2. ¿Qué es la higiene personal?
Higiene es el conjunto de conocimientos y técnicas que
deben de aplicar todas las personas para el control de los
factores que ejercen o pueden ejercer efectos nocivos
sobre la salud. La higiene personal es el concepto básico
del aseo, limpieza y cuidado de nuestro cuerpo.
3. ¿Por qué es importante la higiene personal en los niños?
Es realmente indispensable
educar a los niños desde las
edades tempranas (0-12 años)
para así poder prevenir la
propagación de gérmenes y
enfermedades que pongan en
riesgo su salud. Además las
normas de aseo y una correcta
higiene personal nos permiten
mantener una buena salud.
Normas de higiene personal
1. Bañarse diariamente con agua y jabón
dejando limpias, cabeza, axilas, cuello,
zonas genitales rodillas y pies.
2. Antes de comer hay que lavarse las menos.
3. Después de cualquier comida lavarse los
dientes.
4. Mantener siempre las uñas y oídos limpios.
5. La ropa debe estar limpia y sin manchas.
6. Bien peinado y cabello limpio.
7. El calzado debe de estar siempre limpio.
4. Baño diario Higiene en las manos
El baño diario es un parte fundamental del aseo
personal de cualquier persona sin importar su edad;
es por ello que tal práctica debe asegurarse como una
rutina obligatoria. La piel y el cabello son barreras de
protección contra el medio ambiente que absorben
impurezas y gérmenes que pueden infectar el cuerpo
a través de cualquier raspón o herida.
El baño sirve para eliminar células muertas, así como
secreciones de las glándulas sebáceas y sudoríparas.
La limpieza de la piel y los genitales evita el mal olor.
Es recomendable cambiarse la ropa después del baño,
especialmente la ropa interior.
La higiene de manos es el procedimiento más importante y
eficaz para la prevención y control de las infecciones. En el
cuidado de personas enfermas las manos constituyen un
vehículo de transmisión de agentes patógenos, ya sea por
contacto directo de persona a persona, o indirecto a través
de objetos contaminados previamente, que
posteriormente pueden contaminar al paciente. Es una
acción muy simple, y se debe de practicar por toda
persona que realice cuidados a un paciente, ya se trate de
personal sanitario o cuidadores.
Es importante y debemos de lavarnos las manos:
Al llegar a casa.
Antes de comer.
Antes de preparar o servir alimentos.
Después de ir al baño.
Después de utilizar pañuelos.
Después de jugar.
De tocar animales.
Antes de dormir junto con la cara.
De tocar dinero.
5. ¿Cómo lavarse bien las manos con agua y jabón?
Paso N° 1
Mojarse las manos y
cerrar la canilla para
no desperdiciar
agua.
Paso N° 2
Enjabonarse las
manos y frotarse las
palmas, los dorsos
entre los dedos y las
muñecas durante 15 o
20 segundos.
Paso N° 3
Enjuagarse bien las
manos.
Paso N° 2
Secarse las manos con
una toalla de tela o
papel, un secador de
aire caliente o
sacudirlas y agitarlas
hasta que se sequen.
6. Higiene en los dientes Una sonrisa perfecta
Establecer unos buenos hábitos de higiene bucal desde pequeños es el
primer paso para tener unos dientes sanos toda la vida.
La salud de los dientes de los niños debe cuidarse desde el momento del
nacimiento.
Los pasos para un buen cepillado son:
Utiliza una pequeña cantidad de pasta de dientes, con cantidades
adecuadas de flúor.
Cepillar la superficie interior de cada diente, que es donde más se
acumula la placa.
Limpiar las superficies exteriores de cada diente.
Colocando el cepillo en ángulo respecto de la encía exterior, cepillar
suavemente de posterior a anterior.
Cepillar la superficie de masticación de cada diente.
Limpiar la parte posterior de los dientes antenores.
Al final cepillar la lengua para eliminar las bacterias.
Así conseguirás
una sonrisa
perfecta.
7. Higiene en ojos
Las lágrimas constituyen el mecanismo de limpieza natural
de los ojos, por lo que, en condiciones normales, no debe
utilizarse ningún tipo de jabón o producto de limpieza en la
higiene de los ojos.
Es importante adoptar algunas medidas de protección de
los ojos:
Usar una buena luz para la lectura.
Se debe evitar la existencia de sombras o reflejos sobre
el campo visual.
Mantener una distancia adecuada con el monitor de
televisión, mayor de 1,5 metros.
Los niños y niñas deben someterse de forma periódica
a revisiones oftalmológicas para detectar cualquier
posible problema de visión.
Higiene en oídos
El lavado de los oídos debe realizarse diariamente con
agua y jabón. Hay que evitar la entrada de agua en el
conducto auditivo, para lo cual hay que inclinar la cabeza
hacia el lado que se está limpiando.
