Una terapia con mucha química.
La asociación CanSonrisas lleva a cabo actividades con perros para trabajar la estimulación cognitiva y motora en mayores pero también en personas con discapacidad
Ángeles camina lentamente por el pasillo de la residencia. Entra en un salón vacío, saluda y pregunta por los perros. Solo por los perros. Faltan 20 minutos para comenzar la sesión de terapia asistida en la Residencia San José de Cáritas en Santovenia pero ella quiere ver a los animales: «Avisarme cuando estén los perros». Queda clara la afirmación de que el perro es el mejor amigo del hombre y eso que aún no ha empezado la terapia, donde el perro es el protagonista y muestra toda su destreza para interaccionar con las personas mayores.
Una interacción que va camino de dos años q
ue es el tiempo que CanSonrisas acude a este centro cada 15 días para realizar actividades con dos grupos diferentes de may
Artes/ObrasMaestras del siglo XVI - tiempos BY: CLAUDIA GINGLIONA RAMÍREZ DIF...
Yo quiero ser "CanSonrisas"
1. La asociación CanSonrisas lleva a cabo actividades con perros
para trabajar la estimulación cognitiva y motora en mayores pero
también en personas con discapacidad
2. Ángeles camina lentamente por el pasillo de
la residencia. Entra en un salón vacío,
saluda y pregunta por los perros. Solo por
los perros. Faltan 20 minutos para comenzar
la sesión de terapia asistida en la
Residencia San José de Cáritas en
Santovenia pero ella quiere ver a los
animales: «Avisarme cuando estén los
perros». Queda clara la afirmación de que el
perro es el mejor amigo del hombre y eso
que aún no ha empezado la terapia, donde
el perro es el protagonista y muestra toda su
destreza para interaccionar con las personas
mayores.
Una interacción que va camino de dos años
que es el tiempo que CanSonrisas acude a
este centro cada 15 días para realizar
actividades con dos grupos diferentes de
mayores, uno de personas válidas y otro
con dependientes. Se acercan las 19 horas
y comienzan a llegar los ocho residentes, 6
mujeres y dos hombres. Mientras esperan
sentados, algunos en sillas de ruedas,
aparece Ela con mucha expectación y todos
saludan a la perra.
ELA
Me llamo Ela, bueno…ese es
mi nuevo y bonito nombre,
porque antes tuve otro
3. No hay tiempo que perder aunque,
antes, Ela inspecciona y olfatea cada
rincón del salón de la residencia para
familiarizarse con el lugar. Es todo un
ritual. Mientras su guía María de Prada
saca de una maleta, repleta de
artilugios, todo lo necesario para realizar
la sesión. Lo primero es colocarla un
peto para luego comenzar con el primer
ejercicio.
El cepillado es habitual al principio, por
lo que la perra se acerca a cada uno de
los mayores provistos de un guante para
que la acaricien con mimo. «¡Estáte
quieta!» o «espera un momento que
no he acabado», espeta una mujer
mientras otra apunta que la perra está
feliz porque mueve la cola. Todos los
mayores se dirigen al animal como si
fuera una persona. La empatía es total
4. Sin darse cuenta los ‘abuelos’
realizan ejercicios físicos al
obligarse a moverse para cepillar
el perro. Y quien no lo hace
correctamente recibe las
indicaciones de María que les
recuerda que debe cepillar al
animal desde el cuello hasta la
cola.
También, durante la sesión, se
ejercita la memoria porque los
mayores recuerdan la actividad de
hace 15 días del «banquete» de
Tango, otro de los perros de
CanSonrisas, cuando se comió un
sándwich de jamón, que hicieron
ellos mismos ejercitando su
motricidad sin darse cuenta. Algo
fundamental para una de las
participantes como Carmen, de 97
años.
5. Otro de los componentes de
CanSonrisas es Francisco García,
quien asegura que realizar actividades
con los grandes dependientes y
personas con discapacidad intelectual es
«motivador» porque, en ocasiones,
apenas tienen posibilidad de participar
en otras terapias del centro y pueden
sentirse aislados del resto. Además,
destaca que los avances son más
visibles en personas con un mayor
deterioro.
Pone el ejemplo de una usuaria que no
tenía movilidad en el brazo y que llegó a
levantar mientras realizaba un juego de
baloncesto con el perro. Otra de las
cosas «más gratificante» del trabajo,
declara, es cuando un familiar nos
comenta que es la primera vez en años
que han visto sonreír al abuelo gracias a
los juegos con el animal pero también
que los mayores conozcan el nombre del
perro aunque no recuerden lo que han
comido ese día.
Gran técnico de terapia y actividades
asistidas con animales, pero ante todo, es
una persona excepcional que le apasiona lo
que hace, que cree en su perro y en lo
mucho que puede ayudar a que al menos,
sea mucho mejor,
Francisco García
6. Nuestros perros son educados y
entrenados con métodos de adiestramiento
en positivo, sin castigos y siempre a favor
del perro teniendo en cuenta sus
necesidades físicas y emocionales.Todos
nuestros perros están asegurados y con
las correspondientes vacunas y revisiones
veterinarias.
Son sociables con las personas, les gusta
interaccionar con ellas y están
acostumbrados a su manipulación y a
diferentes tipos de equipamientos como
pueden ser sillas de ruedas, andadores,
muletas, etc.
Desde que uno de nuestros perros entra
por la puerta y algún usuario empieza a
sonreír o a interaccionar con ellos y se
produce un cambio en el estado de ánimo,
para nosotros, para el personal de las
instituciones y sobre todo, para los
usuarios, eso ya es un éxito.
7. Educados y sociables. CanSonrisas es una asociación sin ánimo de lucro
especializada en terapia y actividades asistidas con perros. El alma de CanSonrisas
es el trío de educadores caninos formado por Francisco, María y Beatriz Arroyo.
Por motivos laborales, se reparten entre Valladolid y Madrid. Pero ellos no son nada
sin su otra familia, los perros Tango, Ela, Coco y Bilde. La raza predominante es el
labrador pero cualquier perro es válido para hacer terapia. Solo es necesario que sean
equilibrados, educados y sociables. Sorprende ver cómo se mueven, sin asustarse,
entre sillas de ruedas, muletas o andadores