1. Realizado por: Padre Mamerto Menapace osb - Hno. Fernando Fortunato
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2. Música:Música: “Mirad el dolor”, de la Pasión de Tomás L. de Victoria“Mirad el dolor”, de la Pasión de Tomás L. de Victoria
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BíblicoBíblico
Gn 37, 12 - 36Gn 37, 12 - 36

3. Quizás lo importante de todos estos hombres de los queQuizás lo importante de todos estos hombres de los que
estamos hablando no fue tanto el haber hecho todas las cosasestamos hablando no fue tanto el haber hecho todas las cosas
bien, sino el haber andado por el camino del bien, que es elbien, sino el haber andado por el camino del bien, que es el
camino de Dios. A veces vale más en la vida andar a loscamino de Dios. A veces vale más en la vida andar a los
tropezones por el buen camino, que andar muy elegante ytropezones por el buen camino, que andar muy elegante y
limpito pero por un camino equivocado. Errar el camino es lolimpito pero por un camino equivocado. Errar el camino es lo
que nos hace perder en la vida. No tanto el tener caídas en elque nos hace perder en la vida. No tanto el tener caídas en el
buen camino.buen camino.

4. SiguienteSiguiente
A José por sus sueños y por laA José por sus sueños y por la
preferencia que le mostraba supreferencia que le mostraba su
padre, los hermanos ya no lepadre, los hermanos ya no le
podían dirigir la palabra de unapodían dirigir la palabra de una
manera correcta.manera correcta.
Esto podría haberle estropeado laEsto podría haberle estropeado la
vida a José si no hubiera sido unvida a José si no hubiera sido un
soñador. Si no hubiera sido unsoñador. Si no hubiera sido un
hombre con esperanza, incapazhombre con esperanza, incapaz
de guardar rencor al pasado,de guardar rencor al pasado,
porque creía en el futuro. Yporque creía en el futuro. Y
además podía ser fiel al presenteademás podía ser fiel al presente..

5. Sus hermanos habían salido lejos a pastorear lasSus hermanos habían salido lejos a pastorear las
majadas.majadas. Jacob le pidió a José:Jacob le pidió a José:
-Hace rato que no tengo noticias de los muchachos.-Hace rato que no tengo noticias de los muchachos.
¿Por qué no vas a ver donde están¿Por qué no vas a ver donde están
y te fijás cómo les va?y te fijás cómo les va?
Y me traés las novedades.Y me traés las novedades.
Y José partió a cumplir el encargo. Y para ello se caló
el poncho de listas de colores que le había regalado
su papá como signo de preferencia. Cuando llegó al
lugar donde esperaba estuvieran ellos, no los
encontró porque se habían ido más lejos, y siguió
buscándolos.
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6. Los hermanos, cuando de
lejos lo vieron, se dijeron:
-Allá viene el soñador.
Matémoslo y se verá en qué
terminan sus sueños de
grandeza.
Pero un hermano dice:
-No lo matemos. Es nuestro
hermano. Mejor lo tiramos a
un pozo y, manchando su
poncho con sangre de un
chivito, se lo mandamos a
nuestro padre diciéndole
que alguna fiera lo devoró.

7. SiguienteSiguiente
A veces se tiene miedo de
manchar las manos con la
sangre de un hermano.
Pero eso no impide que
seamos asesinos de otra
manera: quitándole la
fama, o hundiéndolo en el
desprecio. Ninguno de
nosotros se sentiría en paz
al manchar sus manos con
sangre. ¡Pero cuántas
veces manchamos nuestra
vida y la de los otros con
otras cosas!

8. SiguienteSiguiente
Agarraron violentamente a José, y desnudándolo loAgarraron violentamente a José, y desnudándolo lo
tiraron a un pozo. Mataron un cabrito ytiraron a un pozo. Mataron un cabrito y
mancharon el poncho con sangre, luego de haberlomancharon el poncho con sangre, luego de haberlo
desgarrado. Se lo mandaron a Jacob diciéndole:desgarrado. Se lo mandaron a Jacob diciéndole:
- Hemos encontrado este poncho así...- Hemos encontrado este poncho así...
Y el papá, engañado una vez más, dijo:Y el papá, engañado una vez más, dijo:
- Alguna fiera lo agarró por el camino y lo- Alguna fiera lo agarró por el camino y lo
despedazó.despedazó.
Y al pobre Jacob este dolor lo va a acompañar todaY al pobre Jacob este dolor lo va a acompañar toda
la vida. Veremos que solo al final de esta historiala vida. Veremos que solo al final de esta historia
va a tener la gracia de volverlo a ver vivo a José.va a tener la gracia de volverlo a ver vivo a José.
Porque José no estaba muerto, estaba desnudo enPorque José no estaba muerto, estaba desnudo en
el fondo de un pozo.el fondo de un pozo.