El conducto auditivo externo tiene un sistema de
autolimpieza, de forma que el vello que lo recubre elimina
el cerumen al exterior y no requiere ningún tipo de
higiene. Se debe evitar el uso de bastoncillos de algodón
en la limpieza del conducto auditivo, ya que los
bastoncillos pueden producir erosiones en la piel del
mismo, empujar hacia el interior a posibles tapones de
cera o, incluso, llegar a lesionar la membrana del tímpano.
8. Higiene en la nariz Higiene en las uñas
La mucosa nasal realiza una función purificadora del aire
inspirado, filtrando y reteniendo las partículas extrañas
que éste contiene.
La limpieza de la nariz debe hacerse utilizando un pañuelo
limpio y tapando alternativamente una ventana nasal y
luego la otra, y sin expulsar el aire con excesiva fuerza o
brusquedad.
Si la mucosidad es muy abundante, es difícil de eliminarla
o produce una obstrucción al paso del aire, pueden
utilizarse unas gotas de suero fisiológico vertidas en cada
fosa para facilitar su eliminación.
Los niños deben adquirir la costumbre de llevar un
pañuelo limpio y no tocarse la nariz con los dedos sucios.
Las uñas de manos y pies deben de estar siempre limpias,
cepilladas y cortadas con regularidad. Mantener bien
limpias y cortas las uñas previene de la aparición de
gérmenes y bacterias que provocan infecciones.
Para tener uñas sanas, éstas no deben estar muy largas, las
de las manos deben cortarse en redondo mientras que las
de los pies en forma recta, ya que pueden dar paso a la
formación de uña enterrada o encarnada.
9. Higiene en ropa y calzado Higiene en el cabello
Al igual que con la ropa, es muy importante que los niños utilicen calzado
del tamaño adecuado. Si el calzado es demasiado amplio no sujetará
correctamente el pie; por el contrario, si es excesivamente ajustado
podría dar lugar a rozaduras, formación de durezas o, incluso,
deformaciones óseas.
Para mantener la higiene y duración del calzado conviene limpiar, cepillar
y airear los zapatos con regularidad. Es indispensable cambiarse de ropa
después de la ducha o baño. La ropa interior se deberá cambiar
diariamente.
Los niños/as deberán llevar ropas cómodas, no muy ajustadas. de fácil
lavado y adecuadas a cada momento y situación del día. Para dormir
tendrán que utilizar ropa amplia y diferente a la usarla durante el día. Se
debe tener en cuenta la temperatura ambiente y llevar ropas adecuadas.
“Cambia diario de ropa
interior, que sea de algodón”
El cabello debe mantenerse limpio ya que se ensucia con
mucha facilidad porque retiene polvo.
La limpieza debe realizarse mediante un suave masaje con
las yemas de los dedos, evitando el uso de las uñas que
podrían producir lesiones en el cuero cabelludo.
Tras el lavado, es importante peinarse minuciosamente
para facilitar la eliminación de los cabellos que, de forma
natural, se pierden cada día.
Revisión periódica del pelo
Es muy importante revisar el cabello de las niñas
periódicamente ya que son muy probables de la aparición
de piojos.
Ante la aparición de piojos usar Shampoo adecuados.
¡Cuidado con los piojos!
10. EL REY DESAPARECIDO
Había una vez un niño que era hijo de los cuidadores de
un impresionante castillo antiguo, lleno de cuadros
antiguos y armaduras. Un día, el niño observó que de
uno de los cuadros principales, uno en el que aparecía
uno de los antiguos reyes, sosteniendo el cetro junto a
su hijo el príncipe y algunos de sus cortesanos, había
desaparecido el rey.
El niño no le dio mucha importancia, y pensó que se
había equivocado, pero un rato después pasó de nuevo
por allí y observó que el cetro, abandonado por el rey,
se había inclinado. Se quedó pensativo e intrigado, y
más aún cuando al poco vio que la inclinación del cetro
aumentaba, y que a ese ritmo, en unas pocas horas
acabaría por golpear en la cabeza al príncipe.
El niño comenzó entonces a buscar al rey del cuadro
por todas partes, hasta que finalmente lo encontró en
los aseos del castillo, dándose tranquilamente un
estupendo baño de espuma en la más grande de las
bañeras. El niño quedó sin palabras, y al ver su
asombro, el rey le explicó que llevaba años y años
colgado en las paredes de aquel castillo y que aún no le
habían limpiado el polvo ni una sola vez, y que estaba
ya tan sucio que no podía aguantar ni un rato más sin
darse un baño.
Cuando se recuperó de la sorpresa, el niño le explicó
respetuosamente lo que estaba a punto de pasar con el
cetro y el príncipe, y el rey se apresuró a volver a su
sitio, dándole las gracias por el aviso y rogándole que
les pidiera a sus padres que limpiaran de vez en cuando
los cuadros. Pero no hizo falta, porque desde aquel día,
es el propio niño quien cuida y limpia cada uno de los
cuadros y esculturas del castillo, para estar seguro de
que ninguno más tiene que escaparse a darse un baño.