2. La violencia se ha agudizado y han pasado 15 ó 20 años de discusiones y de debates sobre las responsabilidades penales de los jóvenes, pero vemos que las causas primigenias, las que las originan y reproducen, siguen siendo casi las mismas: el orden social. Vemos a estos jóvenes viviendo en exclusión, marginados de todo tipo de reinserción laboral digna, de inserción educativa. A su vez estos jóvenes vienen de dinámicas de violencia, con familias disfuncionales y violentas. Los padres no los proveen de valores positivos que todo menor necesita, sino todo lo contrario, son padres alcohólicos y mal tratadores.
3. Sí, hay un crecimiento urbano desordenado, con precarios servicios básicos y esto abona a los escenarios de violencia. Por ejemplo, los jóvenes y los niños del país que viven en situaciones de exclusión social y vulnerabilidad, no tienen espacios para invertir su tiempo libre. Esto empuja a los jóvenes a entrar en la dinámica que se vive en los barrios, en sus colonias, en su comunidad; al uso de drogas, al contacto y uso de armas.