El taller de integración permitió que Gianfranco y los demás participantes se conocieran mejor a través de varios juegos, aunque al principio estaban callados y no se conocían. Con el tiempo, más personas hablaron y se rieron juntos. Uno de los primeros juegos fue una búsqueda en grupos que al principio les costó, pero luego la conversación fluyó mejor y se divirtieron. También jugaron voleibol con colchoneta, un juego desconocido pero divertido para Gianfranco.