9. Lo sacaron del pozo y lo vendieron por veinte monedas
de plata. Y el pobre José, tuvo que rumbear para Egipto,
tierra extraña y de una lengua que él no conocía.
Una caravana de madianitas
comerciantes pasó por ahí
cerca y los hermanos dijeron:
-¿Qué ganamos con matar a
José? Vamos a venderlo como
esclavo.
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10. SiguienteSiguiente
Uno pensará que desde ese momento José va a guardarUno pensará que desde ese momento José va a guardar
odio en su corazón contra sus hermanos y que no les vaodio en su corazón contra sus hermanos y que no les va
a poder perdonar nunca lo que le hicieron. Pero no. Joséa poder perdonar nunca lo que le hicieron. Pero no. José
era un hombre que creía profundamente en su futuro.era un hombre que creía profundamente en su futuro.
Donde estuviera, trataría de vivir en serio lo que leDonde estuviera, trataría de vivir en serio lo que le
tocara.tocara.
Lo compró como esclavo un magnate de Egipto llamadoLo compró como esclavo un magnate de Egipto llamado
Putifar. Y José va a vivir sin amargura en la casa de estePutifar. Y José va a vivir sin amargura en la casa de este
hombre. No tardó mucho su patrón en tomarle cariño.hombre. No tardó mucho su patrón en tomarle cariño.
Pero de su historia, nos vamos a encargar en el próximo encuentro.Pero de su historia, nos vamos a encargar en el próximo encuentro.
Será con la bendición de Dios.Será con la bendición de Dios.

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12. Génesis 37
12 Fueron sus hermanos a apacentar las ovejas de su padre en Siquem,
13 y dijo Israel a José: «¿No están tus hermanos pastoreando en Siquem? Ve de mi
parte a donde ellos.» Dijo: «Estoy listo.»
14 Díjole: «Anda, vete a ver si tus hermanos siguen sin novedad, y lo mismo el
ganado, y tráeme noticias.» Le envió, pues, desde el valle de Hebrón, y José fue a
Siquem.
15 Encontróse con él un hombre mientras estaba discurriendo por el campo. El
hombre le preguntó: «¿Qué buscas?»
16 Díjole: «Estoy buscando a mis hermanos. Indícame, por favor, dónde están
pastoreando.»
17 El hombre le dijo: «Partieron de aquí, pues yo les oí decir: “Vamos a Dotán.”» José
fue detrás de sus hermanos y los encontró en Dotán.
18 Ellos le vieron de lejos, y antes que se les acercara, conspiraron contra él para
matarle,
19 y se decían mutuamente: «Por ahí viene el soñador.
20 Ahora, pues, venid, matémosle y echémosle en un pozo cualquiera, y diremos que
algún animal feroz le devoró. Veremos entonces en qué paran sus sueños.»
21 Rubén lo oyó y le libró de sus manos. Dijo: «No atentemos contra su vida.»

13. 22 Rubén les dijo: «No derraméis sangre. Echadle a ese pozo que hay
en el páramo, pero no pongáis la mano sobre él.» Su intención era de
salvarle de sus hermanos para devolverle a su padre.
23 Y ocurrió, que cuando llegó José donde sus hermanos, éstos
despojaron a José de su túnica - aquella túnica de manga larga que
llevaba puesta -,
24 y echándole mano le arrojaron al pozo. Aquel pozo estaba vacío, sin
agua.
25 Luego se sentaron a comer. Y levantando los ojos divisaron una
caravana de ismaelitas que venían de Galaad, con camellos cargados de
almáciga, sandáraca y ládano, que iban bajando hacia Egipto.
26 Entonces dijo Judá a sus hermanos: «¿Qué aprovecha el que
asesinemos a nuestro hermano y luego tapemos su sangre?
27 Venid vamos a venderle a los ismaelitas, pero no pongamos la mano
en él, porque es nuestro hermano, carne nuestra.» Y sus hermanos
asintieron.

14. 28 Pasaron unos madianitas mercaderes, y descubriéndole subieron a
José del pozo. Vendieron a José a los ismaelitas por veinte piezas de
plata, y éstos se llevaron a José a Egipto.
29 Vuelve Rubén al pozo, y he aquí que José nos estaba en el pozo. El
desgarró sus ropas,
30 y volviendo donde sus hermanos les dijo: «El niño no aparece, y yo
¿qué hago ahora?»
31 Entonces tomaron la túnica de José, y degollando un cabrito, tiñeron
la túnica en sangre,
32 y enviaron la túnica de manga larga, haciéndola llegar hasta su padre
con este recado: «Esto hemos encontrado: examina si se trata de la
túnica de tu hijo, o no.»
33 El la examinó y dijo: «¡Es la túnica de mi hijo! ¡Algún animal feroz
le ha devorado! ¡José ha sido despedazado!»
34 Jacob desgarró su vestido, se echó un sayal a la cintura e hizo duelo
por su hijo durante muchos días.
.

15. 35 Todos sus hijos e hijas acudieron a consolarle, pero él rehusaba
consolarse y decía: «Voy a bajar en duelo al seol donde mi hijo.» Y su
padre le lloraba.
36 Por su parte, los madianitas, llegados a Egipto, le vendieron a
Putifar, eunuco de Faraón y capitán de los guardias
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