1. Realizado por: Padre Mamerto Menapace osb - Hno. Fernando Fortunato
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BíblicoBíblico
Gn 22, 1 - 24Gn 22, 1 - 24
3. Quizás el capítulo más bravo de la Biblia y el más
hermoso también, pero el más incomprensible de
todos los que se refieren a Abrahán, sea el relato
del sacrifico de su hijo Isaac. Si, así como suena.
La frase es dura, pero recuerden que a Abrahán
Dios lo había puesto a prueba para ver si era capaz
de jugarse el cuero. Y que había andado bien, pero
no había llegado al final. Había sabido comprender
la necesidad de los demás arriesgando su
intercesión, pero le había faltado la capacidad de
arriesgarse él mismo.
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4. Dios le daría una segunda oportunidad.Dios le daría una segunda oportunidad.
En el capítulo 22 del Génesis se narraEn el capítulo 22 del Génesis se narra
que un día se le aparece Dios a Abrahánque un día se le aparece Dios a Abrahán
y le dice:y le dice:
-¡Abrahán! Tomá a tu hijo único. A tu hijo-¡Abrahán! Tomá a tu hijo único. A tu hijo
querido Isaac. Y andá al país de Moria yquerido Isaac. Y andá al país de Moria y
ofrecémelo allí en sacrificio en uno de losofrecémelo allí en sacrificio en uno de los
cerros que yo te voy a indicar.cerros que yo te voy a indicar.
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5. De ser padre de unDe ser padre de un
pueblo, peropueblo, pero
plasmadaplasmada
concretamente enconcretamente en
un hijo.un hijo.
Pongámonos en la
situación de Abrahán
ya viejo. Después de
haber caminado años y
años tras una
esperanza, que nunca
se concretaba,
finalmente cuando ya
todo parecía imposible,
Dios cumple esa vieja
esperanza de Abrahán
de ser padre.
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6. Al final de su vida toda su vieja esperanza se resume en
un hijo. En su único hijo, su querido hijo Isaac. Y de
repente viene Dios con este absurdo... ¡porque
humanamente es un absurdo!... que Dios le pida:
-Tomá a tu hijo Isaac, a tu hijo querido, a tu hijo único.
Aquel en quien descansa la esperanza. ¡Tomá a tu
esperanza y andá a ofrecérmela en sacrificio!
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7. Abrahán tomó a su hijo,
cortó la leña que cargó en un
burrito, y partió con dos
peones y con su hijo para un
cerro. La tradición dirá
después que es el cerro de
Sión donde estaría el templo.
Y donde Cristo será
finalmente crucificado.
Y Abrahán ya no entiende nada. No entiende pero atiende.
Y eso es a veces lo importante con Dios:
atender sin entender.
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8. En el camino Isaac le dice:
-¡Tatita! Llevamos leña y el fuego, pero no tenemos el cordero
para el sacrificio.
Y Abrahán con el corazón partido lo mira y le dice:
-¡Hijo mío! Dios proveerá para el sacrificio.
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9. Quizás en esa frase tan tremenda pero tan cierta, Dios estaba
adelantando lo que Él mismo un día habría de hacer. Su propio Hijo,
Nuestro Señor Jesucristo, sería la víctima que iba a ser sacrificada
sobre ese cerro en nombre de todos nosotros y para nuestra
salvación. El mismo hijo de Dios, sobre la madera de la cruz, sería
sacrificado por nosotros. Y Dios quería saber si Abrahán era capaz
de hacer ese gesto que un día Tata Dios mismo iba a hacer, cuando
entregara a la muerte por nosotros a su propio hijo Nuestro Señor
Jesucristo. Poniéndonos en el lugar de Abrahán quizá podamos
intuir lo que pasaría en el corazón de Dios. ¡La respuesta de
Abrahán no fue evasiva, sino profética!
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10. Y llegado a la cumbre del cerro, Abrahán lo ata a su hijo.Y llegado a la cumbre del cerro, Abrahán lo ata a su hijo.
Acomoda la leña y lo pone sobre ella. Toma el cuchilloAcomoda la leña y lo pone sobre ella. Toma el cuchillo
para a ofrecerlo en sacrificio. Cuando ya todo estápara a ofrecerlo en sacrificio. Cuando ya todo está
decidido, y podríamos decir con la frase de Jesús cuandodecidido, y podríamos decir con la frase de Jesús cuando
todo está consumado, en ese momento Tata Diostodo está consumado, en ese momento Tata Dios
aparece a través de su ángel y dice:aparece a través de su ángel y dice:
-¡Abrahán: detenete! Ya he visto que sos capaz de-¡Abrahán: detenete! Ya he visto que sos capaz de
entregarme todo sin negarme nada. Ahora yo te devuelvoentregarme todo sin negarme nada. Ahora yo te devuelvo
a tu hijo. Porque soy Yo quien un día tendré que realizara tu hijo. Porque soy Yo quien un día tendré que realizar
este gesto que hoy te pedí a vos.este gesto que hoy te pedí a vos.
