Artículo de opinión de Paco Quiñones

1. REFLEXIONES JUNTO A
LA FUENTE TAZA
… y los buitres al acecho
Quiero comenzar estas reflexiones con mi más sincero agradecimiento a
Manuel López, por su comentario del día 10 de Enero, por ponerle nombre y
apellidos a sus opiniones, por sus amables palabras hacia mi persona y por su
preocupación por el devenir de nuestro pueblo, a pesar de la distancia y de ser
una de las víctimas de la constante emigración. Me quedo con tus palabras
…”Y así, bien sea en Jaén, como hasta ahora, bien sea en Granada o en la
Cochinchina, no tenemos nada que hacer si no cambiamos el chip y nos
ponemos manos a la obra aunando esfuerzos…” ¡Cuánta razón tienes! En un
Mundo globalizado como el nuestro, donde las barreras han sido superadas
por las comunicaciones, tiene poco sentido que vivamos separados de la
comarca natural a la que pertenecemos, por simples trabas administrativas, a
veces tan pueriles como un simple prefijo telefónico y un no menos simple
código postal.
Haces un diagnóstico certero de la enfermedad secular que aqueja a los
poceños: envidia irracional, insolidaridad, desconfianza, poner en cuestión
cualquier tipo proyecto cuando aún está en fase de creación y que saludamos
con un …por algo será. En definitiva, “las sociedades nones y que no lleguen a
tres”. Estoy seguro de que muchos de nosotros compartimos el diagnóstico y
también el tratamiento: …”cambiar de mentalidad y poner manos a la obra
aunando esfuerzos…” Pero, bajo mi punto
de vista, hemos perdido la fe, tenemos la
certeza de que nuestros males no tienen
remedio, por mucho que nos empeñemos
en curarlos, de manera que el espacio
que debiera ocupar la esperanza lo ha
invadido la resignación. Me pregunto,
¿hasta dónde llegaríamos los
poceños si pusiéramos el mismo
empeño en las tareas colectivas
como el que dedicamos a las
individuales o familiares?
¿Y si aunáramos esfuerzos?
De nuevo comparto contigo la idea de que la EDUCACIÓN debiera jugar un
papel trascendental en ese “cambio de mentalidad” que tendría que
producirse, pero… resulta muy difícil, por no decir imposible, implicar a

2. nuestros jóvenes en tareas comunes cuando lo que oyen a diario en casa, en la
calle, en las reuniones con sus amigos… son cosas como estas o parecidas: el
Pozo no tiene solución, aquí no hay vida, estudia y prepárate para que puedas
encontrar un buen puesto de trabajo… Y, a continuación, se vuelve a relatar el
listado de poceños que han triunfado en España y fuera de ella, y todo, gracias
a su esfuerzo a su trabajo en el Instituto que, un día, le permitió dar el salto a
la Universidad y de ahí a ¡volar!, lejos de este pueblo aburrido y repleto de
viejos… aquellos que, con mucho sacrificio desde los años sesenta, supieron
transformar el patrimonio recibido de sus padres y convertirlo en un moderno y
productivo olivar, parte del cual seguramente recibirán en herencia. Y,
hablando de herencia, asistimos a un fenómeno que está pasando casi
inadvertido pero que está ahí. Verán. Se deja ver por nuestro pueblo la figura
del “buitre rústico”; lo de “buitre “ es fácil de entender y lo de “rústico” porque
tiende a alimentarse, básicamente de olivas, cultivo muy atractivo, por razones
obvias. El “buitre”, planea sobre las herencias, pues sabe que cuando estas se
dividen es mucho más fácil hacerse de ellas, sobre todo cuando la mayoría de
los herederos viven fuera y, por tanto, sus intereses y afectos ya no están en
Pozo Alcón.
Me gustaría que, como Manuel López, hicieran comentarios sobre los que
pudiésemos intercambiar opiniones y, quizá un día, no muy lejano, nos
sirvieran de excusa para reunirnos y hablar de nosotros, de nuestros problemas
y por qué no de soluciones.
A la cuestión Jaén o Granada dedicaremos algunas reflexiones más, el asunto
bien lo merece.
Pozo Alcón, a mediados de Enero de 2017
Francisco Quiñones