2. ASEO
La higiene del perro es más
importante de lo que los propietarios
imaginan, ya que dependiendo del
nivel de higiene que mantenga el perro
será más o menos propenso a contraer
ciertas enfermedades.
3.
4. PIEL Y MANTO
- Debe estar brillante y
limpio.
- Un buen cepillado, diario o semanal
según la raza, mantendrá su pelo libre
de impurezas y pelos muertos que no
benefician su salud.
5. SI tenemos que bañar a un cachorro, hay que
tener en cuenta las siguientes consideraciones:
tercero, es importante secar
firmemente con una toalla y
rematar con un secador para
segundo, habrá que tener evitar humedades
mucha precaución para innecesarias.
no mojar la cabeza
primero, el baño se deberá
(sobre todo con el fin
preparar con un cuarto de agua
de evitar que entre agua
a temperatura alta y el resto
en los ojos y en los
templada.
oídos)
6. Su higiene debe ser diaria
con una solución oftálmica
adecuada, sobre todo en perros de
ojos saltones (como el Pekinés) o de
ojos “tristes” (como el Cocker
Spaniel). Ésta se realiza dejando caer
unas gotas de suero fisiológico para
lavado ocular desde el canto externo
del ojo, que, a medida que se desliza
hacia el ángulo interno, van lavando
toda la superficie de la córnea. Se
retira el resto con una gasa y no con
algodón, ya que puede dejar hebras
7. Los restos de alimentos diarios se
depositan en el diente y hacen que se
forme una capa de sarro (que habrá que
retirar) y, como consecuencia de ello, la
infección de la encía (gingivitis) y la
posterior enfermedad de toda la boca
(parodontitis)
Para prevenirlo, conviene habituarse a limpiarle los dientes con
un cepillo suave y pasta de dientes para perros, como mínimo,
una vez a la semana.
8. Deben estar siempre limpias y sin restos de secreciones. Sus
formas son muy variadas (largas, cortas, caídas, enroscadas, etc)
y también su longitud. Las erguidas suelen tener menos
problemas, ya que se oxigenan mejor y las controlamos con más
facilidad.
9. El hecho de no llevar calzado no asegura
siempre la integridad de sus almohadillas y sus
uñas. En sus primeras salidas al campo, o cuando
esto no sea un práctica muy usual, conviene
revisar sus dedos, almohadillas y uñas al
regresar.