¡Porque nuestro Dios es un Dios¡Porque nuestro Dios es un Dios
comprometido!comprometido!
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11. Este pasaje de la Biblia esEste pasaje de la Biblia es
tremendo. Más que decirnostremendo. Más que decirnos
verdades, nos cuenta sucesosverdades, nos cuenta sucesos
para mostrarnos cómo puedepara mostrarnos cómo puede
llegar a ser la fe que Dios nosllegar a ser la fe que Dios nos
pide. ¿Seríamos capaces un díapide. ¿Seríamos capaces un día
de entregarle a Dios hastade entregarle a Dios hasta
nuestra misma esperanza?nuestra misma esperanza?
¿Entregarle hasta nuestra fe? Eso¿Entregarle hasta nuestra fe? Eso
fue lo que Dios le pidió afue lo que Dios le pidió a
Abrahán, que tenía que llegar aAbrahán, que tenía que llegar a
ser nuestro padre en la fe. Leser nuestro padre en la fe. Le
pidió a Abrahán lo que Él mismopidió a Abrahán lo que Él mismo
iba a hacer por nosotros.iba a hacer por nosotros.
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12. Dios puede llegar a ser muy exigente en nuestra vida. Pero
nunca nos pedirá lo que Él mismo ya no esté dispuesto de
antemano a hacer por nosotros. Dios nunca pide lo que Él
no nos puede dar.
San Agustín tenía una oración a Dios, que dice:
-Señor Dios dame lo que me pedís y
pedime lo que quieras.
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14. Génesis 22
1 Después de estas cosas sucedió que Dios tentó a Abraham y le dijo: «¡Abraham, Abraham!» El respondió: «Heme aquí.»
2 Díjole: «Toma a tu hijo, a tu único, al que amas, a Isaac, vete al país de Moria y ofrécele allí en holocausto en uno de los
montes, el que yo te diga.»
3 Levantóse, pues, Abraham de madrugada, aparejó su asno y tomó consigo a dos mozos y a su hijo Isaac. Partió la leña del
holocausto y se puso en marcha hacia el lugar que le había dicho Dios.
4 Al tercer día levantó Abraham los ojos y vio el lugar desde lejos.
5 Entonces dijo Abraham a sus mozos: «Quedaos aquí con el asno. Yo
y el muchacho iremos hasta allí, haremos adoración y volveremos donde vosotros.»
6 Tomó Abraham la leña del holocausto, la cargó sobre su hijo Isaac, tomó en su mano el fuego y el cuchillo, y se fueron los
dos juntos.
7 Dijo Isaac a su padre Abraham: «¡Padre!» Respondió: «¿qué hay,
hijo?» - «Aquí está el fuego y la leña, pero ¿dónde está el cordero para el holocausto?»
8 Dijo Abraham: «Dios proveerá el cordero para el holocausto, hijo mío.» Y siguieron andando los dos juntos.
9 Llegados al lugar que le había dicho Dios, construyó allí Abraham el altar, y dispuso la leña; luego ató a Isaac, su hijo, y le
puso sobre el ara, encima de la leña.
10 Alargó Abraham la mano y tomó el cuchillo para inmolar a su hijo.
11 Entonces le llamó el Ángel de Yahveh desde los cielos diciendo: ¡Abraham, Abraham!» El dijo: «Heme aquí.»
12 Dijo el Ángel: «No alargues tu mano contra el niño, ni le hagas
nada, que ahora ya sé que tú eres temeroso de Dios, ya que no me has negado tu hijo, tu único.»
13 Levantó Abraham los ojos, miró y vio un carnero trabado en un
zarzal por los cuernos. Fue Abraham, tomó el carnero, y lo sacrificó en holocausto en lugar de su hijo.
14 Abraham llamó a aquel lugar «Yahveh provee», de donde se dice hoy en día: «En el monte “Yahveh provee”»
15 El Ángel de Yahveh llamó a Abraham por segunda vez desde los cielos,
16 y dijo: «Por mí mismo juro, oráculo de Yahveh, que por haber hecho esto, por no haberme negado tu hijo, tu único,
17 yo te colmaré de bendiciones y acrecentaré muchísimo tu descendencia como las estrellas del cielo y como las arenas de la
playa, y se adueñará tu descendencia de la puerta de sus enemigos.
18 Por tu descendencia se bendecirán todas las naciones de la tierra, en pago de haber obedecido tú mi voz.»
19 Volvió Abraham al lado de sus mozos, y emprendieron la marcha juntos hacia Berseba. Y Abraham se quedó en Berseba.
20 Después de estas cosas, se anunció a Abraham: «También Milká ha dado hijos a tu hermano Najor:
21 Us, su primogénito; Buz, hermano del anterior, y Quemel, padre de Aram,
22 Késed, Jazó, Pildás, Yidlaf y Betuel.»
23 (Betuel engendró a Rebeca.) Estos ocho le dio Milká a Najor, hermano de Abraham.
24 Su concubina, llamada Reumá, también dio a luz a Tébaj, Gájam, Tájas, y Maaká.
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