemos que esa
promesa se cumplió. Lo que no sabemos es cómopromesa se cumplió. Lo que no sabemos es cómo
se va a cumplir la que nos hace a nosotros.se va a cumplir la que nos hace a nosotros.
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11. ¡Dios nos libre del mal, y nos bendiga!
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13. Génesis 15
1 Después de estos sucesos fue dirigida la palabra de Yahveh a Abram en visión, en estos términos: «No temas, Abram.
Yo soy para ti un escudo.
Tu premio será muy grande.»
2 Dijo Abram: «Mi Señor, Yahveh, ¿qué me vas a dar, si me voy sin hijos...?.»
3 Dijo Abram: «He aquí que no me has dado descendencia, y un criado de mi casa me va a heredar.»
4 Mas he aquí que la palabra de Yahveh le dijo: «No te heredará ése, sino que te heredará uno que saldrá de tus
entrañas.»
5 Y sacándole afuera, le dijo: «Mira al cielo, y cuenta las estrellas, si puedes contarlas.» Y le dijo: «Así será tu
descendencia.»
6 Y creyó él en Yahveh, el cual se lo reputó por justicia.
7 Y le dijo: «Yo soy Yahveh que te saqué de Ur de los caldeos, para darte esta tierra en propiedad.»
8 El dijo: «Mi Señor, Yahveh, ¿en qué conoceré que ha de ser mía?»
9 Díjole: «Tráeme una novilla de tres años, una cabra de tres años, un carnero de tres años, una tórtola y un pichón.»
10 Tomó él todas estas cosas, y partiéndolas por medio, puso cada mitad enfrente de la otra. Los pájaros no los partió.
11 Las aves rapaces bajaron sobre los cadáveres, pero Abram las espantó.
12 Y sucedió que estando ya el sol para ponerse, cayó sobre Abram un sopor, y de pronto le invadió un gran sobresalto.
13 Yahveh dijo a Abram: «Has de saber que tus descendientes serán forasteros en tierra extraña. Los esclavizarán y
oprimirán durante
cuatrocientos años.
14 Pero yo a mi vez juzgaré a la nación a quien sirvan; y luego saldrán con gran hacienda.
15 Tú en tanto vendrás en paz con tus padres, serás sepultado en buena ancianidad.
16 Y a la cuarta generación volverán ellos acá; porque hasta entonces no se habrá colmado la maldad de los amorreos.»
17 Y, puesto ya el sol, surgió en medio de densas tinieblas un horno humeante y una antorcha de fuego que pasó por
entre aquellos animales
partidos.
18 Aquel día firmó Yahveh una alianza con Abram, diciendo: «A tu descendencia he dado esta tierra, desde el rió de
Egipto hasta el Río Grande,
el río Eufrates:
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